Mientras desde los despachos oficiales y la prensa adicta presentan al acuerdo como “histórico”, ni bien conocidos los términos surgieron denuncias desde diversos sectores, mostrando cómo este “acuerdo” va a profundizar la destrucción de áreas enteras de nuestra economía en las ciudades y en las zonas agrarias, con las consecuencias de miles de despidos, expulsión de productores agrarios y una infame entrega de la soberanía.
El gobierno de Trump se está cobrando los dólares invertidos para sostener la campaña electoral del gobierno en las recientes legislativas de octubre. A cambio, exige leoninas concesiones para llevarse nuestros recursos naturales, y una apertura de importaciones y eliminación de aranceles para productos norteamericanos en varios rubros.
Por los trascendidos periodísticos, Argentina “otorgará acceso preferencial a los mercados para las exportaciones de bienes de EE UU… incluidos ciertos medicamentos, productos químicos, maquinaria, productos de tecnología de la información, dispositivos médicos, vehículos automotores y una amplia gama de productos agrícolas”.
Traducimos: los grandes monopolios yanquis nos quieren meter todos los productos que puedan, aunque eso signifique arrasar con ramas enteras de la producción industrial nacional.
Entre lo que se quiere llevar Estados Unidos de la Argentina, en función de sus intereses imperialistas, en el “acuerdo” figuran los “minerales críticos”, entre los que se mencionan el litio, el cobre, la plata, el oro y las “tierras amarillas”, donde lo que les interesa es el uranio.
Destrucción de nuestra producción agraria
Uno de los puntos habilita la entrada de carne bovina, porcina y aves de corral desde Estados Unidos, e incluso animales en pie. Como denunció Javier Paillole, dirigente de Bases Federadas y productor chanchero, esto agravará enormemente la situación de los productores argentinos, que ya viene siendo golpeada con la apertura de importaciones de bondiola desde Brasil. Como explicó Paillole en una entrevista radial, “esto es de una gravedad terrible, porque nosotros producimos para el mercado interno y nos meten a competir con uno de los más grandes productores del mundo, y además violando las normas sanitarias que tanto nos costaron construir”.
Detalló Paillole que este “acuerdo” ratifica la compra de maquinaria usada yanqui, con lo que se va a destruir aún más la industria nacional dedicada al campo, y lo más serio de todo es la pérdida de puestos de trabajo y la expulsión de productores.
Más subordinación a los yanquis
Queda para una nota más detallada la totalidad de las concesiones que hace el gobierno de Milei al imperialismo norteamericano en este acuerdo. Algunos de ellos hacen alusión de manera indirecta a la pretensión yanqui de limitar la injerencia de otras potencias, como China, que se ha transformado en el principal socio comercial de la Argentina. Por eso, uno de los puntos dice que Argentina rechazará «la importación de bienes producidos mediante trabajo forzoso» y en lo que hace al “comercio digital” privilegia a las grandes empresas norteamericanas, que incluso pueden aplicar su “jurisdicción”, por ejemplo, quedándose con los datos personales de todas y todos los que usen los medios digitales para el comercio.
Este “Acuerdo”, como reconoce el comunicado conjunto, requiere de las “respectivas formalidades internas” (es decir que lo apruebe el Congreso), para que se ponga en marcha. Sólo la unidad en la lucha popular contra este Acuerdo y toda la política de hambre y entrega del gobierno puede impedir que se profundice la dependencia y la entrega de la soberanía.
hoy N° 2086 18/11/2025
