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02 de octubre de 2010

A principios de abril y después de varios meses de espera, se hizo entrega de los subsidios agrícolas que los chacareros de Apepro (Asociación de Pequeños Productores) venían reclamando.

Conquistan subsidios para la producción

Hoy 1262 / Chacareros pobres de Mendoza

El subsidio a los chacareros consta de fertilizantes, abonos, y venenos para la producción en las chacras, por un valor de 180.000 pesos.
Los chacareros de Apepro vienen organizándose desde octubre, confluyendo en los piquetes con productores de damasco y vid, poniendo sobre la mesa sus reclamos. Esta organización está compuesta por pequeños productores de Mendoza que trabajan principalmente en las chacras.
El Municipio se había negado desde un principio a dar estos subsidios, y ponía excusas para no realizar la entrega. Con fortaleza, unidad y lucha, los compañeros lograron el objetivo: realizaron dos cortes de rutas, dos movilizaciones a la Municipalidad, y un sin número de asambleas y reuniones, con los que lograron conquistar sus reclamos.
Nos comentaba uno de los integrantes de la comisión directiva que “fue una dura lucha, luego de seis meses se conquistó lo que se venía peleando… Viendo estos logros, me doy cuenta de que entre todos, luchando, se puede. Ahora nos tenemos que unir más que nunca, se va a sumar más gente, va a haber más empeño, y tenemos que ir por más. Vamos por terrenos para los no propietarios, y por la comercialización”.
Otro de los compañeros afirmaba: “Si conseguimos esto, debemos sumar más gente por más para los chacareros, y así no sentirnos los marginados del área rural”. Por su parte, una compañera de la Asociación decía: “Me siento feliz de haber logrado algo que nos va a ayudar en lo que hemos plantado, como el ajo… Hubo altos y bajos, pero seguimos adelante. Vamos por más, por chacras, por el tractor que también logramos sacarle la promesa a la Municipalidad, y por otros subsidios necesarios para trabajar”. Agregaba que “hay que bajar el tarifazo, si no bajamos la luz ya no podremos seguir trabajando”.
Una mañana cargada de unidad encontró a la presidenta de la Asociación organizando el reparto, y a todos los chacareros subiendo las bolsas de urea en las camionetas, que, como dijo un delegado “ya mismo las llevo a la casa para echarlas en la tierra, sino, no voy a tener el ajo como tendría que estar”.