El gobierno nacional propone un plan de modernización del INTA, escondiendo su verdadera razón que es hacer un INTA para pocos. Es por eso por lo que para atender solamente a un puñado de terratenientes y a los 2.000 o 3.000 pooles de siembra les sobra el personal. Así, proponen despedir trabajadores (gran parte científicos que ingresaron por concurso) y que el mismo Estado ha invertido en su formación con maestrías y doctorados.
Hacen negocios con el INTA como lo hicieron con otros organismos del Estado. Vienen a vender las tierras, empiezan por la de Cerrillos (Salta) y el edificio de calle Cerviño (CABA) en las que INTA realiza investigaciones y extensión, recursos estratégicos sin los cuales el trabajo y la función del INTA no podrían llevarse adelante.
En este mismo sentido, también viene reduciendo drásticamente los fondos para todo el sistema de ciencia y tecnología como es el INTA, INTI, Conicet, Senasa, las Universidades y todos los organismos que tengan que ver con el desarrollo productivo, el arraigo, el desarrollo rural de los pequeños y medianos productores y de la agricultura familiar, la producción de alimentos y el cuidado de los territorios.
Ya cerraron el Instituto Nacional de Agricultura Familiar Campesina e Indígena (Inafci), cerraron el programa Cambio Rural y el Pro Huerta, desfinanciaron la Ley Ovina y Caprina. Eliminaron la coordinación de AF con el Senasa y así vienen eliminando todos los organismos que acompañan políticas orientadas a los que más lo necesitan en el medio rural. Los han destruido o desfinanciado.
Para la política agropecuaria de Milei que beneficia a los grupos de terratenientes, pooles de siembra, grandes exportadores y especuladores financieros no es necesario un INTA tal cual está.
Al igual que en los años ‘90, donde un ministro de Agricultura dijo “Hay más de 200 mil productores que son inviables en la Argentina” y dejaron al país sin investigación y sin extensión, hoy pretenden lo mismo condenando a los campesinos pobres y medios a su desaparición, profundizando así la dependencia tecnológica y el atraso del país.
Es necesario defender al INTA ante el intento de Milei de desguazarlo. Para luego seguir peleando por un INTA y un complejo de investigación y de extensión argentino, de cara al desarrollo soberano, que incluya a los campesinos, los pequeños y medianos productores, las economías regionales, la agricultura familiar, y los pueblos originarios. Investigaciones de cara a los desafíos de soberanía nacional, que promuevan el aumento y la diversificación de la producción, con sustentabilidad ecológica, cultural, social y económica, que ayuden al arraigo de las familias campesinas y chacareras.
Es necesaria la más amplia unidad de todas/os los campesinos, pequeños y medianos productores, y sus organizaciones, las naciones y pueblos originarios, extensionistas y técnicos agrarios, estudiantes, investigadores y del pueblo en general para defender al INTA y todos los organismos claves para la defensa de la soberanía nacional y alimentaria, el arraigo y el desarrollo de la producción nacional de país.
hoy N°2038 04/12/2024