En una nueva muestra de la esencia corrupta, timbera y entreguista de su presidencia, el viernes 14 de febrero Milei desató otra monumental estafa, y una crisis política en su gobierno, que está en curso.
Si describiéramos esto como una obra de teatro, diríamos: primer acto del 14 de febrero: socios (o patrones) de Milei, tras varias entrevistas en la Casa Rosada con el presidente, su hermana y otros funcionarios, crean la criptomoneda “Libra” y le ponen como lema “Viva La Libertad”. Segundo acto: Milei publica en X (Twitter) esta criptomoneda y pone el vínculo para que la compren. Tercer acto: 75 mil personas invierten, por un monto cercano a los 280 millones de dólares. Cuarto acto: en pocos minutos crece exponencialmente el valor de Libra. Quinto acto: los creadores, y dueños de más del 80% de las monedas, venden todo. Sexto acto: 75 mil inversores de todo el mundo ven cómo les roban su dinero. Último acto: Milei borra el tuit y dice “no estaba interiorizado”.
Esta estafa ahora sacude al gobierno, ya que el promotor principal para esta maniobra fue Milei. Además, “están hasta las manos” su hermana y secretaria general de la Presidencia Karina, acusada de recibir una coima de 5 millones de dólares para montar este robo, uno de sus “ideólogos”, el fascista Agustín Laje, Santiago Caputo, y el inefable vocero presidencial Adorni.
El mundo de las criptomonedas, estas herramientas virtuales ideales para la timba financiera digital, está lleno de mafiosos, narcos, evasores y todo tipo de personajes que mueven millones y millones de dólares en transacciones que no se pueden rastrear, y en las que es muy difícil conocer quiénes son los que ponen la plata.
Milei, como están recordando muchos ahora, viene de este mundo, y daba clases como empleado de uno de los que armó la estafa de la cripto Libra.
Como en otros aspectos de su nefasta política de hambre, desocupación, superexplotación y entrega, Milei volvió a mostrar que es un estafador.
Ahora todo el gobierno, con la ayuda de los felpudos aliados en el Congreso, tratan de despegarse de esta estafa cuando crecen las denuncias judiciales, tanto en la Argentina como en otros países, como Estados Unidos. Ya sabemos que “la justicia”, tanto acá como en Estados Unidos, va a obrar en función de los intereses de los poderosos. Puede ocurrir, como en otras oportunidades, que el que Milei haya “pisado callos” de algunos de esos poderosos, le traiga consecuencias en los tribunales.
Pero como venimos planteando desde que llegó al gobierno, sólo profundizando la unidad y las luchas podremos torcerle el brazo a esta política, y por el camino de un nuevo paro nacional activo crearemos las condiciones para que Milei y todo su gobierno paguen por sus estafas al pueblo y a la patria.