En aras de ganar la tapa de los diarios, otra vez la presidenta Cristina Fernández anunció su plan de obras públicas aumentándolo a 111 mil millones de pesos: a los 71 millones anunciados antes, que ya tendrían “financiamiento estructurado” se agregaron otros 40 mil millones que el Gobierno “está trabajando para conseguir”, según el secretario López. Aunque no todo de inmediato, sino unos 57 mil millones para el 2009, y el resto para los años por venir, hasta el 2013 (aunque “el turno” de Cristina termina en 2011, ¿o piensa seguir?).
Cubriéndose, la presidenta afirmó que este anuncio, como habría sido el de marzo en medio de la rebelión agraria o el de hace un mes, “no es improvisado: hemos remodelado, rediseñado y aumentado el nivel de inversión”. Por supuesto, sin especificar que los 111 mil millones se reducían a 57 mil millones, de la manera que había dicho antes el secretario López: “33.000 millones ya están contemplados en el presupuesto, 2.500 millones vienen de organismos de crédito, 6.000 millones de inversores privados, 12.000 millones saldrán del Banco Nación y de la Anses y los 5.500 millones restantes de los ahorros por el recorte de subsidios”.
Para completar la jornada, como broche de oro de “su generosidad”, la presidenta agregó solemnemente: “Quiero anunciar como una especie de reconocimiento, una suerte de premio para estos hombres y mujeres que tanto hicieron por este país, para este fin de año una suma fija de $ 200 por única vez para todos los jubilados”. Y sin que se le caiga la cara, señaló que esos 200 pesos significan “un ingreso extra de 29 por ciento para el 76% de los jubilados”. ¡Como si fuera un orgullo que con su gobierno el 76% de los jubilados esté recibiendo apenas 680 pesos por mes, muy por debajo del 82% del salario mínimo de hambre, de 1.240 pesos por mes!
02 de octubre de 2010
