Esta conquista es el fruto de nuestra lucha y los avances en la unidad de las naciones y pueblos originarios de este país, como demostró el documento del primer encuentro en Rosario y su continuidad en el segundo encuentro en Pampa del Indio, Chaco. Este proyecto es parte de una lucha que debe ir a fondo en una revisión histórica que tiene como centro declarar institucionalmente los crímenes de Roca, Victorica y el Estado argentino como genocidio de lesa humanidad. Para declarar posteriormente nulos de nulidad absoluta los actos jurídicos de apropiación de las tierras y territorios perteneciente a las naciones y pueblos originarios, volviendo a reconocer los diferentes tratados firmados por la Confederación Argentina, consagrados en la Constitución de 1853, cuya violación y reconocimiento de ilegalidad se hizo a sabiendas en el propio informe del general Roca al Congreso nacional ,previo al genocidio de la mal llamada “campaña al desierto”. Por los muy interesantes fundamentos de la Sra. Rodríguez Aguilar en defensa de la mujer, la propuesta de reemplazar a Roca por Juana Azurduy en los billetes de $ 100, no es suficiente. Esto debe ser solo el principio. Decenas de miles de hermanas originarias fueron violadas, asesinadas, esclavizadas, las separaron de sus hijos, mataron o apresaron a sus maridos, las sacaron violentamente de su hábitat ancestral. Miles de jóvenes mujeres fueron obligadas a servir a la oligarquía. Destruyeron sus familias, sus hogares. Estos crímenes no se pueden pagar con solo poner una gran mujer en un billete. Debemos ir a fondo, es una gran oportunidad para unir las naciones y pueblos originarios con el pueblo argentino y poner en su lugar los crímenes y el robo de la oligarquía genocida. La Sra. Presidenta Cristina Fernández tiene una gran responsabilidad para autocriticarse de sus propias posiciones, que permitieron que Roca sea propagandizado masivamente y levantado como prócer en los billetes de $ 100 los 5 años de su gobierno y el de su marido. Los Kirchner, en los últimos 4 meses han atacado reiteradamente a la oligarquía durante la justa lucha agraria, para dividir esa lucha y confundir al pueblo argentino. Si verdaderamente quisieran combatir a esa oligarquía, además de cambiar los billetes de $ 100, deberían declarar institucionalmente como crímenes de lesa humanidad los cometidos por Roca. Pero pedirle eso a Cristina Fernández es pedirle peras al olmo. En esta lucha debemos estar todos, principalmente los hermanos originarios. Tenemos las razones y la legalidad de nuestro lado. Nuestra lucha hoy es llevar a todos los ámbitos la discusión sobre si Roca es un prócer o un genocida de lesa humanidad, particularmente en el seno de las fuerza de seguridad y las fuerzas armadas, donde revistan miles de nuestros hermanos originarios. En este proceso no debe quedar calle, ciudad, regimiento ni estatua con el nombre del genocida de la oligarquía, y se debe abrir la discusión en toda la sociedad, en cada Concejo Deliberante, legislatura, en las escuelas. Con este gobierno, los originarios tenemos lo que conquistamos con la lucha. Es el camino a seguir para terminar con el clientelismo y la cooptación de nuestros hermanos, para que pare con las ventas masivas de nuestras tierras a los grandes monopolios extranjeros y terratenientes, los desalojos de nuestras comunidades, con el hambre de nuestros pueblos, la desnutrición de nuestros niños y ancianos, la falta de viviendas y trabajo digno, la falta de salud y educación bilingüe, con la nula ayuda para los campesinos pobres, para los artesanos, y se termine con los procesamientos judiciales y la discriminación.
02 de octubre de 2010
