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12 de febrero de 2025

Amenazas arancelarias

Chantaje imperialista de Trump

“¡Es hora de que paguen un precio muy alto!”. Esa fue la frase de campaña con la que Trump anunciaba las amenazas a sus “enemigos”. Es una clara expresión de la disputa con otros imperialismos y de la dominación que ejercen los yanquis como principal potencia imperialista sobre los países oprimidos.

En este caso, ese precio tiene la forma de aranceles a los productos importados de México, Canadá y China. Impuestos del 25% con los países fronterizos, y del 10% a China.

Las economías de México y Canadá tienen como principal destino comercial a Estados Unidos, con lo que ese arancel las golpearía tremendamente. Las sanciones tienen como excusa contrarrestar el tráfico de fentanilo y los flujos migratorios en sus fronteras.

El chantaje arancelario con los países vecinos “duró un día”, ya que decidió postergar su aplicación por 30 días, a cambio de “medidas contra el ingreso de migrantes indocumentados y el tráfico de fentanilo”. Estos chantajes económicos ya se dieron en la primera presidencia de Trump: había amenazado a López Obrador con aranceles, que no llegó a concretar tras la aceptación de México de mandar 6.000 agentes a la frontera.

Trump se quiere mostrar como victorioso en estas negociaciones, y mantiene la amenaza arancelaria. Pero no ataca las verdaderas causas del avance del consumo del fentanilo: la creciente pobreza que genera el régimen capitalista de la principal potencia imperialista actual.

Por otra parte, decidió sostener la guerra comercial con los chinos, y dejó en firme el arancel del 10% a las importaciones de ese país. El correo yanqui suspendió los envíos de paquetes desde China hasta nuevo aviso, ya que las compras menores a 800 dólares estaban exentas de impuestos.

El imperialismo chino, respondió con el anuncio de “contramedidas”, imponiendo controles de exportación a componentes esenciales de productos tecnológicos y replicando la suba de aranceles del 15% sobre el carbón y el gas natural licuado (GNL) estadounidense y del 10% sobre el petróleo crudo, equipos agrícolas y automóviles de gran cilindrada.

A la vez, China hizo una denuncia en la Organización Mundial del Comercio a la que había ingresado en el año 2001 cuando ya era una potencia comercial y hacía años que había restaurado el capitalismo.

Continuando con las amenazas, Trump también declaró su intención de penalizar con nuevos aranceles a la Unión Europea y amenazó con políticas arancelarias para que Dinamarca ceda Groenlandia a los EEUU. Los groenlandeses no quieren ser colonia de Dinamarca, ni de los EEUU.

Por su parte, la UE ha reforzado sus herramientas de protección comercial, incluyendo instrumentos anti-coerción para hacer frente a “situaciones de chantaje comercial” por parte de terceros países. Hay que señalar que la UE tiene un superávit comercial 300.000 millones de dólares con los de Estados Unidos.

Las consecuencias de estas medidas se van a extender a toda la economía mundial: frente al anuncio de la suba de aranceles todas las bolsas comerciales mostraron pérdidas.

Los yanquis tienen un déficit comercial muy importante con el mundo: en 2024 fue de más de 1,2 billones (¡millones de millones!) de dólares. Lo compensan con la timba financiera y con el turismo. Y con la expoliación a los países a los que oprime. Es importante aclarar que los EEUU tienen superávit comercial con todos los países latinoamericanos a excepción de México y Venezuela.

México es el país con más exportaciones a los yanquis, seguido de China. Pero los yanquis tienen el mayor déficit comercial (es decir la diferencia entre lo que compran y lo que venden) con los chinos.

La política patoteril de Trump se expresó también en el conflicto migratorio con Colombia. En ese caso, el presidente Gustavo Petro decidió enfrentar las amenazas de Trump y el trato inhumano a los deportados, prohibiendo el aterrizaje de aviones militares yanquis. Trump amenazó con un arancel del 25% a los productos colombianos y Colombia respondió con el mismo arancel y el pedido de regularización a los más de 16.000 estadounidenses viviendo en ese país. Luego de negociaciones, Trump aceptó que Colombia envíe aviones comerciales para que los deportados tengan un trato humano en el regreso a su país y las amenazas arancelarias quedaron sin efecto.

Como parte de su avance sobre el “resto del mundo”, y en alianza con el gobierno fascista de Netanyahu (responsable del asesinato y feroz genocidio al pueblo palestino), declaró su intención de tomar control de Palestina y la “reconstrucción” de la zona destruida, no para devolverle al pueblo palestino sus hogares, sino para crear “la Riviera de Medio Oriente”, una zona de veraneo exclusiva para millonarios. No olvidemos que las empresas Trump tienen grandes proyectos inmobiliarios distribuidos por todo el mundo.

Con la política de Trump, crece la disputa imperialista y los peligros de una tercera guerra mundial. Frente a esto se muestra la importancia de la unidad y solidaridad internacional de los pueblos oprimidos. Desde el PCR redoblamos los esfuerzos en este camino.

 

Hoy N° 2046 12/02/2025