Este fallo arbitrario e inaplicable solo se puede entender como la acción de un sector de la justicia norteamericana en los planes de ese imperialismo contra la soberanía nacional al reconocer las demandas impulsadas por los fondos especulativos Burford Capital y Bainbridge.
Estos grupos cazadores de juicios millonarios, compraron el derecho a litigar al grupo Petersen de los Eskenazi contra YPF por apenas 17 millones de dólares y hoy la jueza ha determinado que se pague a estos fondos la exorbitante y disparatada cifra de 16 mil millones de dólares.
El gobierno de Milei obligado por esta situación ha planteado que va a apelar la decisión judicial. Pero en lugar de responsabilizar y enfrentar a esos fondos y esta resolución colonial, responsabiliza al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y al actual gobernador Kicillof de esta situación, cuando el fallo vulnera nuestra decisión soberana de expropiar el 51 % de las acciones de la principal empresa petrolera argentina, declarada de utilidad pública y aprobada por una ley con amplio apoyo en el Congreso Nacional
La recuperación del 51% de las acciones de YPF fue un paso positivo, un paso importante en la recuperación de soberanía, que permitió comenzar a revertir la crisis energética y el vaciamiento llevado adelante por Repsol. Sin esta medida no hubiese sido posible el desarrollo de Vaca Muerta en nuestro país.
A la vez, demostró la necesidad no solo en avanzar en una YPF 100% estatal que asegure y priorice el rol estratégico de una empresa energética nacional, sino que nos impone terminar con el rumbo que le ha impuesto actualmente el gobierno nacional de usar nuestra empresa de bandera para liderar un proceso de saqueo de nuestros recursos hidrocarburíferos.
Esta nueva medida se produce en un contexto de agudización de los factores de guerra en el mundo, donde los hidrocarburos ocupan un lugar estratégico relevante. Y no podemos separar esta ofensiva judicial de declaraciones, acciones y maniobras de funcionarios políticos y militares norteamericanos que señalan la importancia de los recursos estratégicos de nuestro país.
En medio de un posible estallido de una tercera guerra mundial, es fundamental contar con una empresa nacional de hidrocarburos y energía como parte de nuestra soberanía y nuestra integridad territorial.
Más que nunca reafirmamos el pensamiento de Mosconi: “Entregar nuestro petróleo es como entregar nuestra bandera”.
Partido del Trabajo y del Pueblo- Partido Comunista Revolucionario