Los trabajadores del sector nuclear denunciamos con firmeza el brutal proceso de entrega, vaciamiento e intento de privatización que atraviesa la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Bajo el disfraz de un “plan nuclear”, el gobierno nacional impulsa una estafa: un esquema de negocios en el que usa el prestigio de nuestro organismo, de nuestros profesionales mientras ajusta a los trabajadores y regala nuestros recursos.
La situación es crítica. Se paralizó el proyecto Carem, se avanza con la privatización de la producción del reactor RA-10. La producción de agua pesada se detuvo a favor de la importación, se intenta regalar la PIAP (Planta de Agua Pesada) a Candu Energy. Se avanza en la entrega de las minas de uranio en Mendoza y Santa Cruz a corporaciones extranjeras. Todo esto mientras se impulsa el reactor extranjero ACR-300, que hoy en día sólo es una patente, en reemplazo del desarrollo nacional. También el gobierno avanza para privatizar NASA, la operadora de las centrales nucleares. Es la entrega de nuestros recursos, de nuestra soberanía energética y tecnológica.
En paralelo, los trabajadores y trabajadoras de la CNEA sufrimos un congelamiento salarial que empujó a buena parte del personal por debajo de la línea de pobreza. No se puede alquilar, no se llega a fin de mes y se acumulan deudas. Las jubilaciones compulsivas están dejando áreas enteras acéfalas y sin pase a planta permanente, becarios y contratados abandonan el organismo. La precarización se profundiza día a día, afectando nuestras condiciones laborales y poniendo en riesgo la continuidad de proyectos estratégicos.
Exigimos:
Recomposición salarial urgente.
Pase a planta ya para todes les becarios y contratados.
No al vaciamiento, no a la privatización, no a la entrega.
hoy N° 2075 03/09/2025
