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16 de octubre de 2024

Paro, vigilias, tomas y marchas en defensa de la universidad pública

Si hay veto, hay lucha

El miércoles 9, en otra vergonzosa sesión, la Cámara de Diputados ratificó el veto de Milei a la Ley de Financiamiento Universitario. Conversamos con Nehuén Corbeletto, coordinador de la Corriente Estudiantil Popular y Antiimperialista (CEPA), sobre el creciente protagonismo del movimiento estudiantil.

Para mantener el veto el gobierno contó con la complicidad de los diputados de La Libertad Avanza, y con el bloque del Pro, cuatro “radicales con peluca”, tres de Tucumán que responden al gobernador, el MID y un diputado santacruceño, sumando 84. Esto se combinó con las abstenciones y ausencias, que favorecieron al oficialismo porque para voltear el veto se precisaban dos tercios de los votos presentes, y se llegó a 160 (se necesitaban 168).

El veto y su ratificación son parte del ataque de este gobierno a las universidades nacionales y a la educación pública en general, que viene ahogando el presupuesto universitario dejando a docentes y no docentes bajo la línea de pobreza, y eliminando partidas para becas y comedores estudiantiles.

A una semana de la gigantesca Marcha Federal Universitaria, se llegó al día de la votación en medio de una creciente oleada de vigilias, ruidazos y tomas en facultades de todo el país.

Frente al Congreso, al comienzo de la sesión legislativa los gremios y las organizaciones estudiantiles convocantes de la jornada del 2 se movilizaron y, en una conferencia de prensa, volvieron a ratificar su apoyo a la Ley de Financiamiento Universitario.

Ahí, la compañera Francisca Staiti, secretaria general de la Conadu Histórica, anticipó “Si hay veto, hay paro”. Luego de conocido el resultado de la votación, con las fuerzas represivas de Patricia Bullrich una vez más provocando y reprimiendo a los manifestantes, el Frente Sindical Universitario llamó a paro total en las 62 universidades nacionales para el jueves 10, y en una reunión posterior resolvió paro de 24 horas para el 17, y una semana de lucha a partir del 21 de octubre.

El mismo miércoles 9, decenas de asambleas estudiantiles y docentes en todo el país resolvían vigilias, marchas y tomas en por lo menos 26 universidades nacionales, con gran protagonismo y organización del movimiento estudiantil.

 

Hay una gran movilización estudiantil

Sobre este proceso de lucha, Nehuén Corbeletto decía en primer lugar que “En todo el país hay una gran movilización de estudiantes en rechazo a la votación del Congreso que reafirmó el veto del gobierno de Milei. Veníamos de un proceso con varias vigilias y tomas los días previos a la sesión en el Congreso en la UBA, Tucumán, Rosario, La Plata, La Pampa, Jujuy, etc. La ratificación del veto provocó una reacción muy grande, con vigilias, tomas y asambleas. El mismo miércoles 9 por la noche hubo varias asambleas que resolvieron tomas en sus facultades, para esa misma noche como en Cs. de la Educación en Bahía Blanca, Artes de Tandil, Humanidades de Jujuy, Sociales de Córdoba, el rectorado en Mendoza y en La Pampa. Se tomaron algunas universidades del conurbano y una vigilia en Moreno. En La Plata se hizo una concentración que terminó tomando el rectorado. En Rosario y en la Universidad de Quilmes se hizo un ruidazo y en Paraná un cacerolazo frente a Casa de Gobierno.

El 10, aún en medio del paro resuelto por los gremios, en varias facultades hubo asambleas estudiantiles que discutieron cómo seguir. Algunas ya definieron tomar la Facultad como en Psicología de Tucumán. Lo que hay es una reacción nacional de los estudiantes de repudio a la decisión del Congreso de reafirmar el veto a la ley de financiamiento universitario. Veníamos de paros de los gremios, ahora el cambio es que los estudiantes comenzamos a ganar protagonismo. Y esto va a seguir. Hay varias asambleas planificadas para la semana del 14 para continuar la lucha por defender la Universidad pública del brutal ajuste y ataque que está haciendo el gobierno de Milei”.

Sobre las implicancias del veto, Corbeletto asegura que “es una nueva provocación a los estudiantes y a la Universidad pública. Incluso excede la situación universitaria porque hay una situación social y económica en el país que es muy jodida. O sea, hay un 52% de pobres. La guita no alcanza. El 70% de los docentes universitarios están por debajo de la línea de pobreza. Nunca hubo una situación tan grave, denuncian los docentes y los no docentes.

“Por el lado de los estudiantes, vivimos el problema de poder acceder y continuar los estudios, con lo caro que está todo. Con los alquileres que han subido por las nubes, con el tema del transporte, con muchas provincias en las que no hay boleto estudiantil. Se empieza a generalizar algo que ya existía, de trabajar para poder estudiar, y muchos que deben abandonar los estudios para trabajar.

