1. Derrota política del gobierno
La semana pasada, las luchas populares, tan crecientes como silenciadas, volvieron a profundizar las divisiones entre los distintos sectores de poder y golpearon las puertas del Senado. La contradicción entre el gobierno nacional y los gobernadores que lo venían apoyando hizo crisis ante el saqueo de los fondos provinciales, y en un tibio reflejo de federalismo, una mayoría de senadores y de gobernadores le asestaron un golpe político al gobierno.
Así se logró, pese a las operaciones de Milei, que se transformen en Ley un aumento al monto de las jubilaciones (apenas un 7,2%), la prórroga de la moratoria previsional por dos años y la emergencia en discapacidad.
Además, el Senado dio media sanción al rechazo del veto presidencial a la Declaración de Emergencia en Bahía Blanca, la coparticipación del Impuesto al Combustible, y la distribución automática de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Estas tres medidas tienen que ser ratificadas por la Cámara de Diputados (ver comentarios).
Muchos gobernadores, que mandaban a sus senadores a votar las leyes propuestas por Milei, están comprobando en carne propia que este gobierno encarna un proyecto de disolución nacional, y que les roba a las provincias miles de millones de pesos que le corresponden por coparticipación. Por eso lo dejaron solo el 9 de Julio en Tucumán obligando a Milei a suspender su viaje “por la niebla”. La vicepresidenta Villarruel sí viajó y a su regreso presidió la sesión diferenciándose de Milei.
Y por eso, la semana pasada, desesperados por la falta de fondos y con luchas profundas en sus provincias, estos gobernadores apoyaron la sanción de las leyes.
Estas medidas desataron la ira del presidente y de sus cuzcos garroneros, a los que mandó a reclamar a los gritos por las redes sociales que “bombardeen” el Congreso. Milei ratificó su rumbo ajustador diciendo que iba a vetar y judicializar cualquier medida que beneficie a los jubilados, a los discapacitados y a las ciudades en emergencia, y lo hizo desde la Bolsa de Comercio, prometiendo a los grandes empresarios y terratenientes que les iba a bajar más impuestos. Una razón más para avanzar en la pelea por derrotar esta política criminal.
La derrota oficialista en el Senado evidenció una crisis política dentro del gobierno, con peleas entre Villarruel, Milei y Bullrich, y con sus gobernadores aliados, que está en curso.
Esta derrota política del oficialismo en el Senado es producto de la persistencia de las luchas que vienen enfrentando al gobierno desde su asunción, y en particular de algunas como las de los jubilados, que pese a brutales represiones no dejaron de marchar, acompañados por organizaciones populares.
2. Ajustar a los que ajustan
Milei se la pasa diciendo que todas las medidas opositoras, aún las más tibias, atentan contra el “superávit fiscal» que ellos dicen que tienen. Superávit fiscal es que el gobierno recauda más de lo que gasta. Lo que no dice el gobierno es que este mentiroso superávit está basado, como venimos reflejando en estas páginas, en un feroz ajuste de las cuentas públicas, particularmente jubilaciones, obra pública y transferencias a las provincias, con miles de despedidos. Tampoco le pagó en este año y medio a las energéticas, ni a las empresas de la construcción que estaban haciendo obras públicas, a las que compensó con pagarés, parte del festival de bonos emitidos para pagar importaciones, remisión de ganancias de monopolios extranjeros, pago de los intereses y la amortización de bonos emitidos el año pasado. Es un superávit en base a no pagar compromisos y al endeudamiento en pesos.
A esto se le suma un brutal endeudamiento externo, sólo con el FMI 20 mil millones de dólares, Bancos y organismos internacionales de crédito, que el Ministerio de Economía “dibuja” cuentas en las que no figuran los intereses que hay que pagar por estas deudas.
