El 20 de julio, Día de la Independencia de Colombia, se desarrolló una masiva marcha campesina, convocada por el gobierno de Gustavo Petro y cientos de organizaciones, a favor de la reforma agraria integral.
Como parte de los procesos de paz con las distintas organizaciones armadas en los últimos años, se estableció un cronograma de reforma agraria, para devolver tierras usurpadas a los campesinos.
La Corte Constitucional de Colombia objetó, por cuestiones de forma, una ley que permitía al gobierno la compra de tierras para realizar un plan de desarrollo. El gobierno y las instituciones campesinas rechazan esta objeción. Los campesinos, en las calles, reclamaron que el gobierno avance con el proceso de entrega de tierras.
En la convocatoria previa, el presidente Petro afirmó: “ya son 600 organizaciones de base campesina las que se adhieren a la iniciativa. Solicitamos la movilización de las juntas de acción comunal rurales en el día de la Patria”.
En Colombia, el 30% de su población, unos 15 millones de personas, viven y trabajan en el campo. Con relación al problema de la tierra, existen 8 millones de hectáreas del narco y los fascistas (paramilitares, etc.), de los 3 millones que podrían entregarse; hasta ahora sólo se han entregado menos de 120 mil ha.
El movimiento campesino, con la movilización, también interpeló al Ministerio de Agricultura para que avance en la entrega de tierras establecidas, dicen que los juzgados de Restitución de Tierras se encuentran saturados y no dan respuesta ante las exigencias de la población rural.
La Agenda Nacional Campesina, que nuclea a cientos de organizaciones y que viene planteando al gobierno, desde que asumió en 2022, la necesidad de una reforma agraria integral, se movilizó el pasado 8 de julio, para “defender sus intereses y exigir a las instituciones del Gobierno nacional que cumplan con los acuerdos de transformar el campo colombiano y atender las necesidades de la población rural”.
Las protestas de campesinos y firmantes de paz provenientes de varias regiones del país ocuparon de manera pacífica la sede de la Agencia Nacional de Tierras (ANT) desde el 8 de julio, para establecer diálogos con el Gobierno y encontrar soluciones para el campesinado.
Entre las demandas planteaban: Apoyo al gobierno del cambio de Gustavo Petro. Exigencia de cumplimiento con el movimiento campesino. Acuerdo con delegados del gobierno para proteger la integridad de los agricultores y exigencia de entrega tierras para que avance el programa de la Reforma Agraria.
En la movilización del 20 de julio, dirigentes de las distintas organizaciones, como Yolis Correa, de la Asociación Nacional de Zonas de Reservas Campesinas en el departamento de Sucre, resaltó la importancia de la propuesta de reforma agraria del gobierno y rechazó “las posturas de algunos sectores que ven al campesinado como un ser de menos valor en la sociedad colombiana y que al momento de requerir de ellos lo hacen porque los necesitan y no por la convicción de que el campesinado es el eje de la economía del país. Considero que la reforma agraria, si se da como la plantea el gobierno, beneficiará directamente a 13 millones de colombianos y colombianas”.
hoy N° 2019 24/07/2024
