300 despedidos en Renault

La industria automotriz sigue siendo en Córdoba la principal, por cantidad de mano de obra ocupada, por masa de producción industrial y por concentrar a grandes monopolios imperialistas, de los cuales son terminales VW (alemana), Renault (francesa), Fiat-Iveco (italiana), también están Gestamp (española), Sila (italiana), Dayco. Estos monopolios obtienen del gobierno importantes exenciones de impuestos, por nuevo puesto de trabajo subsidios de $ 400, etc. También hay fábricas relacionadas con las automotrices brasileras, que ante la devaluación del real amenazan irse a Brasil.
En las terminales automotrices trabajan aproximadamente 6.000 obreros; y en las fábricas proveedoras con trabajadores bajo convenio Smata, UOM, Plástico, etc., otros 15.000. Estas proveedoras están atadas a la producción de las terminales, producen con “calidad total” y el “just in time”, pero los obreros cobran menos de la mitad de un obrero de una terminal. El mismo gremio dijo, ante la lucha por salario de Gestamp-Ferrosider, que “no se puede pedir más que la terminal (VW), si la terminal tuvo 25% no nos van a dar más”… Claro que el 25% de VW es muy diferente que el de Gestamp, donde a pesar de ser Smata, los salarios son más bajos y tienen un techo de categorías. Esta contradicción en la diferencia salarial en el complejo metalmecánico es muy fuerte, y la utilizan los monopolios, los gobiernos y los sindicalistas traidores para dividir a los trabajadores.
Dentro de las plantas también están divididos entre contratados y efectivos, los de agencia, los de islas, los de cargo, etc. Los efectivos de más antigüedad que han logrado un salario que cubre la canasta familiar sufren los descuentos del impuesto a las ganancias. Es una práctica común medir cuántas horas extras hacer para no llegar al límite y no pagar el infame impuesto.

Descargan la crisis sobre los trabajadores
La crisis ya está instalada. En Córdoba, sólo en la industria metalmecánica, hay más de mil despedidos: 300 en Renault, 60 en Plascar, 3 en Sila, 130 en Argentoil. 200 suspendidos en Gestamp (menos de la mitad volvió), 20 en Lequipe Moteur, Roma, adelanto de vacaciones, etc. También suspendidos en Iveco y suspensión del cuarto turno en VW.
El gobierno y las terminales se llenaron la boca diciendo que por cada nuevo puesto directo en las terminales se generaban cuatro indirectos en las proveedoras, esto quiere decir que con los 300 despidos en Renault se generan 1.200 hogares que se quedarán sin qué poner en la mesa.
Rattazzi de Fiat declaró “Algún ajuste hay que hacer, y lamentablemente la variable es el empleado”. Esa es la política de descargar la crisis sobre los trabajadores, el gobierno no ha dicho ni hecho nada ante los despidos.
En general, los despidos comienzan por los contratados, la suspensión de horas extras recorta el salario a la mitad: trabajadores que llegaban a $3.000 de salario trabajando 12 horas por día, sin horas extras se les reduce a $1.600.
La crisis mundial se muestra como un tsunami que se llevará todo por delante, hay preocupación por perder el trabajo; en general los trabajadores tienen deudas que asumieron por el poder adquisitivo; el costo de la vida sigue subiendo. La patronal y el gremio dicen que aguantemos, que esto va a pasar. Pero aguantando vamos a quedar más afuera que adentro. Hay que pararles la mano ahora, no aceptar ni un despido, ni una suspensión y hacer que la crisis la paguen ellos, que se enriquecieron todos estos años.
Pignatelli del Smata dice que las ganancias de las empresas dan para un año y medio sin despedir, pero, a pesar que fueron beneficiados por el 3 a 1 y se llenaron de plata estos años, por dos semanas que se las ven negras echan y suspenden. Que el gobierno blanquee las cuentas de las empresas, nadie las conoce porque no les conviene que sepamos cuánto ganan.

Imponer un nuevo modelo
Los monopolios están despidiendo en sus países: Renault en Francia, General Motors en EEUU… ¿qué planes tienen para Santa Isabel? Ya en el 2002 se llevaron las máquinas y dejaron un mínimo de trabajadores, ahora la crisis es peor. Si Renault levanta campamento y se va, que deje las máquinas y la fábrica acá. Se sabe que empresas que compraron máquinas nuevas en Europa, de la última tecnología, las pagaron con 3 meses de producción.
Como dicen los compañeros de la CCC: El primer paso para enfrentarlos es pelear por la reincorporación de todos los compañeros. No debemos aceptar la del gremio: “se planeaba echar 600 y conseguimos que sean sólo 300”, ¡como si fuera un triunfo! Eso huele mal, huele a que estaban arreglados los despidos con el gremio.
Está claro que las medidas que proponemos (ver recuadro) no entran en el modelo de Cristina K. No va quedando otra que imponer un nuevo modelo a favor del pueblo y de la Patria, defender la industria nacional, y reconvertir la producción hacia las necesidades de nuestro mercado interno. Ellos o nosotros y nuestras familias. ¡Hay que empezar ya!