En promedio, los diferentes pasajes aumentaron un 30%. La mayor suba se dio en el estudiantil (universitario y secundario), que subió un 66% (de $ 0,45 a $ 0,75). El boleto obrero pasó de $ 1 a $ 1,25; y el boleto a bordo (con monedas, el resto es con tarjeta), llegó a $ 1,75.
La respuesta no se hizo esperar y comenzaron las asambleas y movilizaciones de los estudiantes (centros y agrupaciones de la UNER y Uader, la CEPA y la JCR, entre otras), con gran participación de los secundarios, para exigir que se anule el decreto.
El gobierno afirma que el precio del boleto estudiantil “está muy bajo”, que “es el más barato de la región”, y acusa a los estudiantes de no ser solidarios por no querer cargar con el mayor peso del aumento. Según la secretaria de Gobierno, Rosario Romero, “la ciudadanía no tiene por qué seguir subsidiando un boleto estudiantil de $ 0.45”. Lo que se esconde detrás de estas palabras es el intento del gobierno de dividir y aislar la lucha de los estudiantes de los demás sectores, a los que en esta oportunidad no les aumentó el boleto o les aumentó menos, pero que también son perjudicados por los precios, por el pésimo servicio de transporte y por la política de Urribarri y Kirchner a la que Halle adhiere. Por eso, el camino fundamental es el de la confluencia con los sectores obreros y populares, que ya comenzó a darse en la última movilización donde participaron docentes de Agmer-Paraná, jóvenes y jubilados de la CCC.
Movilización al Municipio
En la concentración de la semana pasada frente al Municipio, se exigió la suspensión de la medida y que se resuelva el problema de otra forma (no la ya clásica receta kirchnerista de hacer pagar al pueblo la inflación que su política genera).
Se planteó que el intendente exija “al gobierno provincial y nacional: mayor coparticipación (el presupuesto para 2009 es menor que el de 2008); aumento del presupuesto que debe venir a las provincias y así subsidiar el transporte público; y revisión del Decreto de Necesidad y Urgencia 1472/08 firmado por la presidenta donde no contempla los subsidios para el transporte de pasajeros en el interior y sí lo hace para Capital Federal y Gran Buenos Aires.
Ante la ceguera del gobierno, que incluso ha mandado patotas para evitar el ingreso de los manifestantes al Municipio, en la última movilización se llamó a redoblar los esfuerzos para masificar la lucha y ampliar los sectores que vienen participando. Al cierre de esta edición, está convocada una nueva movilización a la Municipalidad.
