En su planta villense, la empresa Paraná Metal (Ex Metcon, lo que fuera la fundición de Ford) ocupa a unos 1.200 trabajadores, entre efectivos, contratados y personal de contratistas. Allí fabrica piezas de fundición para terminales automotrices. Más del 90 por ciento de su producción está destinada al mercado externo.
En la semana que comenzó el 8 de diciembre se evidenció que había serios problemas, destacándose la falta de materia prima; y el miércoles, la noticia de que la empresa pidió su concurso preventivo. Ante esto una junta de delegados convocó a una asamblea para el viernes 12.
La asamblea arrancó con los trabajadores cortando la ruta 21 que une Villa Constitución con San Nicolás, frente a la fábrica. Había mucha bronca por la situación que se está viviendo.
El dato concreto es que el miércoles, según informó un representante de la UOM y Comisión Interna, al iniciar la Asamblea la empresa pidió el concurso preventivo de acreedores; que la fábrica no iba a cerrar pero tenía materia prima sólo para dos días de producción; que también presentó el procedimiento preventivo de crisis ante la secretaría de trabajo de la provincia y que no podrá pagar la quincena que se avecina, y tampoco vacaciones ni aguinaldo.
“Nos dijeron que en tres meses (de noviembre a enero 2009) pensaban producir 9.600 toneladas y sólo saldrán 4.500”.
Después, el adjunto de la UOM local intervino para explicar que en realidad ellos vienen trabajando con el gobierno nacional (lo trajeron a Moreno primero, después a Tomada quien, según él “se fue muy enojado” de una reunión con directivos de la empresa), pero que en realidad no hay nada concreto para impedir que la crisis termine afectando a los trabajadores. Defendiendo al gobierno, sostuvo: “el gobierno no es boludo, no va a seguir poniendo plata…”.
Los obreros quieren luchar
La asamblea presionaba para tomar medidas, inclusive la ocupación de la fábrica, y los directivos se ocupaban de pedir calma y esperar hasta una reunión que se hará el lunes 15 en el Ministerio de Trabajo en Rosario.
En ese marco intervino Pichinini, secretario de la UOM villense. Apenas comenzado su discurso, que no abordaba el problema de la crisis en Paraná Metal y las medidas a tomar, entró a polemizar con varios compañeros que pedían que hablara sobre eso. Un obrero joven le dijo “nosotros respetamos tu historia, pero hablá de lo de ahora…”. La inquietud fue creciendo en la asamblea, con palmas impedían que siguiera hablando, ante lo cual, enojado y ofuscado, terminó su discurso y se fue.
Reflejando el clima combativo que había, otro compañero dijo “Yo no voy a pelear por estos dirigentes, tenemos que pelear por lo que tenemos atrás: nuestras familias”.
Hay que tener en cuenta que en esta fábrica la lista de la actual conducción había ganado por amplio margen en las elecciones recientes de la UOM.
Finalmente la asamblea impuso que se pongan colectivos para estar presentes en la reunión que se hará el lunes en Rosario. Muchos compañeros se fueron pensando si esto será suficiente, si hay que prepararse para medidas mucho más firmes y contundentes.
El pueblo de Villa sabe que la suerte de los trabajadores de PM afectará a todos, ya que son 1.200 familias, la mayoría de la ciudad, muchos también de San Nicolás. Esto, sumado a los cerca de 200 despidos en Acindar, muestra que la crisis está pegando fuerte y que la necesidad de la hora es organizar la lucha para evitar maniobras y vaciamientos, mantener las fábricas abiertas, impedir despidos y lograr la reincorporación de los ya despedidos en otras fábricas. Habrá que rodear de solidaridad estas luchas y unirlas a las de otros sectores.