Nada de esto le alcanza al gobierno, en la transferencia de fondos a los grandes monopolios, grandes terratenientes y todos los especuladores de la timba financiera. Algunos economistas plantean que Caputo se “fumó” más de 50 mil millones de dólares, que fueron a parar a los bolsillos de banqueros, fondos buitre, FMI, etc. Lo mismo que ya había hecho Caputo durante el gobierno de Macri.
Esto viene de la mano de una política de destrucción de la industria nacional, con miles de pymes cerrando y decenas de miles de despedidos. Un informe de CAME (Confederación argentina de medianas empresas) dice que en los primeros diez meses del gobierno de Milei cerraron 16.500 empresas y se perdieron 150 mil puestos de trabajo, con “una transferencia brutal al trabajo precario, informal o monotributista”.
Además, muchas grandes empresas achican o directamente dejan de producir para pasar a ser importadores, como se vio en estos días con los termos Lumilagro, donde despidieron a más de 200 trabajadores y abrieron una oficina en China para importar desde allí.
Este gobierno, como ha denunciado nuestro Partido desde el inicio, tiene un proyecto de país para un 20% de la población, y que el 80% restante trabaje en la pobreza y el hambre. Ya hoy, este programa económico hace que uno de cada tres chicos sufra de “inseguridad alimentaria”, como dice un informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, y que 1,9 millones directamente pasan hambre.
Como saben de la voluntad de lucha del pueblo, descargan brutales represiones y persecuciones judiciales, aumentan los gastos de los “servicios” para espiar, perseguir e infiltrar organizaciones populares. Este plan no pasa sin represión.
Las y los trabajadores y el pueblo vienen peleando desde el mismo comienzo del gobierno de Milei, y no han logrado sacarlos de las calles. Al contrario, lo que crece en la Argentina es la unidad para la lucha en las calles, que nosotros peleamos que se expresen en los frentes electorales.
En ese camino es que planteamos la necesidad de un paro nacional activo, que unifique las múltiples luchas, y sea un paso de avance en el camino de derrotar esta política. Desde el PCR peleamos un programa de emergencia de cuatro puntos, para ajustar a los que ajustan.
3. América Latina en disputa
En medio de la disputa que crece entre las grandes potencias imperialistas, la semana pasada, el gobierno de Estados Unidos encabezado por Trump volvió a la carga con imponer aranceles a la importación de productos de varios países, entre ellos Canadá, Japón, Corea del Sur, Sudáfrica, Malasia, Indonesia, la Unión Europea y Brasil.
En el caso de Brasil, Trump amenaza con poner un 50% de aranceles a los productos de ese país, por su participación en los BRICS (el grupo que reúne a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Además, Trump y la embajada yanqui salieron abiertamente a apoyar a Jair Bolsonaro, el expresidente hoy acusado de estar atrás del intento de golpe de Estado en Brasil, al inicio del mandato de Lula.
Trump acrecienta su disputa en América Latina, confrontando abiertamente con los intereses de otras potencias imperialistas como China, que acaba a acordar con los gobiernos de Perú y Brasil el financiamiento de un gran corredor ferroviario que unirá el puerto que tiene el monopolio imperialista chino COFCO en Santos-Brasil (océano Atlántico) con el puerto que tienen también los chinos en Chancay-Perú (océano Pacífico). Europa sostiene añosas inversiones y enclaves coloniales y también pelea su porción del saqueo. Los yanquis se apoyan en Milei, entre otros gobiernos aliados, para esta disputa. El presidente argentino, con su entrega y servilismo pone peligrosamente al país en uno de los bandos de esta confrontación, aumentando la entrega y la dependencia. Se denunciaron hace pocos días “conversaciones” para aumentar la “cooperación militar” con el gobierno de Gran Bretaña, los usurpadores de nuestras Malvinas e islas del Atlántico Sur. Es una muestra más de este cipayismo nunca visto, traicionando los intereses soberanos de la Argentina.
