-¿Podrías narrar cuál es la situación actual en Rojava y la zona del Kurdistán Sirio?
-En Rojava, la Revolución del Kurdistán y la revolución regional ha alcanzado su nivel más avanzado desde su inicio en 2012. Esta revolución ha convertido la cuestión nacional kurda aún más en una cuestión internacional y ha conectado aún más el destino de todas las partes del Kurdistán, que ha sido dividido en pedazos por el imperialismo.
Después de que las fuerzas revolucionarias de Rojava derrotaran al ISIS yihadista con grandes sacrificios y con la participación de voluntarios internacionalistas, comenzó un nuevo proceso en la región. Hoy, Rojava, Siria y Kurdistán del Sur, Irak, están bajo los continuos ataques de ocupación directa del Estado turco de la OTAN, que se apoya en varias bandas yihadistas en Siria y ha ocupado las ciudades de Idlib, Azaz, Al Bab, Cerablus, Girê Spî, Afrin y Serêkaniyê. En estas zonas se aterroriza a la población y se aplica una política de turquificación y reasentamiento al servicio de la limpieza étnica. El objetivo de estos ataques es la expansión de las fronteras turcas de acuerdo con los sueños neo-otomanos de las fronteras históricas de Misak-ı Millî, el aplastamiento de la revolución kurda y el sometimiento de los pueblos.
La superioridad aérea del Estado colonial turco, que recibe luz verde para sus ataques con drones tanto del imperialismo estadounidense como del ruso, permite al colonialismo turco llevar a cabo ataques selectivos contra líderes revolucionarios, como nuestros miembros del CC Bayram Namaz y Zeki Gürbüz, así como ataques contra la población y las infraestructuras con el fin de desestabilizarlas. Al mismo tiempo, se ha levantado un muro en la frontera con Turquía y se ha asegurado la frontera con el Kurdistán del Sur. Un embargo pretende agravar aún más la situación en la región. Dentro de la región, los servicios secretos turcos han ampliado masivamente sus actividades para seguir alimentando la desestabilización de la región. El mayor enemigo de los pueblos del norte y el este de Siria es el colonialismo turco, que ha convertido al PDK kurdo en el Kurdistán del Sur en su aliado en Irak, y busca en vano negociar con Assad en Siria. Las experiencias de las guerras de agresión turcas han preparado a las fuerzas revolucionarias y a toda la defensa del pueblo para una nueva era. Uno de los mayores de estos desafíos es, sin duda, la presencia del imperialismo estadounidense en la región, que continúa su cooperación limitada y extremadamente poco fiable con las fuerzas revolucionarias, que comenzó como una relación militar táctica en la lucha contra el ISIS. El imperialismo estadounidense quiere sofocar la revolución desde dentro y destruir su calidad revolucionaria. La revolución se enfrenta a grandes desafíos y debe superar muchos peligros.
-¿Cuál es la propuesta del Partido en relación al Kurdistán?
-Nuestro partido se define como la vanguardia comunista del proletariado de Turquía y del proletariado del Kurdistán y ve como una acción natural de su condición de existencia hacer la guerra contra el colonialismo en todas las partes del Kurdistán y defender las posiciones conquistadas. Por ello, nuestro partido está en las Zonas de Defensa de Medya (Irak) junto con el PKK en el marco de la preparación revolucionaria.
Nuestro partido se define como «socialista-patriótico» en la lucha de liberación nacional kurda que pone de relieve la lucha por la liberación nacional del Kurdistán y, al mismo tiempo, muestra a los obreros y trabajadores kurdos el camino hacia la liberación socialista.
Por lo tanto, persigue la perspectiva de resolver la cuestión nacional kurda a través de una «Unión de Repúblicas Populares», que incluye también el derecho a la organización independiente de la nación kurda como Estado. Esto significa una unidad de repúblicas populares plenamente iguales. Una unión federal de nuevos Estados democrático-revolucionarios cambiará todo el panorama de Oriente Medio. En otras palabras, la cuestión kurda es al mismo tiempo una cuestión de revoluciones unidas que incluyen las revoluciones de los turcos, árabes y persas, así como de todos los pueblos de los Estados coloniales del Kurdistán.
En la lucha contra el colonialismo y el fascismo, nuestro partido toma en sus propias manos la cooperación con el PKK, que lucha por la liberación nacional del Kurdistán, como una tarea estratégica y lucha por un Kurdistán libre con abnegación. La lucha armada kurda es el mayor baluarte contra la dictadura de Erdogan.
