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10 de julio de 2025

De una charla de Jacinto Roldán, secretario general del PCR fallecido el 30 de abril

El camino de la Revolución China

Continuamos con la reproducción de extractos de una charla de nuestro camarada Jacinto Roldán, secretario general del PCR recientemente fallecido, en el 70 aniversario de la Revolución China, en la ciudad de Santa Rosa, La Pampa, el 19 de octubre de 2019.

Fue la primera gran revolución dirigida por la clase obrera y su partido en un país semi-colonial y dependiente. El Partido Comunista de China (PCCH), con el marxismo- leninismo como guía aprendió e integró las verdades universales de su doctrina con la realidad china.

Fue la Revolución triunfante más grande de la historia de la humanidad, protagonizada por cientos de millones de personas. Un inmenso mar campesino que, con la hegemonía del proletariado en el país más poblado de la tierra, donde viven uno de cada cuatro habitantes del mundo; conquistó el poder derrotando al imperialismo, los terratenientes y la burguesía compradora.

Antes de la revolución, China era un país dominado por varias potencias imperialistas: ingleses, franceses, japoneses, alemanes, la Rusia zarista. Con terratenientes que eran dueños de provincias enteras. Con “señores de la guerra” y caudillos militares. Con un inmenso mar campesino, que atesoraba historias de luchas y rebeliones, con millones de artesanos, comerciantes, estudiantes, intelectuales, y un proletariado muy pequeño que antes de la revolución no llegaba a 4 millones, con una población de más o menos 400 millones de habitantes.

En Shangai, que es una de las ciudades más importantes, había barrios enteros donde habitaban solo los ingleses, en otro los franceses, en otro los alemanes, en otro los japoneses. En esas colonias los chinos les construían las casas semejantes a las de sus países, pero en las plazas de esas colonias había carteles que decían: “Prohibida la entrada a los perros y a los chinos”.

En 1911 hubo una revolución contra el feudalismo y el imperialismo hegemonizada por la burguesía nacional y liderada por el doctor Sun Yat Sen al que Mao Tsetung caracterizó como el primer demócrata revolucionario de China.

Esta revolución derribó al emperador de la dinastía Chin, lacayo del imperialismo, pero esa revolución no terminó con la opresión imperialista y feudal, y no resolvió el hambre y la tierra para los campesinos.

Es por ese entonces que Mao Tsetung se incorpora al movimiento revolucionario.

En una entrevista con Edgar Snow, periodista norteamericano que mantuvo largas charlas con Mao, en 1965, él le dijo a Mao “bueno usted es el mayor hombre del estado chino, el gran jefe de la revolución, un gran filosofo marxista, un poeta”. Y Mao le contesta que él en el comienzo de su vida había sido un simple maestro, en una escuela primaria de una zona rural, y que no tenía ninguna idea de andar haciendo guerras, ni tampoco de hacerse comunista. Lo que importaba por ese entonces era que, en China, el pueblo yacía oprimido por el imperialismo, el feudalismo y el capital burocrático. Y ante esa realidad no se podía permanecer pasivo.

En 1917 el triunfo de la revolución proletaria en Rusia conmovió al mundo. El marxismo y la experiencia de la revolución bolchevique trascendieron las fronteras y llegaron a China.

El 4 de mayo de 1919 se lanzó un torbellino de luchas que conmovió China, que se conoció como “Movimiento del 4 de mayo”.

En 1921 se fundó el Partido Comunista de China. En su fundación participaron 21 delegados. Esos 21 delegados representaban a 57 camaradas, algunos dicen 59, otros dicen 55, pero no eran más de eso, en un país que por ese entonces tenía 450 a 500 millones de habitantes ¿Eran poquitos, no? En ese primer congreso Mao Tsetung dijo: “El marxismo salvará a China”.

Por ese entonces se entendía que el marxismo solo servía para los países europeos. Una parte de la intelectualidad de izquierda en China pensaba eso, y sostenía que era imposible la revolución porque, a diferencia de Rusia, China tenía un proletariado muy pequeño y un inmenso mar campesino.

En 1921 habían dado un gran primer paso, habían fundado un partido revolucionario guiado por una doctrina científica, esa era y es una condición clave para el triunfo de la revolución. Y empezaron a caminar y a aprender.

En 1923, a dos años de fundado el partido habían pasado de 60 a 300 afiliados. En un congreso deciden impulsar la alianza con el Kuomintang.

