La violencia estatal se instaló en la provincia mediante el Decreto N° 262/75 del gobierno de Isabel Martínez de Perón. Que señala que era tarea del Ejército “ejecutar las operaciones militares que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de elementos subversivos”.
La represión adquirió la metodología de genocidio: el secuestro, la tortura, la desaparición forzada y la implementación de centros clandestinos, con el pretexto de combatir un reducido foco guerrillero. Dicho Decreto dio inicio al Operativo Independencia, bajo las órdenes de los generales Acdel Vilas y Antonio Bussi.
El Ejército y la Policía -que pasó a depender de Jurisdicción Militar- reprimieron ferozmente al movimiento obrero, secuestraron, asesinaron y torturaron a trabajadores, campesinos, estudiantes, obreros, delegados y dirigentes, principalmente azucareros. Entre ellos, nuestro compañero Manuel Álvarez, obrero de Grafa.
Esta acción represiva debilitó al movimiento obrero, que venía organizándose desde hacía más de una década con importantes movilizaciones y lucha en los ingenios y en los surcos, mientras también había otros sectores que mostraban un alto grado de organización (docentes, ferroviarios, estatales, citrus, metalúrgicos). El movimiento estudiantil tucumano era uno de los más combativos del país, con una importante tradición de unidad obrera-estudiantil. Expresada con el ascenso revolucionario abierto con el Cordobazo, y en Tucumán, en noviembre de 1970 (el Tucumanazo) y junio de 1972 (el Quintazo), además de las grandes movilizaciones en mayo de 1969. Teniendo en cuenta esto, el Operativo Independencia también venía a golpear, aislar y desorganizar al movimiento obrero y popular. Abriendo el camino para el golpe cívico, militar que se instaló en nuestro país el 24 de marzo de 1976. Siendo la dictadura más sangrienta, que tuvo lugar en nuestra historia.
Nuestro Partido en una declaración del 5-6 de marzo de 1975 expresó que era un grave error del gobierno de Isabel Perón disponer la entrada del Ejército en operaciones, lo cual abría un camino sin retorno, al ir quedando la situación en mejores condiciones para el golpe proimperialista.
El PCR afirmó en ese momento: “La Patria está en Peligro” y señaló que se habrían dos caminos como lo dijo René Salamanca en agosto de 1975: o el golpe profundiza la dependencia del imperialismo, el poder de los monopolios y los terratenientes y la super explotación popular, o la lucha antigolpista aplasta a los conspiradores y avanza en las tareas de la liberación.
Hoy, 50 años después, nos quieren imponer otra vez un programa económico de hambre, desocupación y entrega, para eso necesitan instalar el negacionismo y resurgir posiciones reaccionarias, fascistas, reivindicativas del terrorismo de Estado.
Ante esta nueva andanada fascista, llamamos a la más amplia unidad de todas las fuerzas populares y democráticas para frenar este avance de la derecha y que solo con la unidad en las luchas y con un gran paro nacional activo y multisectorial puede parar al fascismo.
Partido Comunista Revolucionario de Tucumán