Los resultados fueron: para Centro, sobre 1.999 votantes, la CEPA obtuvo 1.277, Franja Morada 681, 31 nulos y 10 votos en blanco. La CEPA obtuvo además 4 consejeros estudiantiles, contra 1 de Franja.
Nuestro corresponsal entrevistó a algunos de los dirigentes de este proceso de ambas facultades. Agustín Romero, secretario de la JCR del Chaco, nos decía “Fue un año de muchas luchas porque las autoridades están yendo a fondo con distintos planes en arquitectura y diseño. Quisieron eliminar estudiantes por primera vez en la historia encubriendo una persecución política. Fue fundamental la lucha que se dio en ese momento y principalmente las luchas políticas que se dieron en la facultad tanto para que ningún estudiante quede afuera y también por los concursos docentes en Diseño Gráfico, por presupuesto, becas, por distintas cosas.
“En la facultad de Humanidades también se puso el eje en las becas, en las necesidades de los pibes y se dio mucho debate político contra el gobierno nacional y provincial y en eso se vio que la Franja Morada no era el tipo de conducción que el movimiento estudiantil necesita.
“El gobierno provincial arregló con la Franja Morada el desmantelamiento de la UNNE, acordado con el rector Oscar Valdés de la Universidad del Chaco Austral. La línea de la CEPA de enfrentar eso, de apoyar la lucha agraria, de impulsar el debate político en los cursos fue justa. Acá están los resultados: gracias a los chicos, que se jugaron en las dos facultades, se ganó Humanidades –con mucho debate político– en un frente donde lo principal, por lejos, fue lo que aportó la CEPA”.
Por su parte, Franco Bistoletti, secretario de la JCR de Arquitectura, afirmó: “Es importante analizar que el año pasado la facultad de Arquitectura empezó el proceso de acreditación y este año las autoridades quisieron avanzar sobre el movimiento estudiantil queriendo descabezar las luchas, al compañero Agustín, secretario de la Juventud. Después de muchos debates con los compañeros pasamos a dar un salto muy importante con las masas que fue democratizar el debate, democratizar los votos en el Consejo, fue una experiencia muy importante que nunca se había visto en la historia de la facultad, haciéndolos partícipes de qué podía pasar si se perdía y qué podía pasar si se ganaba.
“Con los estudiantes le torcimos el brazo a las autoridades. El primer cuatrimestre fue una lucha tras otra con una línea muy clara que era que todos los compañeros cursen, ya sea por excepciones, por falta de docentes, por las materias que no podían cursar. En el segundo cuatrimestre supimos dar los debates necesarios, las reuniones necesarias y salimos adelante para las elecciones con el debate político a los compañeros de la facultad y ahora estamos cosechando los frutos de esta lucha.
“Es muy importante haber ganado en Humanidades, que haya crecido la agrupación en otras facultades, haber mantenido la conducción del Centro por séptimo año en Arquitectura, creo que son las condiciones en que está hoy el país, que la mayoría de la juventud siente la necesidad de salir a luchar, de organizarse, de debatir, y eso es muy importante y ese es el espacio que impulsa la CEPA y la Juventud, de organizarse y salir a luchar por las reivindicaciones de los estudiantes y unir las luchas de los universitarios con la lucha del pueblo como la lucha agraria, donde estuvieron muchos estudiantes acompañando a los compañeros de la Unión Campesina y a los pequeños y medianos productores.
“La enseñanza que nos deja es que estos son momentos de cambios que hay que aprovechar para crecer. Este es nuestro momento, somos la juventud que surgió del Argentinazo, que sigue la lucha y que hay muchas ganas de seguir luchando para cambiar la historia en la Universidad y en el país”.
Pablo Ravetti es el presidente del Centro Estudiantes de Arquitectura y Diseño Gráfico: “Las luchas este año principalmente fueron políticas, con una línea de discutir la política en general y bajarla a lo particular, curso por curso, entendiendo que la política tanto del gobierno nacional como provincial se expresan con el ajuste, el limitacionismo, la pauperización de la educación en general y de la formación universitaria en particular. A partir de ahí las autoridades de la facultad, con su brazo dentro del estudiantado Franja Morada, ya a comienzos de este año jugaron a fondo con limitar a los estudiantes de poder rendir la primer mesa, vital para cursar las materias anuales y cuatrimestrales.
En el plano netamente político ideológico se dio una persecución atroz, que se expresó en la expulsión del secretario de la JCR del Chaco, y junto con él a 20 estudiantes. A partir de una confesión del decano de que no le importaba dejar a 2.500 estudiantes afuera con tal de que quede afuera este compañero, se dio una lucha de un mes intensísimo, en la cual los estudiantes han demostrado su ánimo de lucha, las reservas que tienen por defender lo que es justo, esa bronca y ese ímpetu a la hora de defender los derechos del colectivo por sobre lo individual.
“Querían descabezar la juventud y el movimiento estudiantil para aplicar su política reaccionaria, antipopular. Se amparaban en la Conea, en la Ley de Educación Superior, pero nosotros le hemos encontrado la vuelta en los cursos, con los estudiantes, haciendo asambleas, recorriendo tablero por tablero, pibe por pibe y las asambleas generales.
“Estas victorias de Humanidades y Arquitectura demuestran que es posible con una línea justa partiendo de las necesidades, barrer a la Franja y dirigir el movimiento estudiantil; hay que confiar en los estudiantes, en las masas, hay que abrir la discusión, romper el sectarismo y lo primero que hay que romper es el escepticismo”.
Humanidades pedía un cambio a gritos
La compañera Jorgelina Baldovino, electa presidenta del Centro de Estudiantes de Humanidades, analiza que “Lo que nos alentó a hacer el frente fue la consigna de terciar para recuperar la Funne que discutimos en el plenario de la CEPA. Creo que hicimos lo que habíamos acordado e intentamos plasmarla en nuestra facultad por una necesidad de los estudiantes que ya no da para más desde lo académico, lo económico y lo político. Esa fue la línea y acertamos porque se vio en los resultados que los chicos pedían un cambio en serio de la política universitaria… hay muchos chicos que antes no se animaban a participar y que ahora tienen todas las intenciones porque ven que hay un camino, que hay una dirección.
“Haber abierto la agrupación hace apenas un año y ganar el centro nos deja la enseñanza de que nuestra facultad pedía un cambio a gritos, los chicos necesitaban un cambio, que el centro de estudiantes funcione como tal, porque en nuestra facultad es en donde más se avanzó con los postgrados arancelados, la falta de presupuesto, de aulas, la falta de contenidos. Nos deja la enseñanza de que hay que seguir luchando, que estamos en la línea justa”.
El primer consejero del pueblo originario
Exequiel Zacarías, consejero estudiantil en Humanidades, dice orgulloso: “Soy el primer consejero del pueblo originario. Hay que decir que la Universidad debe ser para todos. Me parece que estamos haciendo una historia y es muy importante que la agrupación tenga en cuenta a otras culturas que piensan diferente. Cuando se acercaron los chicos a plantearme los problemas de los estudiantes me tocó de cerca y cuando los escuchaba sentí la necesidad de hacer una devolución, eso me incentivó para enfrentar eso desde la lucha. Más allá de que hicimos un frente y tenemos líneas políticas diferentes, pero las necesidades del estudiantado son las mismas. En la facultad de Humanidades falta integración a la realidad, faltan las prácticas, hay mucha teoría, no hay una relación entre la práctica y la teoría, nosotros impulsamos mucho para ver qué podemos hacer para cambiarlo”.