La vicepresidenta Victoria Villarruel se subió a la polémica por el contenido equivocado y racista de un video del jugador Enzo Fernández, de la selección argentina de fútbol, contra jugadores franceses, pese a que el propio Fernández pidió disculpas.
La vicepresidente apoyó las declaraciones del jugador de fútbol, afirmando “Ningún país colonialista nos va a amedrentar por una canción de cancha ni por decir las verdades que no se quieren admitir. Basta de simular indignación, hipócritas. Enzo yo te banco, Messi gracias por todo! ¡Argentinos siempre con la frente alta! ¡Viva la Argentinidad!”.
Villarruel miente, y al mejor estilo de la oligarquía asesina de pueblos originarios en el siglo 19, se disfraza y usa la bandera argentina y la “argentinidad”, para defender los intereses de los sectores más reaccionarios y fascistas de las clases dominantes.
Hay una larga historia en este uso de la “argentinidad” por parte de la derecha argentina. El general Roca justificó el genocidio de pueblos y naciones originarias que la historia oficial llama “Campaña al Desierto”, en nombre de la “nacionalidad argentina”. Las patotas parapoliciales que apaleaban obreros en las rebeliones de comienzos del Siglo 20, lo hacían agrupados en la Liga Patriótica Argentina. La dictadura genocida de Videla-Viola cometió las peores aberraciones hablando de “la recuperación de los valores esenciales de la Patria”.
El “anticolonialismo” de Villarruel
Como señalamos en la Hora Política de nuestro número anterior (hoy 2019), Villarruel se expresa en redes sociales señalando el carácter colonialista de Francia, “Pero no se conoce ningún reclamo de la vicepresidenta, cuando en nombre de los colonialistas ingleses, su entonces primer ministro Cameron visitaba nuestras Islas Malvinas en febrero pasado, ni cuando sus socios yanquis, como la jefa del Comando Sur yanqui, generala Laura Richardson, viene a la Argentina para instalar de la mano de Milei una base yanqui en Tierra del Fuego. Tampoco cuando el FMI opera sobre la economía argentina. Parece que su indignación y su ‘anticolonialismo’ llegan hasta las canciones de cancha”.
Mientras la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, salía corriendo a la Embajada de Francia para disculparse por las declaraciones de Villarruel, horas antes del viaje del presidente a este país, donde se reuniría con el presidente francés Macron, Villarruel seguía tuiteando su defensa de “la argentinidad”.
Se expresan así contradicciones en el gobierno, como parte de las diferencias entre sectores del bloque de clases dominantes, unidos en una política hambreadora, entreguista y represiva, como se vio en el desempate de Villarruel en el Senado a favor de la Ley Bases.
Villarruel defiende a los genocidas
La vicepresidenta salió con estas declaraciones contra Francia, en el momento que se conoció la reunión de varios diputados y diputadas de La Libertad Avanza con represores presos, entre ellos Alfredo Astiz, sentenciado, entre otros crímenes, por el secuestro y desaparición de dos religiosas francesas, Alice Domon y Léonie Duquet, en diciembre de 1977. Capturadas y torturadas en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), fueron arrojadas vivas al Río de la Plata.
Varias organizaciones de derechos humanos francesas repudiaron las reuniones con los genocidas y la visita de Milei, como la propia abogada que llevó adelante una causa contra Astiz en Francia a comienzos de la década del ’90, donde fue sentenciado “en ausencia” a cadena perpetua por estos crímenes.
Ya en noviembre del año pasado, en un artículo del compañero Cordelli (ver ¿Quién es Victoria Villarruel? hoy 1987), hicimos la historia de la hoy vicepresidenta. Villarruel es fundadora de la asociación civil autodenominada Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), y según consigna Cordelli “El recorrido de Villarruel no deja dudas en cuanto a sus vínculos con sectores de la Inteligencia Militar de la dictadura, en particular con los sectores identificados con el genocida Videla, a quien entrevistó cuando estaba detenido”.
Con estas reuniones con los genocidas, en las que participó entre otros Guillermo Montenegro, hasta no hace mucho el principal “operador político” de la vicepresidenta, el gobierno prepara nuevos pasos hacia la impunidad de los represores, con quienes, según denuncias periodísticas, los diputados discutieron un plan para su salida de la cárcel. Esa es la “argentinidad” que defiende Villarruel, represión al pueblo e impunidad para los genocidas.
Los comunistas revolucionarios, como escribía nuestro camarada Eugenio Gastiazoro en el Día de la Bandera del 2019 “reivindicamos la bandera creada por Belgrano, porque ella fue el estandarte de la unidad de nuestros pueblos en la lucha por la libertad y la independencia del colonialismo español. Y también al sol que incluyó San Martín en la misma, como símbolo de la prolongada guerra liberadora, en unidad con los pueblos hermanos de Chile, Bolivia y Perú. Y denunciamos a su vez a la oligarquía de grandes terratenientes y mercaderes que, apropiándose de ella, la usó para llevar a nuestro país a la guerra fratricida contra Paraguay en 1865, masacrar a los pueblos originarios de las regiones pampeana, patagónica y chaqueña, apropiarse de la tierra, someter a los trabajadores criollos e inmigrantes y avasallar nuestro país a su asociación con el imperialismo, reprimiendo en su nombre a quienes se rebelan”.
Escribe Germán Vidal
hoy N° 2020 31/07/2024