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06 de agosto de 2025

Milei agasajó a la funcionaria yanqui responsable de deportaciones masivas

El gobierno ataca a los migrantes

Milei, Bullrich y el canciller Werthein recibieron a la secretaria de Seguridad de EEUU, Kristi Noem, con la que discutieron un acuerdo de viajar sin visa a este país, y que los yanquis accedan a las bases de datos policiales y judiciales de nuestro país, para controlar a quienes quieran viajar. Incluso, algunos medios afirman que se instalarían en la Argentina funcionarios estadounidenses para hacer los controles migratorios a los que pretendan viajar a ese país (La Política Online).

El gobierno da otro paso en alinear su política a la de Donald Trump. Kristi Noem es conocida en EEUU con el apodo de “caza inmigrantes”, ya que es la responsable de la ofensiva que ha llevado a la deportación de más de 280 mil personas en seis meses.

 

La política de migraciones del gobierno de Milei

A fines de mayo de este año el gobierno nacional, mediante el decreto 366/2025, reformó la Ley de migraciones, avanzando en su ofensiva contra las y los migrantes, en particular los que vienen de los países hermanos de América Latina.

El decreto, básicamente, plantea endurecer las condiciones para el ingreso y permanencia de migrantes en Argentina. Les restringe el acceso a la salud y la educación, autorizando el cobro a extranjeros en hospitales y universidades, contrariando expresamente la igualdad de trato establecida por ley. Se amplían los causales para deportaciones permitiendo la expulsión de migrantes con condenas penales menores sin garantizar el debido proceso, y les da mayores facultades a las fuerzas de seguridad para detener y deportar.

El decreto también cambia las condiciones para solicitar la ciudadanía argentina. Elimina la posibilidad de acortar el plazo por haber prestado «servicios relevantes» al país, y establece el criterio de «ciudadanía por inversión», con lo que establece lo que varias organizaciones de derechos humanos califican de mercantilización de la residencia. Es decir, el extranjero que viene con mucha plata puede acortar los plazos para la ciudadanía, mientras para la mayoría se endurecen las condiciones, como por ejemplo que la residencia por dos años sea “continua”, sin posibilidad de viajar al exterior en este período. Como en todo, el gobierno favorece a los más ricos, en este caso extranjeros que quieren obtener la ciudadanía, mientras castiga a las y los miles que llegan a nuestra patria en busca de hogar y trabajo.

Por eso, para perseguir a los migrantes pobres, el decreto le da poder a la Dirección Nacional de Migraciones (DNM), para otorgar la ciudadanía. Antes esto lo establecía el poder judicial.

En el mismo sentido, el decreto incrementa los controles en las fronteras, pidiendo no sólo más documentación, sino también una declaración jurada que establezca a dónde vendría a trabajar y que demuestre “solvencia económica”.

En los “considerandos” del Decreto 366/2025, el gobierno muestra su esencia. Dice que la ley que había no contempla la nueva realidad en la que “por las crisis políticas y sociales que sufren diversos países se desencadenan movimientos migratorios con mayor frecuencia que en tiempos anteriores, lo que ha llevado a que nuestro país experimente la afluencia masiva de migrantes”, y también que “ha emergido un nuevo riesgo derivado de la política de deportaciones que está llevando adelante el Gobierno de los Estados Unidos de América”.

Y agrega el decreto que de los más de 1.250.000 deportados, 138.000 son de países sudamericanos, muchos de los cuales quieran radicarse en nuestro país “lo cual generaría un impacto en la economía y en los servicios esenciales de la población”.

La política migratoria de Milei es parte de su avanzada contra las libertades democráticas, con los protocolos represivos de Patricia Bullrich, las constantes represiones a las protestas, las persecuciones judiciales a opositores y el aumento de presupuesto a la SIDE. Con todo esto refuerzan el aparato del Estado que dicen que venían a destruir. Un Estado oligárquico y dependiente, al servicio de las clases dominantes y los intereses imperialistas.

Además, con los fundamentos que plantea el decreto, el gobierno profundiza su discurso reaccionario y xenófobo (odio a los extranjeros), y pone a los migrantes como responsables del agravamiento de la falta de trabajo, fomentando la división con los nativos.

Como decía a nuestro semanario la compañera Carmen Heredia (ver hoy 2066), “Los migrantes nos sentimos muy, muy tocados por este gobierno que nos está rompiendo a todos nosotros que vivimos aquí hace más de quince, veinte años. No es justo que nos trate como nos está tratando. Tenemos hijos, tenemos nietos aquí en la Argentina”.

La realidad que esta reforma migratoria oculta es que esta política es la que está llevando al aumento de la desocupación, el trabajo informal y el hambre a millones de argentinos y extranjeros, que peleamos por unir en la lucha común por otra política y otro gobierno.

 

hoy N° 2071 06/08/2025