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02 de octubre de 2024

Erdogan dirige un régimen presidencial fascista. Nota 1 de 2

Realidad y luchas en Turquía y Kurdistán

Publicamos la primera parte de una entrevista a la camarada Sarya Ekin, del Partido Comunista Marxista-Leninista (MLKP) sobre la situación política, económica y social hoy en Turquía y Kurdistán.

Turquía es un país multinacional y capitalista de desarrollo medio en el que gobierna la oligarquía capitalista que colabora con los monopolios financieros, industriales y comerciales del imperialismo. El país es una colonia económico-financiera del imperialismo occidental. En esta relación colonial, la agricultura tradicional de Turquía ha sido liquidada. El precio de la mano de obra se ha reducido al mínimo.

Pero la propia Turquía es también una potencia colonial. La turquificación de la sociedad y la asimilación de pueblos y comunidades religiosas siguen teniendo repercusiones hasta nuestros días. El chovinismo turco y el racismo son aspectos esenciales que influyen en la conciencia de las amplias masas en beneficio del Estado burgués.

El Estado turco coloniza el Kurdistán del Norte, el este del país, bajo la garantía del Acuerdo de Lausana [firmado en 1923 y que establece las fronteras de Turquía] y niega la existencia del pueblo kurdo, cuyos levantamientos han sido sellados por masacres en la historia. Las otras partes del Kurdistán también han estado sometidas al dominio colonial de Irak y Siria tras la primera guerra imperialista de partición por parte de los colonizadores imperialistas de Inglaterra y Francia. Irán es el dominador colonial histórico del Kurdistán oriental. La situación y el desarrollo de las partes del Kurdistán difieren enormemente entre sí, el nivel de liberación nacional va desde una Administración Federal en el Kurdistán del Sur (Irak) que colabora con EEUU y está dividida en sí misma, hasta la Administración Autónoma democrática anticolonial liberadora de las mujeres en el Kurdistán Oeste (Siria), así como la opresión masiva, la persecución y décadas de luchas armadas en el Kurdistán Norte (Turquía) y el Kurdistán Este (Irán).

Kurdistán del Norte es la mayor de estas colonias y sufre bajo el dominio colonial de Turquía, donde prevalece el fascismo. Como consecuencia de la crisis económica de 2001, el AKP islámico fue elegido gobierno en noviembre de 2002 bajo un rumbo orientado a la UE con discursos de «reforma» y «cambio». Durante este período de gobierno, que se caracterizó por diversas luchas de poder dentro del régimen, acontecimientos histórico-mundiales como los levantamientos populares árabes, que también condujeron a un histórico levantamiento nacional en Turquía en 2013 y el inicio de la revolución democrática en Rojava-Kurdistán Occidental, la política estatal turca se desarrolló hacia la agresiva dictadura presidencial fascista política-islamista expansionista bajo el jefe Recep Tayyip Erdogan.

En Turquía, desde un referéndum constitucional en 2017 y las elecciones presidenciales en 2018, se ha iniciado un proceso de reestructuración del Estado en el que se ha establecido un régimen presidencial fascista, centralizado bajo el control y los poderes casi ilimitados del jefe de Estado y líder del AKP Recep Tayyip Erdogan, al que nos referimos como jefe de un régimen fascista político islamista. Estos años se caracterizan por el terror ininterrumpido del Estado colonial y los ataques de invasión contra Rojava y Kurdistán del Sur con numerosos ataques aéreos. El Estado ha ampliado inmensamente sus mecanismos de control interno y sus medidas de seguridad y ha modernizado y desarrollado su complejo militar.

Una característica distintiva del régimen actual es que el islamismo político fascista se ha convertido en la ideología oficial del Estado, influyendo en todo el sistema educativo y la vida social.

La situación económica del país es turbulenta. Bajo el régimen del AKP, Turquía se ha vuelto aún más dependiente de las importaciones para la producción industrial y de los flujos financieros internacionales.

La inflación, que según investigaciones de instituciones independientes es del 90,35%, y el aumento del coste de la vida han provocado una importante caída de los salarios reales. También ha crecido la proporción de hogares endeudados, lo que ha provocado una desigualdad social alarmante y un aumento de la miseria social. Existe una importante crisis de empobrecimiento en el país. Los refugiados se encuentran entre los sectores más pobres del país. La mayoría de los trabajadores migrantes y refugiados en Turquía, principalmente sirios y afganos, están empleados en las peores condiciones laborales. El trabajo infantil entre ellos está muy extendido.

