Fredy Mariño, uruguayo de nacimiento, vino al país junto a su compañera Mary a mediados de la década de 1980 empujado “por la crisis social y por la política persecutoria de la dictadura”, como dice el comunicado del zonal de La Matanza del PCR, dirección que Fredy integraba. Se hizo comunista a los 14 años en su país, y ya en Argentina, en medio de la lucha por una vivienda digna, se sumó al Barrio María Elena en La Matanza. Ahí conoció a nuestro PCR, y fue uno de los fundadores de la Corriente Clasista y Combativa, de la cuál era uno de sus dirigentes nacionales.
De ahí en más, siguió la lucha por la revolución hasta el último minuto de su vida. Fredy, como lo reconocieron dirigentes sociales, sindicales y políticos de todo el país, fue un actor clave en la construcción de ese movimiento de desocupados y precarizados que es un orgullo de la clase obrera argentina, como supo decir alguna vez nuestro querido Otto Vargas, primer secretario general del PCR. Y fue un constructor de unidad entre esos movimientos sociales y políticos, en un camino lleno de combates, marchas, acampes y cortes de ruta, como los que precedieron al Argentinazo del 2001, y los que enfrentaron al gobierno de Macri.
En ese proceso Mariño fue uno de los pilares en la construcción de la unidad de los Cayetanos, como lo dijeron en su homenaje sus principales dirigentes.
Uno de los rasgos de este uruguayo de 68 años era su estilo de “trabajo duro y vida sencilla” que lo caracterizaba, muchas veces asistiendo a reuniones con altos funcionarios en alpargatas. Así construyó su humilde vivienda en el Barrio María Elena con su compañera Mary, sus hijos y sus nietos. Así se hizo querer y respetar no sólo por sus compañeros del PCR y la CCC, sino por los de todas las organizaciones con las que forjó lazos de unidad en la lucha. Por eso en el último período Fredy era secretario de Organización de la UTEP.
El camarada Mariño peleó siempre por la unidad del Partido y de la CCC, partiendo siempre desde los intereses de los más humildes, con la convicción de la necesidad de pelear por el triunfo de la revolución, para dar vuelta la tortilla y poder hacer posible lo necesario. Por eso, ya enfermo, no dudó en dirigir el acto del 20 de diciembre a 20 años del Argentinazo.
Como dijo el camarada Jacinto Roldán, actual secretario general del PCR, por el Comité Central, en su homenaje: “Despedimos a un comunista revolucionario que dio su vida en la lucha por la revolución y jugó un gran papel en que la CCC sea un instrumento para que las masas tomen en sus manos la política y la lucha por su liberación”.
Hoy N° 2004 03/04/2024