El jueves 16 de octubre, Javier Milei, Luis Caputo, Santiago Bausili, Scott Bessent (secretario del Tesoro de Estados Unidos), Marco Rubio (secretario de Estado de los Estados Unidos) y el presidente yanqui Donald Trump firmaron acuerdos sobre la economía argentina que no fueron comunicados al pueblo. Scott Bessent comentó a una periodista estadounidense que el Tesoro de EEUU no perdería dinero porque Argentina posee importantes reservas de uranio y tierras raras.
El ministro Luis Caputo envió un discurso grabado a la reunión anual de IDEA, anunciando una segunda etapa de reformas, enfocada en lo laboral y tributario. En lo laboral, se busca facilitar los despidos; en lo tributario, eliminar impuestos al capital y gravar más el consumo. Actualmente, en Argentina, el 75% de la recaudación proviene de impuestos al consumo (principalmente IVA), aproximadamente el 20% de ganancias o rentas, y solo un 5% de impuestos a la propiedad.
El ministro presume que “el gobierno ya no tiene déficit fiscal”. Pero ocultan que, para cerrar esas cuentas, se emitieron bonos de deuda en pesos por 3.397.911 millones. Desde diciembre de 2023 hasta septiembre de 2025, se emitieron bonos por el equivalente de 51.863 millones de dólares.
La deuda bruta pública nacional al 30 de septiembre de 2025 asciende a 454.031 millones de dólares, de los cuales 158.897 millones son títulos en pesos. Los bancos locales poseen 63,6 billones de pesos (43.000 millones de dólares) y BlackRock, Vanguard, Pimco, Franklin Templeton y Discovery Capital Management, no menos de bonos en pesos equivalentes a 35.000 millones de dólares. Por eso quieren el ingreso de dólares y que se mantenga su valor en pesos para canjear sus bonos en pesos, por dólares y llevárselos del país. Esos bonos en pesos previamente se incrementaron por los intereses altos que paga el Tesoro argentino.
Se sigue prometiendo el ingreso masivo de capitales extractivos, pero estos no llegan porque persiste el CEPO y nadie invierte si no puede remitir utilidades. El swap podría cubrir vencimientos de bonos en dólares en 2026, pero no sirve para remitir utilidades. El plan de vender bonos de deuda argentina permitiría diferir pagos a costa de soberanía, como ocurrió con el plan Brady; luego, esos bonos comprados por centavos se canjearán por activos nacionales.
El interés está en nuestras materias primas y el desarrollo industrial argentino: así como compraron IMPSA, buscan acceder a nuestro ciclo nuclear, farmacéutico, de servicios inteligentes y otros sectores. Una vez asegurados dólares baratos promoverán la devaluación para comprar activos nacionales a mitad de precio.
Por eso es urgente saber qué cedieron Milei y sus ministros al gobierno de Estados Unidos, ante la falta de patriotismo y respeto de funcionarios y grandes empresarios locales, que creen que todo se compra y se vende.
hoy N° 2085 12/11/2025