 

-¿Cuáles son los principales sectores sociales con los que trabaja su partido en la búsqueda de la concreción de sus objetivos políticos?

-El sector principal de nuestro partido es la clase obrera del país. Nuestro partido se fija la misión de ser el partido revolucionario de la clase obrera de los distintos pueblos de Turquía y Kurdistán. Las mujeres son otra base importante de nuestro partido. Esto incluye nuestras estructuras específicas entre las mujeres proletarias, así como las mujeres jóvenes y diversas formas de organizaciones de mujeres. La juventud es un sector social principal al que llegamos con asociaciones y organizaciones locales y federativas, tanto a nivel de enseñanza secundaria como universitaria. La Organización Juvenil Comunista (KGÖ) es la organización juvenil del partido, organizativamente independiente, ideológica y políticamente bajo la dirección del partido.

El trabajo por la liberación nacional dentro del pueblo kurdo, el trabajo dentro del movimiento democrático aleví (una comunidad religiosa oprimida en Turquía) y otros trabajos, como dentro de la pobreza urbana en los barrios, organizaciones de arte y cultura son posiciones importantes del partido. La ecología también es un campo en el que nuestro partido se organiza y desarrolla su perspectiva.

Todos estos sectores sociales son la base fundamental de nuestro programa mínimo de revolución democrática antifascista, antiimperialista, anticolonialista y liberadora de género con la perspectiva del socialismo. La esencia de nuestra revolución es la conquista de la libertad política. Con este objetico nos dirigimos a los trabajadores y oprimidos de todos los pueblos de Turquía y Kurdistán, incluidos los lases, romaníes, abjasios, georgianos, circasianos, árabes, armenios, griegos, bosnios, pomacos, asirios, yazidíes, alevíes y cristianos.

 

-¿Cómo es el trabajo en el movimiento de mujeres?

-La opresión de clase y la opresión sexual forman un todo orgánico en la sociedad capitalista patriarcal, contra el que es necesario un programa y una estrategia revolucionarios. Este programa revolucionario de liberación de la mujer es el programa de la revolución de las mujeres, que forma parte de la revolución social. Además de la destrucción del dominio del capital, la mujer proletaria también necesita la destrucción de todos los pilares económicos del patriarcado y el fin de su influencia en las relaciones sociales, porque la propiedad privada sobre los medios de producción también constituye la base del orden social patriarcal. El orden social basado en la propiedad privada es, por tanto, abordado como un todo orgánico tanto por la revolución proletaria como por la revolución de las mujeres bajo la dirección de la mujer proletaria.

Por esta razón, concedemos gran importancia al trabajo en el movimiento de mujeres como fuerza política de la revolución de mujeres y trabajamos activamente en él tanto con las organizaciones de mujeres socialistas de masas como con las organizaciones de mujeres jóvenes y las estructuras de mujeres del frente obrero. Luchamos por la unificación del movimiento de mujeres contra el fascismo y, frente a la inmensa represión dentro del movimiento y el objetivo del Estado de desorganizar y aislar a las mujeres, nos comprometemos a formar el movimiento de mujeres en una barricada contra el fascismo, a pesar de las disputas ideológicas y políticas, y a sacarlo adelante desde una posición defensiva.

La reorganización ideológica del Estado y la sociedad sobre una base política islamista expone a las mujeres y las diversidades a ataques estratégicos. El objetivo de los ataques misóginos del bloque gobernante más reaccionario y fascista del patriarcado en la historia de la República Turca es objetivar a las mujeres en un papel de siervas y sumisas en la esclavitud doméstica según las necesidades de los hombres en relación con la consolidación de la familia burguesa. La lucha contra el feminicidio, la lucha contra la violencia sexual contra los niños, la lucha contra el empobrecimiento de las mujeres y la solidaridad de las mujeres son temas importantes de lucha en nuestro tiempo.

El programa del movimiento de mujeres prevé una Unión de Repúblicas Populares en la que las mujeres participen en el poder de forma igualitaria e independiente y estén representadas equitativamente en todos los cargos. Como preparación indispensable para este programa, las mujeres de nuestro partido cuentan con una organización autónoma de mujeres llamada Organización de Mujeres Comunistas (KKÖ), que decide a todos los niveles sobre las cuestiones políticas, teóricas, ideológicas y organizativas de la liberación de género en intercambio democrático con los camaradas. Es la estructura interna paralela e igualitaria de las mujeres y la mitad del sistema de dirección del partido.

 

hoy N° 2029 02/10/2024