-¿Cuál es la salida que proponen para Turquía?
-Nuestro próximo objetivo de la revolución democrática antifascista, antiimperialista, anticolonialista y liberadora de género tiene como tarea fundamental conseguir la libertad política y conquistar la liberación nacional. La clase obrera y los trabajadores, las mujeres, las comunidades religiosas oprimidas ganarán su libertad. Las naciones conquistarán su derecho a la autodeterminación. Como garantía de la construcción de una nueva sociedad de acuerdo con la línea de la liberación de la mujer, las mujeres también organizarán sus propias estructuras sociales de forma independiente y, además de la representación conjunta en todas las instituciones, se creará la Unión de Consejos de Mujeres Obreras y Trabajadoras.
En este camino revolucionario, Turquía debe abandonar la OTAN y dejar de pertenecer a cualquier bloque imperialista o reaccionario, militar o político. Las obligaciones secretas y abiertas deben ser canceladas, todas las deudas y obligaciones con los estados imperialistas, las corporaciones multinacionales y las instituciones financieras imperialistas como el FMI y el Banco Mundial deben ser declaradas nulas y sin efecto. Para esta revolución utilizaremos todos los medios y formas de lucha probados en la historia de la lucha de clases, armados y pacíficos, legales y clandestinos.
La lucha unida y la formación de frentes democráticos y revolucionarios son un elemento central de la acción y de la táctica revolucionaria de nuestro partido. La cooperación entre las fuerzas revolucionarias es de alto nivel y se manifiesta hoy en particular en la formación del combativo Movimiento Unido Revolucionario de los Pueblos (HBDH). HBDH, que fue fundado por ocho partidos y organizaciones revolucionarios, entre ellos el PKK, el TKP-ML (Partido Comunista de Turquía Marxista-Leninista), el MKP (Partido Comunista Maoísta) y nuestro partido, lucha por la revolución unida en Turquía y Kurdistán, una conexión entre la lucha de liberación nacional kurda y el movimiento obrero en Turquía.
-¿Algo más que quieran agregar?
-Para el desarrollo revolucionario en Turquía y Kurdistán, la historia revolucionaria de Argentina, con sus grandes vanguardias como Otto Vargas, ha sido siempre una fuente de inspiración y de lecciones históricas. Muchos paralelismos atraviesan nuestras historias, en las que las luchas de Argentina fueron importantes para nuestras luchas, como las experiencias de resistencia contra la dictadura militar y la clandestinidad, la lucha de las Madres de la Plaza de Mayo contra las desapariciones, que se han convertido en un modelo a seguir para nuestras Madres del Sábado, o el movimiento unitario de masas de mujeres y sus desafíos, del que aprendemos mucho. Seguimos con gran interés las luchas de la clase obrera y los oprimidos argentinos, así como de sus paladines revolucionarios, de los que el PCR es un actor principal, contra el fascista Milei y su programa antiobrero y antimujer de explotación y empobrecimiento desenfrenados.
El capitalismo ha llegado a su crisis existencial y la polarización hacia el fascismo y, como respuesta necesaria, el comunismo, está llegando a su punto álgido en todo el mundo. El fascismo, con sus nuevos movimientos y manifestaciones, se está convirtiendo en un problema mundial cuya respuesta más decidida son los comunistas. El movimiento revolucionario mundial se enfrenta a grandes desafíos, que se reflejan en la madurez de las condiciones objetivas para el socialismo y en la contrastante crisis estructural e histórica del movimiento comunista mundial, que debe realizar su reorganización de acuerdo con las exigencias actuales. En este proceso de reorganización, en el que los sujetos revolucionarios deben adaptarse a las condiciones de su tiempo, se nos plantea la tarea de la renovación y la camaradería internacional sobre la base de la práctica revolucionaria y la solidaridad. Con nuestro 7º Congreso del año pasado, reafirmamos nuestra voluntad de levantar la bandera del comunismo contra los ataques liquidacionistas globales de la burguesía, de rechazar las más grandes masas, de adaptarnos a las condiciones de clandestinidad del siglo XXI y de luchar por la revolución con grandes sacrificios. Llevamos a cabo nuestra lucha en el espíritu del internacionalismo proletario y siempre con el objetivo de apoyar la lucha de nuestros hermanos y hermanas del otro lado del globo.
¡Saludos a los antifascistas consecuentes y comunistas revolucionarios de Argentina!
hoy N° 2030 08/10/2024
