La protesta estuvo enmarcada en un contexto de profundo ajuste al sistema de salud impulsado por el gobierno de Javier Milei, que incluye despidos, recortes presupuestarios, precarización laboral y una reforma del sistema de residencias médicas que ha generado fuerte rechazo. En síntesis, un vaciamiento y desmantelamiento del sistema de salud.
El Garrahan como emblema de la lucha
El Hospital Garrahan, centro pediátrico de alta complejidad que atiende más de 600 mil consultas anuales, se convirtió en el símbolo de la resistencia. Los trabajadores denuncian el vaciamiento institucional, el deterioro salarial -con sueldos por debajo de la canasta básica- y rechazan el ajuste del sistema de salud público.
Sus trabajadores, médicos, residentes y enfermeros realizaron un paro de 24 horas, manteniendo el servicio de guardia y la atención a los pacientes internados, movilizando desde el Hospital hasta el Congreso. Desde allí marcharon a la Plaza de Mayo contando con el respaldo y la participación activa de los sectores de la salud pública a nivel nacional, la CICOP, familiares de pacientes, las dos CTA, ATE, el Frente por la Soberanía, el Trabajo y Salarios Dignos, Satsaid, UOM, Camioneros, sindicatos aeronáuticos, entre otros, movimientos sociales, centros de estudiantes, partidos políticos. El PCR junto a la CCC marchó en la columna con la UTEP.
Asimismo, profesionales de la salud, la CICOP y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) realizaron un paro con movilizaciones en todo el país para defender a la institución pediátrica, rechazando los recortes presupuestarios y despidos en todos los hospitales de Argentina.
Frente a la Casa Rosada el documento leído expresaba que “Esta enorme movilización llega a la Plaza de Mayo para decirle bien fuerte al gobierno de Milei: ¡no al vaciamiento del Hospital Garrahan! ¡Basta de ajuste a la salud pública!”. Y agregaba: “El propósito de desmantelar toda responsabilidad del Estado nacional respecto de la salud pública se completa con los despidos a mansalva en instituciones fundamentales de nuestro sistema sanitario. Repudiamos los despidos en los hospitales Posadas, Sommer y Bonaparte durante este 2025 y seguimos exigiendo la reincorporación de todos. También se cerró el Instituto Nacional del Cáncer y se desfinancian el Clínicas, el Roffo y en general los hospitales universitarios. Antes, hubo despidos en el Ministerio y se desmantelaron las Coordinaciones Nacionales de TBC, Lepra, Hepatitis y HIV. También se cerró el Instituto Nacional del Cáncer y se desfinancian el Clínicas, el Roffo y en general los hospitales universitarios. Estas políticas debilitan las posibilidades de diagnóstico, prevención y tratamiento. Así, se dañan las vidas de nuestro pueblo.”
Y agregaba “Desde esta plaza decimos: que se vaya el empresario Mario Lugones. Que renuncie ya. ¡La salud y la vida no son mercancías!”. Llamando a darle continuidad a esta potente convocatoria con un paro activo nacional.
Reclamos
Entre los principales reclamos se destacan: Salario inicial igual a la canasta básica ($1.800.000), rechazo a la precarización de residentes y becarios, derogación del nuevo sistema de becas médicas, reincorporación de trabajadores despedidos en hospitales nacionales, defensa del rol del Estado en la salud pública.
“El Garrahan no se toca”
La consigna resonó con fuerza en Plaza de Mayo, donde se destacó que “los niños no son la casta” y que “la salud no se recorta”. La masividad de la convocatoria dejó en claro que la defensa de la salud pública se ha convertido en una causa nacional.
En un contexto de ajuste brutal, la masividad de esta marcha dejó en evidencia el compromiso de amplios sectores por el derecho a un sistema de salud público y de calidad.