También durante el 2008, en la alimentación se aplicó un duro golpe a la dirección del Sindicato en las elecciones del 12 de diciembre, donde sobre más de 1.300 obreros empadronados, solo en las plantas de Arcor/Bagley (que no incluye Arroyito) la actual conducción de STIA tuvo alrededor de 60 votos. Una enorme mayoría votó en blanco, se abstuvo o anuló en repudio a una conducción que estuvo más cerca del traidor Daer y las patronales que de las necesidades de los trabajadores.
El 2009 comenzó con luchas contra las suspensiones, los despidos en las automotrices y las metalmecánicas y ya se empezó a plantear las mejoras salariales en gremios como Municipales y la UTA.
En ese marco va surgiendo una rebeldía que busca forma organizativa en las autopartistas y las terminales contra los arreglos que se hicieron en diciembre a espaldas de los trabajadores por parte de los dirigentes sindicales que protegieron los intereses de las empresas por sobre los puestos de trabajo y los salarios. Contribuyendo de esta forma a la política del gobierno y de las empresas para que los trabajadores sigan pagando la crisis.
Miles de trabajadores ya están pagando la crisis que no generaron, con despidos, suspensiones y rebajas salariales.
Durante todo el 2008 hubo luchas salariales. Fueron pocos los que sostuvieron la lucha por salarios igual a la canasta familiar y por convenios que mantuvieran esta reivindicación salarial arriba de los $ 3.000, así como garantizar trabajo con salarios en blanco, mejores condiciones de trabajo, jornadas de 8 horas. Reivindicaciones que no entraron en las negociaciones de convenios.
Dirigentes que se dicen progresistas (kirchneristas), no se diferenciaron de aquellos traidores como Dragun o Tello y acordaron aumentos salariales que oscilaron entre el 16 y el 20 %. Aumentos que en su mayoría no llegaron a superar los $ 1.600 de salario.
En Córdoba la carestía de la vida creció, aumentó el transporte, la luz, el agua, los impuestos, frente a los salarios que bajaron debido a la crisis.
Así comenzó el año, con el costo de la canasta familiar dejado de lado y desbordados por la inflación. Hoy se profundiza con la crisis y los tarifazos a los servicios. Tarifazos en momentos en que se han desatado suspensiones con salarios al 75%, que ya vienen siendo enfrentados con movilizaciones desde organizaciones espontáneas y, con declaraciones desde centros vecinales que apuntan a no pagar por tres meses impuestos, y broncas que se manifiestan proponiendo rebelión fiscal entre otras medidas.
La crisis viene golpeando en Córdoba a toda la economía. Los que se enriquecieron con la superproducción de estos años ya tienen en marcha sus planes de descargar las crisis sobre los trabajadores y el pueblo, sobre los pequeños y medianos chacareros en el campo y a la pequeña y mediana empresa nacional.
Grave situación en las metalmecánicas
El propio carácter de crisis de superproducción, de crisis del sistema capitalista hace que se manifieste en toda la provincia, en el campo y en la ciudad, sobre todo en el cordón industrial con predominio de las grandes terminales automotrices. En esta industria, sólo las terminales ocupan alrededor de 5.000 trabajadores de los que han suspendido miles entre efectivos, contratados y eventuales, estos últimos casi en su totalidad y en los que ya recae el despido, en parte definitivo y otros hasta nuevo aviso. Esto hace que se profundice la gravedad de la situación en miles de hogares de trabajadores.
Según la Voz del Interior, en 2010 el sector volvería a crecer. Mientras tanto, febrero comienza profundizando el efecto de la crisis sobre estos miles de trabajadores: Iveco retomó la producción con el 30% del personal, Fiat trabaja irregular y se esperan aumentos en los tiempos de suspensiones. Renault inició el lunes 3 con vacaciones por 35 días. Volkswagen trabajará al 30% de su capacidad, con 1.050 suspendidos.
En las empresas autopartistas, donde la producción es de casi total dependencia de las terminales, la situación se tornó muy difícil para los trabajadores y también para las empresas, principalmente las pequeñas y medianas. Van llegando datos todavía imprecisos sobre empresas que estarían afectadas dentro de los anillos industriales donde se agrupan las que producen para proveer directamente a las terminales y a proveedores de éstas, que suman de entre 10 a 15.000 trabajadores. Ya se conoce que alrededor de 70 metalmecánicas pedirían procedimiento preventivo de crisis.
Dirigentes traidores vs. clasismo
Los despidos ya son parte de cómo los trabajadores están pagando la crisis. Venturi, una empresa que produce componentes para industria de maquinaria agrícolas, despidió a 86 trabajadores efectivos. Esto está sucediendo en muchas empresas, pero los dirigentes sindicales sirviendo a los gobiernos nacional y provincial, y muchos directamente a las patronales, llegan a arreglos a espaldas de los trabajadores con acuerdos de no despidos, suspensiones con rebaja de salarios y paz social hasta 2010 en algunos casos.
Esta actitud antiobrera de los dirigentes ya tuvo respuestas en muchas fábricas como por ejemplo Gestamp. Pero actualmente, frente a la entrega, la desconfianza y la bronca, se están agrupando de a poco y por fábricas, y va apareciendo el clasismo, que se manifiesta en la necesidad principal de combatir la política de los traidores uniendo lo que desde el inicio de esta situación vienen ejecutando los jerarcas, dividir entre efectivos y contratados, entre suspendidos, despedidos y en producción. Dura tarea que ya va teniendo sus frutos. Crece la lucha por hacer pagar la crisis a los responsables, los gobiernos, las patronales explotadoras y los grandes monopolios imperialistas.
La experiencia más avanzada para enfrentar esta crisis es la de los trabajadores de Paraná Metal de Villa Constitución y su confluencia con la lucha agraria que los llevó a pasar por sobre sus dirigentes y unidos cortar la ruta.
Aumenta la canasta y la desocupación
El avance de la desocupación ya se nota en el crecimiento de las villas y asentamientos. El hambre vuelve tras la exigencia de comedores y bolsones de alimentos. La canasta escolar viene con aumentos del 30%.
Frente a esta situación los políticos del sistema están fraguando componendas electorales y el kirchnerismo borocotizador hace estragos corrompiendo desde la caja a la que tiene sumado el Anses.
La crisis ya está haciendo estragos, es tiempo para encabezar desde el clasismo la lucha para que la clase obrera encabece las multisectoriales y frentes únicos con un eje principal: hacer que la crisis la paguen los que se enriquecieron, los que se llenaron los bolsillos a costa del pueblo y no los trabajadores.