La escalada armamentista sigue creciendo en todo el mundo. Además de los conflictos armados abiertos, más de 50, entre ellos la invasión imperialista rusa a Ucrania, y el genocidio sobre el pueblo palestino en Gaza que lleva a cabo el fascista gobierno de Israel, se acelera la confrontación entre China y Taiwán. La potencia socialimperialista hizo un “ensayo” desplegando centenares de buques de desembarco en las cercanías de Taiwán, y éste contestó con el despliegue de minas marítimas en sus costas, mientras Estados Unidos desplegó misiles estadounidenses en la isla de Basco, parte de Filipinas, a menos de 200 kilómetros de Taiwán.
El presidente francés Macron visitó Inglaterra por primera vez desde que estos se retiraran de la Unión Europea por el “Brexit” de 2016. Declaró que los países europeos nunca abandonarán a Ucrania frente a la invasión rusa, y selló un acuerdo de cooperación nuclear con Inglaterra.
Sectores de la ultraderecha española en distintas ciudades están atacando en plena calle a migrantes, particularmente de Marruecos, en una escalada fascista. Esta “cacería”, como la llaman los mismos grupos (de Vox y otros sectores ultraderechistas), llevó a enfrentamientos en localidades de Murcia. Las organizaciones de migrantes y otros sectores denuncian la “pasividad” de la policía frente a los ataques.
4. En las calles y en las urnas
El 9 de Julio se presentó en la Provincia de Buenos Aires el frente “Fuerza Patria” para las elecciones de legisladores provinciales, concejales y consejeros escolares que se realizarán el próximo 7 de setiembre. Este frente expresa la unidad electoral de la mayoría de los sectores que vienen enfrentando la política de hambre, entrega y represión del presidente Milei y sus socios.
La conformación del frente Fuerza Patria crea las condiciones para dar batalla también en el terreno de las urnas al gobierno de Milei en territorio bonaerense. No será fácil porque detrás de este gobierno se mueven sectores poderosos de las clases dominantes que no hay que subestimar.
La concreción de esta unidad va a ayudar también a la discusión con esos miles que no quieren ir a votar porque abre la perspectiva de que si golpeamos electoralmente al gobierno se crearán mejores condiciones para que avance la lucha popular.
También están avanzadas las tratativas para frentes electorales en otras provincias, como Mendoza, Chubut y Corrientes, de cara a las elecciones provinciales y a la de diputados y senadores nacionales en octubre.
El cambio del estado de ánimo y la bronca creciente contra el gobierno se expresa en las múltiples luchas que se están desplegando a lo largo de la patria. Además de estatales que resisten el cierre de institutos como INTI, INTA y Vialidad Nacional, los gremios aeronáuticos definieron en un plenario de delegados un paro nacional para el 19 de julio.
El jueves 17, a partir de la iniciativa de las y los trabajadores del Hospital Garrahan se prepara una gran jornada nacional de lucha en defensa de la salud pública, a la que se han sumado gran cantidad de gremios y organizaciones populares. En CABA marcharemos desde el Congreso a Plaza de Mayo.
Están en marcha los preparativos para una gran jornada de lucha el 7 de agosto, en un nuevo aniversario de las marchas de los “Cayetanos”, en la que se está peleando la participación de la CGT, las dos CTA y múltiples organizaciones.
Para avanzar en estos objetivos de la más amplia confluencia de las luchas contra este gobierno hambreador y entreguista, necesitamos un PCR y una JCR de masas, fuertes y arraigados en los centros de concentración obrera, campesina, estudiantil y popular.
En ese camino, hoy estamos desplegando nuestra Campaña Financiera, peleando, en esta difícil situación económica de las grandes masas, sumar miles de aportes a este Partido, que impulsa un camino revolucionario para dar vuelta el viento, y que en la Argentina dirijan la clase obrera y los sectores populares, liberándonos del latifundio terrateniente y de la dependencia del imperialismo.
Escriben Ricardo Fierro y Germán Vidal
Foto: Las y los trabajadores de Vialidad Nacional están en plan de lucha para la derogación del decreto que disuelve el organismo