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02 de octubre de 2010

Nada más que como utilidades y dividendos, los monopolios imperialistas se llevaron en un año el doble del llamado Fondo del Bicentenario.

Con los K crece la dependencia

Hoy 1313 / La expoliación de los monopolios imperialistas

Una mirada al Balance de Pagos del país, cuyos resultados de 2009 acaban de ser publicados en la página del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, permite ver con claridad el drenaje de fondos de la economía argentina hacia el exterior como consecuencia de la dependencia del imperialismo. Nada más que el rubro de utilidades y dividendos, que es la plata que por sus ganancias mandan al exterior los monopolios imperialistas radicados en el país, muestra una salida de 8.109 millones de dólares. Si a esto sumamos las remesas por pago de intereses de los privados y el gobierno (4.466 millones de dólares), tenemos que por estos dos rubros de la llamada “renta de inversión” se llega a un total de 12.575 millones de dólares que se han ido del país sólo en un año directamente vinculados a la expoliación imperialista.
También están los fondos que se van del país por la llamada “fuga de divisas”, que es el dinero que mandan afuera de sus rentas y ganancias los grandes terratenientes y burgueses intermediarios. Esto se puede ver en el rubro Cuenta financiera, que en 2009 muestra un saldo negativo de 9.199 millones de dólares.
La evolución de las remesas de fondos al exterior, sobre todo por utilidades y dividendos de los monopolios imperialistas es demostrativa de cómo la política llamada neodesarrollista del kirchnerismo va en beneficio principalmente de los mismos. Al extremo de que en 2009, a pesar de la crisis y descargándola sobre los trabajadores y el pueblo, pudieron remitir aun más que en 2008, otro de los “record” a que nos tiene acostumbrado el kirchnerismo.
El kirchnerismo nada hace por poner siquiera un freno a este drenaje de fondos a que nos somete la expoliación imperialista, lo que es una necesidad frente a la crisis. Al contrario, todo su afán ha sido conseguir un saldo comercial favorable, para que dichos monopolios puedan tener dólares suficientes para sus remesas al exterior. Y si ese saldo no alcanza para cubrir parte de esos pagos, como sucede este año con los servicios de la deuda pública, no se le ocurre nada mejor que apelar a las reservas del Banco Central para pagar esa parte del tributo.