Casi 400 personas participamos de las comisiones de discusión durante la mañana y finalmente se expusieron las conclusiones en el acto de cierre. Entre los ejes principales en torno a los cuales giró el debate, se reivindicaba la amplia participación de diversas organizaciones, corrientes y regionales diferentes, multisectoriales de otros municipios, con miradas y posturas diferentes.
Se planteaba la necesidad de definir al enemigo, que son los grupos trasnacionales detrás de Milei. Porque el poder lo tiene el que controle la economía. Y eso son los monopolios imperialistas y el FMI. Estos son los que vienen a quedarse con la energía atómica, el litio, la Pampa Húmeda, Aerolíneas Argentinas, los Ferrocarriles, las Islas Malvinas, etc.
A su vez, nos preguntábamos cómo lo vamos a derrotar. Y enseguida aparecía en la discusión la necesidad de la unidad de la clase trabajadora y del campo popular, como condición para la derrota de esos grupos. La unidad por abajo. El construir con el que piensa distinto para que prime lo común. La lucha es una sola porque hay solo un enemigo. Por ello, requiere de mucha responsabilidad en sostener la unidad. No solo unidad en la calle sino unidad en lo programático y eso está por encima de todo, no nos puede ganar lo secundario.
Y en ese proceso de construcción, se planteaba el cómo interpelar a nuestros vecinos. La necesidad de ir casa por casa, a los clubes, sociedades de fomento y demás centros de organización vecinal de los trabajadores, tal como diferentes organizaciones lo vienen haciendo, junto con los paros y demás medidas de fuerza. Se decía que “no tenemos que bajar a ningún lado porque somos el pueblo, estamos abajo”. Esto llevaba la discusión al planteo de la construcción de una nueva democracia, que no es solo ir a votar cada dos años, sino una democracia participativa, directa, desde abajo.
En el marco de la acción, se propuso acompañar todo el movimiento universitario contra los que buscan cerrar las universidades. Apoyo de la lucha de la universidad y la educación pública. Y acompañar la lucha de jubilados, por los despidos en el Posadas, etc. Es decir, solidaridad con toda lucha de cualquier sector. Pero a su vez se ve la necesidad de centralizar las luchas y así evitar la fragmentación como quiere el enemigo, que cada uno luche por su lado. Dejar de pensar en movimiento individual de cada sector y la competencia entre sectores por quién tiene mejor paritaria.
Por último, reivindicamos el papel que tiene Moreno para la pelea de los laburantes de la provincia y el país. Acá hay unidad desde hace mucho, marcamos un camino en ese sentido. No es casualidad los 10 meses de lucha de la multisectorial. Y todo eso se tiene que multiplicar en toda la provincia de Bs. As. La unidad de los diferentes sectores surge antes de Sandra y Rubén, en 2016 cuando asume Macri y numerosas organizaciones se juntan para pelear. Y todo ese proceso desemboca en el llamado “Morenazo” de 2018, como hito de organización popular y de democracia participativa y protagónica del pueblo de Moreno, que emerge a partir de la lucha por escuelas dignas. Cerró la jornada con los discursos de Gastón, delegado de base de la Federación Gráfica Bonaerense, Cristian Erramouspe, Secretario de Acción Política de la UTEP, Pablo Maciel, Secretario General de la SICOP, Agustin Lecci, secretario general de SIPREBA, Pablo Lombardi del Sindicato de Canillitas, Oscar “Colo” De Isasi, secretario general de ATE nacional, Walter Correa, ministro de trabajo de la provincia de Buenos Aires y por último el secretario general de SUTEBA provincia Roberto Baradel.
Corresponsal