Inicialmente se dio un intercambio sobre las reformas impulsadas en Argentina, en particular la laboral, jubilatoria e impositiva, en línea con las exigencias del FMI, que perjudican a los trabajadores. Y mencionaron que los legisladores aún no reaccionan al poder otorgado al Presidente mediante el DNU, señalando la necesidad de generar conciencia desde la ciudadanía.
Arnoldo Gómez: Ahora, Milei tuvo un triunfo contundente en la elección de Capital Federal frente a Macri. La contundencia que dan todos los medios de comunicación tiene que ver en relación a Macri, donde le duplicó los votos.
Macri recibe la moneda del muñeco que generó, le dio su 25% para que sea presidente y ahora este muñeco lo jubiló, le dijo que ya estaba viejo y pasado de moda.
El tema a ver es que este triunfo que fue contundente frente a Macri es relativo en la perspectiva política, porque hubo un 50% de abstenciones, por lo tanto, el 30% del Presidente es el 15% del padrón. Y el 30% del Presidente a su vez lo tuvo ya en la elección previa al balotaje pero con un padrón mucho más abultado. O sea, hay una base electoral de Milei que aunque él no lo quiera ver, se redujo ese voto que él tenía en los sectores populares
Por ejemplo, de 15 comunas el peronismo ganó en 7. En esas comunas que ganó el peronismo, la zona sur de la ciudad, la abstención subió respecto de la elección anterior. Esa abstención tiene que ver con sectores populares que votaron Milei en la otra elección, que asombraba… (Recordemos que todo el mundo estaba asombrado de que en muchas mesas de los sectores populares había un voto Milei, no mayoritario, pero importante). Ahora aparece la abstención. Y en las 8 comunas que ganó Milei, ninguna ganó Macri, la abstención fue mucho menor, porque esa derecha histórica que votaba a Macri tiene un olfato muy fino y no se equivoca nunca, vota hasta el último cuando hay una opción de derecha.
Acá hay un desgaste en la base popular de Milei, hay una inconformidad muy grande que se manifiesta en ese 50% de abstención. Una inconformidad que también la tiene respecto de la oposición. O sea, no solo hay disconformidad con el gobierno y no se va a votar sino que hay disconformidad con las alternativas de oposición que se presentan. Y esta disconformidad que ya existía antes, frente a los desastres del gobierno de Alberto Fernández y que aprovechó y canalizó Milei, ahora lo toca al Presidente, porque resulta que él no pudo transformar esa disconformidad en un apoyo masivo a su gestión. Hay una gran masa que está ahí disconforme y que está buscando por donde canalizar. Este es un terreno inestable para cualquier gobierno en política.
Y al mismo tiempo que esto sucede, hay una parte de lo que se manifestó en la oposición que tiene que ver con las 7 comunas que ganó, porque ganó la calle. Y Milei no pudo ganar la calle, ni pudo canalizar masivamente esa disconformidad que lo catapultó en su momento. Ahí está el gobierno y ahí está también la base popular que hay que lograr canalizar en una política opositora.
Hay que tener en cuenta estos dos factores, o sea, la derecha quedó liderada por Milei, este es un cambio político, y la oposición no logra todavía canalizar mayoritariamente la disconformidad del pueblo.
Y esta situación se da con un gobierno que tiene pies de barro, porque lo que está oculto es que el gobierno se presenta como si sus planes fueran sólidos y fortalecido con la transfusión de sangre que le hizo el FMI. En realidad tiene pies de barro porque lo que se ha hecho es solo una transfusión de sangre, no hay solidez económica en el gobierno. Un gobierno que no genera riqueza, que no genera la propia producción de sus divisas no es un gobierno fuerte.
De Renzis: Por eso quiere abrir al narcotráfico para que traiga el dinero, porque en lugar de generar eso a través de la producción, de fomentar el trabajo, de la exportación, no, traigan la plata mal habida que total acá van a tener donde ponerla. Lo mismo pasó en Ecuador cuando se dolarizó y así terminó Ecuador.
Arnoldo Gómez: Eso son pies de barro, no es solidez económica. Los que están detrás del FMI no sé si van a ver con buenos ojos que se blanquee toda esa plata en negro. Ahí va a tener un problema porque aparte tienen la experiencia de Ecuador.
Todo esto da al gobierno una perspectiva de decir, bueno logró una transfusión de sangre, con esto tiene un resultado electoral relativo por la abstención y después de la elección se va a solidificar. No, después de la elección su única posibilidad de consolidarse es que ese sogazo para abajo que implique más ajuste, reforma laboral y reforma jubilatoria le den los fondos para seguir subsistiendo.
De Renzis: A mí me parece que lo que se está preparando también, sin que nos demos cuenta a lo mejor todo el tiempo porque la prensa no lo trata, es algo muy similar a lo que pasó con De la Rúa, quien gana las elecciones y aparece el 2001. Se está viviendo un clima muy parecido, donde un día nos vamos a sorprender por la reacción del pueblo.
Arnoldo Gómez: Ahí se manifestó ya en forma más activa la disconformidad porque había repudio en la propia urna. Y no hay que dejar de leer que acá el 50% no fue a votar.
De Renzis: Y no pasó solamente en la ciudad, pasó en el interior también. Esa apatía que hay electoral se va a canalizar en alguna forma porque la expresión va a llegar de alguna manera. Cuando la gente no tiene voluntad de votar, no quiere decir que no tenga voluntad de cambiar lo que ocurre, es al revés. Tiene voluntad de terminar con lo que hay y un día toma la decisión. Pasó en el 2001 y pasó también en distintas oportunidades. Acá pasaron cosas que no se pueden olvidar. El 17 de octubre, el Cordobazo, la reacción que hubo en el 2001 en todo el país. Entonces, todas esas cosas marcan que cíclicamente llega un momento donde la calle es la válvula para expresarse. A veces lo dejan que se exprese para que se descomprima, pero acá encima cometen el error de reprimir y hace que la gente tenga todavía más bronca y el día que explote va a ser muy peligroso.
Arnoldo Gómez: Bueno, va echando nafta al fuego. Ahora hay que ver que todas esas rebeliones populares que tuvo la Argentina encontraron una forma de canalización política. La rebelión es cuando un pueblo dice basta, por acá no vamos y al mismo tiempo ve otra posibilidad.
Acá lo que se muestra es que empezó el cansancio. O sea, eso que aparece como apatía es cansancio, es un disgusto. Es un gran disgusto que antes tocó al resto de la política y ahora, lo empieza a tocar al gobierno, aunque este quiera no darse cuenta o disimularlo.
Y, bueno, hay que lograr canalizar esto en propuestas ya comprobadas por el pueblo. Cuando nos rebelamos en el 2001, se impuso suspender el pago de la deuda y nos dio el periodo de mayor riqueza o de mayor crecimiento en los últimos 20, 30 años. Además impuso la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y se abrió el tema de los juicios a los genocidas.
O sea, cuando el pueblo se rebela, logra cauce político. Y acá hay que lograr ese cauce, suspender el pago de la deuda, imponer un impuesto a las grandes fortunas que redistribuya y un plan de obras públicas que nos saque del desastre al que nos está llevando este déficit cero con obra pública cero.