El Kuomintang era el partido que hegemonizaba la burguesía nacional, que presidía Sun Yat-sen, y que en 1924 se pronuncia a favor de la alianza con la URSS, con el Partido Comunista chino, y la ayuda a los campesinos y obreros.

Este fue un periodo muy importante en la historia de China, de frente único con la burguesía nacional y de lucha revolucionaria contra los caudillos militares feudales del norte de China, a los que se llamaban “Señores de la guerra”.

En esta alianza entre el PCCH y el Kuomintang entre 1924 a 1927, el partido creció mucho, pasaron de 300 afiliados a más de 50 mil.

Por ese entonces el Kuomintang organizó un instituto de formación de cuadros del movimiento campesino que dirigió Mao Tsetung. Y es cuando escribe, en 1926 Análisis de las clases en la sociedad china, donde ya bosqueja quiénes son los amigos y los enemigos de la revolución china.

Para entender, fue muy importante esta alianza, pero también hay que decir, como nos contaban los maoístas chinos, que la lucha revolucionaria del movimiento campesino, el odio que había en esas masas, asustaban a la dirección del Kuomintang; pero también a la dirección del PC chino; que temían que esas masas sin control rompieran el frente único con la burguesía nacional.

Con la muerte de Sun Yat-sen cambió la política del Kuomintang.  Chiang Kai-shek pasó a ser el nuevo jefe del Kuomintang y expulsó y atacó a los comunistas del frente único. Y como nos decían los maoístas, la pérdida de independencia del Partido Comunista dentro del frente único, por la política de seguidismo a la burguesía, dejó al partido sorprendido y desguarnecido frente a la traición del Kuomintang.

En agosto de 1927, desplazado Chen Tu Siu de la dirección del PCCH, pasó a predominar la línea de organizar insurrecciones armadas con centro en las ciudades, para oponerse a la contrarrevolución. Apoyándose en un pequeño número de miembros del partido y en una parte reducida del pueblo, impulsaron una serie de levantamientos en las ciudades principales, apuntando a que se transformaran en centro de una ola revolucionaria.

En una conversación de Mao Tsetung con el Che Guevara en 1960, Mao le dice; cometimos dos errores con Chiang Kai-shek, uno de derecha, que fue el seguidismo a la burguesía que destruyó al partido y uno de izquierda que fue atacar en las ciudades, para salir de la derecha. Aprendimos de los errores.

Pero en ese momento, después de duros combates fueron perseguidos, y se refugiaron y se encontraron en las montañas Chin Kan.

La revolución china, como señaló Mao tuvo un principio básico; la guerra campesina, con la táctica de atraer al enemigo a las bases rojas y aplicar los principios de la guerra de guerrillas, que Mao resumía diciendo “cuando el enemigo avanza retrocedemos, cuando el enemigo acampa lo hostigamos, cuando no quiere pelear lo atacamos y cuando huye lo perseguimos”.

Por ese entonces la táctica política y militar de la mayoría de la dirección del Partido Comunista seguía sosteniendo que el camino de la revolución era de la ciudad al campo.

Acosados, los comunistas y los campesinos en las montañas de Chin Kan, perseguidos, cercados, inician la Larga Marcha en octubre de 1934.

La lucha de líneas en el Partido Comunista para encontrar el camino correcto para la revolución se dio alrededor de una práctica muy cruenta muy difícil. Hubo muchos errores y costó mucha sangre.

Con mucha discusión pasa a predominar la línea de que el camino de la revolución china iba del campo a la ciudad.

Otro gran tema fue qué posición tomar frente a Japón que había invadido China, ocupando Manchuria.

Y marcharon a Yenan [hoy Yan’an] para encabezar la guerra contra el imperialismo japonés y sus lacayos. Deciden marchar desde el sur de china donde estaba el campesinado más revolucionarizado, donde se comía mejor, hacia el norte, a una zona desértica que era Yenan. El Ejército Rojo con el Partido a la cabeza recorrió 12.500 Km, atravesando 18 cadenas montañosas, ríos caudalosos, combatiendo todos los días con el ejército del Kuomintang, que tenía un millón de hombres con buenas armas.

El ejército campesino era un ejército harapiento, que comía un plato de mijo por día y le sacaba las armas al enemigo.

Hicieron la Larga Marcha y se pusieron al frente de la resistencia nacional contra la invasión del imperialismo japonés, creando su frente único con el Kuomintang en 1937.

Creo que es necesario el estudio de todo este proceso de cómo fue y cuáles fueron los caminos para el triunfo de esta gloriosa revolución en China.

 

hoy N° 2067 10/07/2025