La semana pasada comparecieron los testigos. Los presentados por la defensa entraron en contradicciones, al extremo que uno de ellos será acusado de falso testimonio ya que en 1984 firmó un acta y hoy negó que fuera su firma; ordenada una pericia caligráfica se constató que mentía.
También declaró la esposa de Vargas Agniase y una mujer que estaba en la casa (pariente de 18 años en aquel momento), ambos relatos coincidieron y describieron cómo un grupo con cara cubierta que se identificó como policías, lo encapuchan y se lo llevan, amenazando con llevarse un hijo (los chicos tenían 2,4 y 6 años) si no se apuraba.
El relato más estremecedor fue el de Gustavo Herrera, que relató las torturas sufridas por él y otros detenidos provenientes de la “Escuelita de Famaillá”.
El martes 19 (al cierre de esta edición) seguirían los testimonios, pero sólo de la fiscalía; ya que la defensa retiró los suyos porque teme que les jueguen en contra.
02 de octubre de 2010