“Las cápsulas del hotel Shinjuku 510 –no más grandes de 2 metros de largo por 1,50 de ancho y una altura que no permite estar de pie- constituyen una opción accesible para quienes no tienen adónde ir, ahora que Japón soporta la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial”, informa el The New York Times del sábado 9 de enero. “Las cápsulas no tienen puertas, sólo cortinas que se bajan. Cada cápsula está amueblada nada más que con una lámpara, un pequeño televisor con auriculares, perchas para colgar el abrigo, una manta delgada y una almohada rellena con cascarilla de arroz”.
El artículo cuenta que sólo en este hotel, 100 de las 300 personas que alquilan esas cápsulas viven en ellas por lo menos un mes. Incluso el gobierno autorizó a inscribir estas cápsulas como domicilio, “esto les ayuda a conseguir entrevistas de trabajo”.
Así vive una parte de los desocupados en Japón, la segunda potencia económica del mundo, donde hoy la tasa de pobreza es del 15,7%, y la tasa de desocupación llegó al record de 5,2%.
02 de octubre de 2010