El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, no como un día festivo sino de homenaje a las trabajadoras que desde principios del siglo XX protagonizaron las luchas por la organización del movimiento obrero y por sus reivindicaciones de clase y de género.
Las condiciones de trabajo en aquel entonces eran tremendamente duras para todos los trabajadores pero para las mujeres eran aun más agotadoras, porque sumaban las tareas del hogar y el cuidado de sus hijos luego de 12 o 16 horas de trabajo. Dice la historia que en los talleres textiles de Nueva York de la época, colgaba un cartel que decía “Si no viene el domingo, ni piense en regresar el lunes”.
En aquel entonces, las mujeres se organizaban para exigir el descanso dominical, 10 horas de trabajo y salario igual al de los varones. También derechos sociales y participación política reivindicando el derecho al voto.
Mucha sangre de hombres y mujeres corrió por las calles en todo el mundo hasta conquistar esos derechos. Durante la primera mitad del siglo, también en la Argentina hicieron falta combates encarnizados para poder lograr derechos laborales, sociales y políticos para el movimiento obrero en general y para las mujeres en particular. Pero en los últimos 33 años, desde la dictadura genocida del ´76 hasta ahora, la pérdida de conquistas ha sido despiadada. Luchar por cambiar, nuevamente, estas condiciones de vida y de trabajo de las mujeres, es parte de la lucha sindical, política e ideológica, contra la explotación de clase y la opresión de género que la refuerza. Incluir en el debate de paritarias la formulación de nuevos Convenios Colectivos de Trabajo que incorporen las reivindicaciones de las trabajadoras por su condición de mujeres es tarea de todo el movimiento obrero. Por ejemplo, siendo las mujeres el 40% de la fuerza laboral ganan un 26,5% menos que los ya caídos salarios de los varones.
Los efectos de la crisis económica mundial ya se hacen sentir y serán devastadores. Ahora, como a principios de siglo, la lucha de las mujeres sigue siendo parte de las luchas obreras y populares y por este camino se volverá a triunfar. Debemos derrotar las políticas del matrimonio K que buscan descargar sobre la mayoría del pueblo esta crisis, beneficiando a monopolios imperialistas amigos, terratenientes y especuladores.
Exigimos al gobierno:
* Frenar despidos y suspensiones de puestos de trabajo.
* Trabajo genuino con aportes jubilatorios y obra social, con igualdad de oportunidades y trato.
* Salario igual a la canasta familiar. Jubilaciones al 82% móvil.
* A igual trabajo, igual salario.
* Jardines maternales en lugares de trabajo y barrios. Aplicación de la Ley 20582.
Para avanzar en el camino de la liberación social de las mujeres:
* Leyes para combatir la violencia laboral: discriminación, acoso moral, psicológico, sexual y agresión física en el lugar de trabajo.
* Inclusión en la negociación colectiva de trabajo, cláusulas con las reivindicaciones de las mujeres trabajadoras.
* Denuncia de trata y tráfico de mujeres, jóvenes y niñas para las redes de prostitución.
* Erradicar las múltiples formas de violencia contra la mujer, en el ámbito familiar o social.
* Declaración de la Emergencia en Violencia Sexual.
* Libertad de Romina Tejerina y de todas las mujeres presas por “infanticidio”. Cárcel a sus violadores.
* Reincorporar por ley la figura de “infanticidio” en el Código Penal
*Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.