El pretexto es erradicar a Hamas para justificar la ocupación militar, expansión y limpieza étnica del pueblo palestino. En estos dos años de agresión, el ejército israelí ya se ha cobrado más de 65 mil vidas, muchos de ellos niños y mujeres y fue destruida la mayor parte de la ciudad de Gaza.
Netanyahu exigió que los palestinos abandonen la capital de Gaza en 48 horas y el vocero del ejército israelí dijo que esta ofensiva llevará meses. Esta nueva ofensiva israelí para tomar la ciudad de Gaza ya ha provocado más de 2.000 víctimas. Los cerca de dos millones de personas que viven en el enclave huyen hacia el sur como pueden y cientos de miles han quedado atrapados bajo el fuego de las tropas invasoras. El 19 de septiembre, con salvajismo sin precedentes, Israel bombardeó niños, adolescentes y adultos mientras comían el desayuno del Ramadán, en el patio de una escuela del norte de Gaza.
Por su parte, el ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, planteó que la Franja de Gaza es una “mina de oro” y que se está convirtiendo en una “bonanza inmobiliaria”, en consonancia con la propuesta de Donald Trump de convertirla en la “Riviera de Medio Oriente”. A la vez afirmó que Israel está en conversaciones con Estados Unidos sobre la división del territorio palestino.
Un informe de la comisión de investigación de las Naciones Unidas, en el que se acusa a Israel de cometer un genocidio en Gaza, llama a la comunidad internacional a poner fin a esta situación y castigar a los responsables. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos exigió a "poner fin a esta carnicería”. Por supuesto, Israel lo rechazó inmediatamente y lo llamó “distorsionado y falso”.
Estados Unidos volvió a declarar su “apoyo inquebrantable” a Israel y vetó en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que pedía un alto el fuego en la Franja de Gaza y la entrada inmediata de ayuda humanitaria.
Lo nuevo es el cambio de posición de potencias imperialistas como Francia, que, junto a Arabia Saudita, ha impulsado en la Asamblea General de la ONU materializar la solución de dos Estados. Con 142 votos a favor, la abstención de 12 países y sólo 10 países que votaron en contra, entre ellos Israel, Estados Unidos, Paraguay y Argentina.
En la Asamblea General de las Naciones Unidas del 22 de septiembre, 10 países entre los que se cuentan Francia, el Reino Unido, Canadá y Australia, van a sumarse a los 148 países que reconocen al Estado palestino, con la apertura de embajadas en su territorio. Esta situación muestra el creciente aislamiento del Estado fascista de Israel que es producto de la heroica resistencia del pueblo palestino que conmueva a millones en el mundo.
Las enormes muestras de solidaridad expresadas en multitudinarias movilizaciones, huelgas obreras, boicot de los portuarios de envío de armamento a Israel, concentraciones y organización de ayuda humanitaria para el pueblo gazatí, como la de la flotilla Sumud y muchas otras, se desarrollan en distintos lugares del mundo, también en sectores de la comunidad judía y del propio Israel. Esto presiona sobre muchos de los gobiernos, inclusive de potencias imperialistas, históricamente aliadas a Israel.
Aún en Argentina, donde Milei apoya al fascista Netanyahu, también se multiplican las expresiones de solidaridad, se levantan nuevas voces y se extienden la exigencia de inmediato alto el fuego, el ingreso de ayuda humanitaria y los reclamos por la posición del gobierno argentino contraria al alineamiento histórico de nuestro país.
Hoy es prioritario redoblar la solidaridad con el pueblo palestino. En ese sentido son muy importantes todas las iniciativas que se vienen desarrollando a lo largo y ancho del país, como la convocatoria del “Frente de lucha por la Soberanía, el trabajo digno y los salarios justos” del 25 de septiembre a las 18 hs. en la Iglesia San José de Flores de CABA.
hoy N° 2078 24/09/2025
