Llegamos a este nuevo aniversario de nuestra fundación, a pocos días de la asunción de Milei, con el que llegan al gobierno los representantes del sector más reaccionario y fascista del bloque de las clases dominantes.
En esta nueva situación enfrentaremos la política de hambre, represión y entrega, peleando la más amplia unidad de los sectores populares.
Encaramos este nuevo momento político con los instrumentos de nuestro exitoso 13 Congreso del Partido, en el que reafirmamos nuestros objetivos revolucionarios y las banderas del marxismo-leninismo-maoísmo, reafirmamos que “Somos el partido de Otto Vargas”, nuestro primer secretario general desde la fundación hasta su fallecimiento el 14 de febrero de 2019, y elegimos un Comité Central encabezado por nuestro secretario general Jacinto Roldán.
Nuestros orígenes
Nuestro Partido hizo su aparición pública el 6 de enero de 1968 poniéndose a la cabeza de las crecientes luchas contra la dictadura de Onganía. Surgimos frente a la traición de la dirección del Partido Comunista, reivindicando el camino de la lucha revolucionaria, levantando las banderas del marxismo-leninismo y del Che Guevara. Ante su asesinato los fundadores del PCR realizaron la única manifestación solidaria con el comandante.
Fueron años de grandes puebladas: Correntinazo, Rosariazo, y el glorioso Cordobazo de mayo de 1969, que mostraron, como planteaba el PCR, que la dictadura se asentaba sobre un polvorín de odio popular. De ahí saldría la recuperación del Smata Córdoba, en un frente único encabezado por René Salamanca, y con la activa participación de nuestro Partido en Córdoba, dirigido por César Gody Álvarez. En 1972 adherimos al maoísmo. René y Gody fueron secuestrados por la dictadura videlista y son parte de los mártires de nuestro Partido.
El PCR nació en tiempos de grandes combates obreros y populares en todo el mundo: la China que defendía el socialismo y llevaba adelante la revolución Cultural Proletaria con Mao Tsetung al frente, el Mayo Francés, la lucha contra la intervención imperialista yanqui en Vietnam, entre otros hitos.
Al servicio del pueblo
Nuestro PCR alertó sobre el golpe de Estado que se avecinaba desde fines de 1974, luego de la muerte del general Perón. Denunció que todos los imperialistas (yanquis, rusos, ingleses, entre otros) y las clases dominantes trabajaron para voltear el gobierno constitucional y frenar el auge de lucha de masas. Nuestro Partido y la JCR tuvieron en esta lucha mártires y presos. Pasado el golpe fascista del 24 de marzo de 1976, nos quedamos en el país para organizar la resistencia a la dictadura desde el inicio. Mantuvimos en la clandestinidad nuestra prensa quincenal y los materiales de nuestro Comité Central. Al frente de las luchas obreras y campesinas, y participando de la organización de las Madres de Plaza de Mayo desde su inicio, tuvimos presos, torturados, perseguidos, deportados y detenidos desaparecidos, nuestros mártires a los que nunca vamos a olvidar. En plena dictadura enfrentamos el intento de guerra fratricida con Chile, así como denunciamos la restauración capitalista en China.
El 2 de abril de 1982 se recuperan las Islas Malvinas. El PCR apoyó esta guerra justa de un país dependiente y con parte de su suelo colonizado. El pueblo, que venía luchando contra la dictadura concentró su odio, con justeza, contra el agresor inglés. La dictadura la llevó a la derrota, pero el pueblo, protagonista de la guerra, no abandonó las calles y siguió la pelea contra la dictadura. Nuestro PCR planteó que no quede piedra sobre piedra de la dictadura fascista, pero en 1983 ésta pudo elegir su camino de retirada. Ya en 1982 organizamos el Partido del Trabajo y del Pueblo para la lucha electoral.
