Al cierre de direcciones nacionales de programas de prevención de HIV, TBC y otras enfermedades, ahora se le ha sumado este anuncio, bajo un supuesto programa de reestructuración que afecta la continuidad y operatividad de todos los servicios de salud.
Un desmantelamiento y ajuste por parte del gobierno nacional que pone al sistema público de salud en peligro, en momentos en que crece la demanda en hospitales y centros de salud públicos como consecuencia del aumento de la pobreza y el desempleo.
No para la motosierra de Milei, quien celebró el recorte a través de sus redes sociales. Ya lo dijo en octubre pasado ante el círculo rojo en Mar del Plata que “por el tipo de ajuste que estábamos haciendo era importante hacer el ajuste en vacaciones para que la gente no se enterara tanto”.
Estos despidos se han concretado en los Hospitales Nacionales Bonaparte y Sommer, y en organismos estatales fundamentales para la salud de la población.
En el Hospital de Salud Mental y adicciones Laura Bonaparte de la ciudad de Buenos Aires el 15 de enero llegaron 200 telegramas de despidos que implican “la imposibilidad del funcionamiento del Hospital como tal, ya que se desmantelaron dispositivos asistenciales completos” denuncian sus trabajadores, alertando de que se trata de un cierre encubierto. Mantienen la permanencia en el hospital y convocan a un abrazo simbólico a la institución para el lunes 20 de enero. Como declaraba un profesional de la salud “estamos peleando para que el hospital siga abierto y siga brindando las prestaciones”.
Pretenden avanzar con el intento de cierre de octubre del año pasado que se impidió con la lucha de sus trabajadores y el apoyo de la comunidad.
En el Hospital Nacional Baldomero Sommer se produjeron 150 despidos. Ubicado en General Rodríguez, zona oeste del Gran Buenos Aires, se especializa en rehabilitación y cuidados paliativos de pacientes adultos y en la prevención de la enfermedad de Hansen (lepra), sus trabajadores han comenzado a organizarse en asambleas para resistir los despidos.
ATE nacional denuncia que “También se desarmó la Dirección de Vectores que llevaba adelante el estudio epidemiológico del dengue, vital para implementar nuevas medidas que impidan nuevos brotes. Además, el Ministerio de Salud decidió cerrar la Coordinación de Hepatitis Virales, la Dirección Nacional de Integración del sistema de Salud, la Coordinación de Salud Familiar, la Coordinación de Zoonosis y la Coordinación de Vigilancia Epidemiológica por Laboratorios, entre otras áreas”.
Es necesaria la más amplia solidaridad con las y los trabajadores que están resistiendo estas crueles medidas y lograr que se convoque a un paro nacional activo y multisectorial que permita la confluencia de las luchas para frenar la política de ajuste de Milei.
