La política del gobierno nacional, de embestir contra las industrias y de hambrear al pueblo, está golpeando a la rama de la alimentación, con una brutal caída de consumo. Los salarios del gremio pierden contra los aumentos de precios, y el STIA señala que las cámaras empresarias buscan alinearse con proyectos como la llamada Ley Banelco, que no ha demostrado generar nuevos puestos de trabajo. Por el contrario, se interpreta como un medio para «aumentar las ganancias de las empresas a costa de los trabajadores», sin una voluntad real de invertir en creación de empleo digno o mejora de condiciones laborales.
El STIA también denuncia que muchas empresas buscan desconocer derechos adquiridos, como licencias por enfermedad, e incluso presionen para la renuncia a beneficios de convenio. Esta situación, se afirma, pone en riesgo la salud, la seguridad y las condiciones de contratación de los operarios en distintas plantas a lo largo del país.
La Comisión Interna por el STIA Filial Buenos Aires de Molinos Río de la Plata en Esteban Echeverría ha denunciado despidos y un proceso de reestructuración que, según los trabajadores, implica la reducción de personal en líneas que «ponen en peligro la salud y la seguridad». Ante estas acciones, han manifestado un rotundo «¡No!» y se mantienen firmes en la defensa de sus derechos, reflejando la determinación de las bases ante lo que consideran un avasallamiento de sus conquistas históricas.
Desde la Agrupación Celeste y Blanca de la Alimentación plantean la necesidad de ampliar la unidad afirmando “No hay grises en esta discusión, o se está con los trabajadores o en contra nuestro. Tenemos que unirnos para romper los techos que nos imponen estos sectores, en defensa del nuestro salario y trabajo” y agregan “Necesitamos la más amplia unidad de todo el movimiento obrero y los sectores populares en la lucha, para enfrentar este feroz ajuste del gobierno y sus patrones”.
La movilización del 28 de mayo y el plenario de la alimentación muestran la creciente decisión de las y los trabajadores del gremio de enfrentar esta política y a los grandes monopolios de la alimentación que se benefician con ella, y pretenden que las trabajadores y trabajadores sean los que paguen los platos rotos.
hoy N° 2061 28/05/2025