En Estados Unidos, los estudiantes tomaron sus universidades, organizaron campamentos y protestas como ocurrió hace pocos años con el movimiento antirracista Black Lives Matters durante la presidencia de Donald Trump, o como aquellas con las que sus abuelos denunciaron la guerra de Vietnam.
Desde el 17 de abril se viene desarrollando una impresionante ola de protestas en todo Estados Unidos en solidaridad con Palestina y condenando el genocidio del gobierno fascista de Netanyahu sobre la población en Gaza, que ya dejó más de 34.000 muertos.
La represión y detención de estudiantes que se manifestaban por Palestina el 18 de abril en la Universidad de Columbia, Nueva York, desató un movimiento con más de 500 manifestaciones a lo largo de todo el país.
De California a Nueva York, la policía ha reprimido a los estudiantes que se manifestaban en decenas de campus en más de una veintena de Estados. Las imágenes que dieron la vuelta al mundo mostraron a la policía ingresando a las universidades y reprimiendo violentamente con gases lacrimógenos y pistolas Táser a los estudiantes que habían levantado barricadas. Trescientos estudiantes fueron detenidos el 30 de abril en la universidad de Columbia, Nueva York.
También hubo enfrentamientos con la policía y detenciones en la Universidad de California, Los Ángeles, donde la noche anterior habían sido atacados por grupos de choque pro israelíes. Los trabajadores de la universidad de California evaluaban declarar una huelga en repudio a la represión.
Uno de los reclamos de los universitarios es que las universidades, que son privadas, dejen de financiar a empresas con inversiones bélicas o económicas en Israel, entre ellas Lockheed Martin, Heico, BlackRock, Google y Microsoft. Es parte de un movimiento global llamado BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones). Esta campaña está basada en el movimiento contra el Apartheid Sudafricano que se desarrolló en la década de los ‘80.
El 2 de mayo el presidente Biden, quien apoya militar y políticamente al gobierno fascista de Israel, pero tiene contradicciones con Netanyahu sobre la escala y el curso del conflicto en Medio Oriente, dio un discurso en el que reconoció el derecho a la libre expresión del movimiento estudiantil, mientras condenó la violencia en la ocupación de las universidades y descartó el uso de la policía militar.
Una parte importante de la base y algunos dirigentes importantes del Partido Demócrata se oponen al apoyo de Biden al gobierno de Israel y exigen un cese del fuego inmediato de Israel en Gaza. Por otro lado, el candidato republicano Donald Trump, celebró el desalojo de las universidades y las detenciones de los estudiantes a los que definió como “locos de la izquierda radical”.
Ahora el movimiento se ha extendido a Canadá, México, varios países de Europa y Japón. Hubo protestas solidarias con el pueblo palestino en numerosas ciudades. De Francia a Alemania, pasando por Italia, los estudiantes están en pie de guerra desde hace semanas y toman iniciativas en contra de la ofensiva lanzada por ejército israelí en la Franja de Gaza.
La Universidad Nacional Autónoma de México-la UNAM, también se sumó a la campaña. Los estudiantes al igual que sus pares del norte de la frontera, organizaron un campamento que exige un “alto al genocidio imperialista en Gaza” y la ruptura de las relaciones diplomáticas entre México y Israel.
Siguiendo el ejemplo de las universidades estadounidenses, también se movilizaron los estudiantes egipcios, franceses, alemanes, australianos, canadienses, mexicanos, jordanos, iraníes y de muchos otros países para demostrar que, a pesar de la feroz represión, hay un movimiento estudiantil que está en las calles y lucha.
Como en el Mayo Francés en 1968, como en Tlatelolco en México, como en la lucha contra la guerra de Vietnam, la juventud se ha puesto de pie.
Hoy N° 2009 08/05/2024