“La Ley de Financiamiento Universitario venía a garantizar un piso, no resolvía el problema de fondo. Hay problemas que se agravaron con este gobierno, como la falta de bandas horarias para los estudiantes que trabajan. La Universidad requiere más presupuesto, para tener más cátedras, más docentes. Con la política del gobierno de Milei eso es imposible, porque achican los salarios. La ley de financiamiento universitario lo que permitía era un aumento salarial acorde a la inflación. Otro tema es la investigación, que requiere un presupuesto acorde con la inflación.

“Las y los estudiantes venimos reclamando también por las becas. La beca Progresar, que es un programa nacional estuvo congelada en 20 mil pesos, y recién ahora en octubre la subieron a $35 mil, cuando tendría que ser de al menos $75 mil. La Ley de Financiamiento, sin resolver todos los problemas, permitía un piso, que este gobierno no quiere dar. Por eso la reacción se expresa en las asambleas y tomas.

“Porque sabemos que, por ejemplo, si no se bajaban los impuestos a los más ricos, como Bienes Personales, con eso se podía cubrir el presupuesto. Esto no lo decimos sólo nosotros. Lo afirmó el consejo de rectores. Milei lo planteó cuando anunció el presupuesto para el año que viene. Todas las leyes que vayan en contra de mi objetivo del superávit fiscal las vamos a vetar”.

 

Hay plata para las universidades

“Nosotros decimos que hay plata. Una parte es el tema de los impuestos a los bienes personales. Está la deuda externa, por la que se van inmensas cantidades de dinero de la Argentina que se podrían volcar, no sólo a la universidad, sino a la producción y a todos los problemas que hay. Es mentira que no hay plata. Hay, pero se la apropia una minoría que se la lleva afuera del país.

“Este veto de Milei, dice Nehuén, tiene que ver con el plan del gobierno para la Argentina del sector de las clases dominantes que está atrás de Milei ¿Qué están buscando para la universidad? Milei necesita atacar a la universidad pública, como necesitó la Ley Bases y el RIGI.

Necesitan que la Universidad esté al servicio del tipo de país que añora Milei, que es el de principio del siglo pasado, agroexportador y desindustrializado. Un país en función de las exportaciones a las grandes potencias que se disputan los recursos, un país alineado con Estados Unidos, Inglaterra e Israel, y eso es más atraso y más dependencia para la Argentina.

“La universidad es terreno de disputa, por todo lo que ha aportado en lo que hace a la industria, en los temas sociales, para el desarrollo científico y tecnológico. Eso es lo que quiere barrer Milei, para potenciar una Universidad privatizada vinculada a esas exportaciones y a esa privatización de la economía. Por eso para Milei es un obstáculo la Universidad pública hoy como la concebimos y la conquistamos. Para ellos es un problema que haya una universidad gratuita a la que accedan miles de jóvenes.

Sobre cómo va a continuar la lucha en lo inmediato, el dirigente de la CEPA nos decía que este proceso de asambleas, vigilias y tomas está creciendo, incluso en algunos lugares por fuera de las direcciones de los centros de estudiantes. “La Franja Morada, que dirige la FUA y la mayoría de los centros, hasta ahora fue atando las medidas contra el veto a los tiempos del Congreso. En este nuevo proceso hasta ahora viene por fuera: no impulsa las asambleas, vigilias ni tomas. Es un proceso que viene desde abajo, y en las asambleas se discute cómo seguir. Es muy importante que esto tiene un carácter muy federal, y se extiende en todas las universidades del país.

“Lo otro que aparece es cómo unir la lucha estudiantil y universitaria con las luchas que hay en todos los sectores. Se vincula el problema de la Universidad con la lucha contra el cierre del hospital Bonaparte, con la de los trabajadores aeronáuticos contra la privatización de Aerolíneas. Con la lucha de las y los jubilados, y la de las organizaciones sociales contra el hambre. Todas estas luchas se dan en simultáneo, y nosotros estamos buscando cómo pueden confluir, porque necesitamos otra política, para otro país”.

Finalmente, Nehuén nos decía, sobre las perspectivas de este proceso en el movimiento estudiantil: “Lo que sucede con el veto es que el gobierno demuestra una vez más su intransigencia en su política de desprestigiar y atacar la universidad pública. Esto hace que aparezca con más nitidez que no hay posibilidad de que la universidad pública siga existiendo con este gobierno. Por eso trabajamos para torcerle el brazo a la política de Milei, y lo hacemos poniendo el foco para que el conjunto de los estudiantes protagonice esta pelea. Por eso buscamos que desde cada curso y en asambleas por facultad se tomen las decisiones para continuar la lucha y desde ahí, que confluya en las calles y multisectoriales con las luchas de los otros sectores populares. La Marcha Federal que se prepara para fines de noviembre tiene que tener protagonismo de los estudiantes para abonar en ese camino”.

 

Hoy N° 2031 16/10/2024