Tras la dictadura, fuimos parte de los trece paros generales que desenmascararon la política de Alfonsín. En 1985 nuestro Partido jugó un papel destacado en la ocupación de la planta de Ford en Pacheco contra los despidos, por parte de sus 4.500 obreros, que pusieron en marcha la producción. Seguimos la lucha por el juicio y castigo a los responsables del genocidio dictatorial frente a las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Fuimos motor de la organización de los Encuentros Nacionales de Mujeres, desde el primero en 1986.
Nuestro Partido analizó el auge abierto con el Santiagueñazo de 1993, y en 1996 Otto Vargas lanzó la consigna de “un Argentinazo que imponga otra política y otro gobierno”. Fueron años de grandes luchas contra la entrega menemista, cuyo emblema fue la defensa del Astillero Río Santiago, luego contra el odiado De la Rúa, con grandes hitos como Tartagal, Mosconi y los cortes de La Matanza, que desembocaron en la pueblada nacional que volteó al gobierno de De la Rúa el 19 y 20 de diciembre de 2001.
Encabezamos la rebelión agraria y federal de 2008, defendiendo los intereses de los trabajadores rurales y los pequeños y medianos campesinos. Protagonizamos la heroica lucha de los obreros de Terrabusi-Kraft (hoy Mondelez Pacheco) en 2009, que marcó un camino para enfrentar la crisis, así como grandes luchas por tierra para vivir y trabajar, en Jujuy, Chaco y en todo el país. En todas estas luchas tuvimos mártires, a los que no olvidaremos.
“En la Argentina existe el comunismo y existe el maoísmo porque existe el PCR”
En los años de gobierno macrista, estuvimos al frente del combate popular contra el hambre y la entrega. Impulsamos la unidad de los movimientos sociales que protagonizó grandes batallas, ayudando en la conformación de “los Cayetanos” que conquistaron importantes leyes de emergencia, y luego, en un proceso esa unidad en las calles se plasmó también en lo electoral, y fuimos uno de los afluentes del Frente de Todos que derrotó a Macri en las elecciones.
Durante el gobierno de Alberto Fernández planteamos de entrada que éramos parte del Frente pero no del gobierno. No nos paralizamos durante la pandemia de Covid y nos pusimos al frente de la lucha frente a la emergencia sanitaria, económica y social, agravada por los cuatro años de macrismo.
Nos mantuvimos al frente de las luchas por las emergencias populares, por la soberanía y las libertades democráticas, denunciando el Acuerdo firmado por el gobierno para pagar la fraudulenta deuda con el FMI tomada durante el macrismo. Participamos de Unión por la Patria en las recientes elecciones, convencidos que su triunfo hubiera permitido frenar a la derecha reaccionaria y tener mejores condiciones para seguir la lucha.
Por esta línea hemos crecido y nos hemos prestigiado, aunque nuestro Partido todavía es pequeño para los objetivos que tenemos.
Llegamos a nuestros 56 años en un mundo en el que crecen los peligros de una nueva guerra entre las potencias imperialistas, a casi dos años de la invasión imperialista rusa a Ucrania y a más de dos meses de la sangrienta invasión de Israel a la Franja de Gaza. En este mundo en el que crecen también las luchas, como vemos en nuestro continente, sostenemos las tareas de la solidaridad internacional.
En este nuevo aniversario, reafirmamos que es necesario defender lo conquistado, seguir peleando por lo que falta y, al calor de la lucha, acumular fuerzas y forjar un amplio frente único para impedir los planes de esta derecha reaccionaria y poder avanzar en un camino liberador.
Como dijo el secretario general del PCR, Jacinto Roldán: “En la Argentina existe el comunismo y existe el maoísmo porque existe el PCR, y ese es nuestro mayor orgullo. Existimos y vamos por más”.
Con ese orgullo reafirmamos nuestro compromiso de mantener el legado de Otto Vargas y redoblar el paso para avanzar en el camino de la revolución necesaria para resolver los urgentes problemas que viven la clase obrera y el pueblo. Una revolución que libere a la Nación de la dependencia del imperialismo, termine con el latifundio a través de la reforma agraria y abra el camino al socialismo, dando vuelta el viento a favor de la clase obrera y el pueblo.
Hoy N° 1992 20/12/2023