CIVE es una histórica planta industrial de vidrios. Su producción principal es parabrisas y provee partes a las grandes terminales automotrices de Córdoba, a agroindustrias de diferentes lugares del país (parabrisas para cosechadoras), parabrisas para embarcaciones a distintos astilleros y exporta a EEUU y otros lugares.
La lucha de los trabajadores de CIVE tiene varios años. Desde el 2001 hay un proceso de vaciamiento de la empresa y en 2006 los dueños se declararon en quiebra. A partir de allí los obreros toman en sus manos la dura lucha por sostener la fuente de trabajo en condiciones muy difíciles. La patronal, como siempre de la mano de la “justicia” y con síndicos corruptos, deja sistemáticamente a los trabajadores como último orejón del tarro.
Fábrica que se cierra, fábrica que se ocupa
La planta tiene dos tipos de producción principal, el vidrio templado y el laminado. “La niña bonita es el laminado”, dicen los trabajadores, porque “ese es el parabrisas que no se rompe ni se astilla, es el que requiere el mercado”, agregan. “No es que le dé pérdida”, y continúan: “lo que pasa es que este señor tiene otras dos fábricas, una en La Rioja y otra en Río Tercero. El quiere trasladar toda la producción…” Los trabajadores se plantearon recuperar la planta y ponerla a producir en forma cooperativa.
Hay sospechas muy firmes de que lo que hay detrás es un negocio inmobiliario muy fuerte que incluye a un grupo Edisur (un grupo que tiene muchos negocios inmobiliarios de la mano de la Intendencia de Córdoba) para continuar la construcción de countries en la zona sur de la ciudad de Córdoba. Es significativo que el Concejo Deliberante de Córdoba con mayoría juecista sancionó una ordenanza que le otorga a los trabajadores el predio y lo declara de “utilidad publica” y sujeto a expropiación. Giacomino, intendente de Córdoba, “el soldado de Cristina” según se autodenominó, debe promulgar esa ordenanza y no lo hace. Al revés, corren fuertes versiones que su intención es vetarla. Todo esto, a 20 días de las elecciones donde los Kirchner en Córdoba no tienen forma de que levanten en las encuestas.
La semana anterior, se reavivó la lucha. El Sr. Ardiles, que figura como dueño, acompañado de la jueza que le otorgó la tenencia del predio y de la policía de la provincia, entró a la fábrica en la madrugada, mientras un grupo de obreros dormía adentro, y queriendo aprovechar la “primeriada”, pretendieron desalojar por la fuerza a los trabajadores.
Fueron minutos donde corrieron los mensajes de texto, las llamadas, el correr a la fábrica de los trabajadores, sus mujeres, sus hijos y saltar los alambrados y los portones, treparse a los techos, y abortar el desalojo.
A partir de ese momento, un sinnúmero de organizaciones populares y agrupaciones estudiantiles como la CEPA, la CCC entre otros, dirigentes políticos y sociales, concejales, dirigentes sindicales, legisladores, colmaron el predio de la planta y pasó a generalizarse la solidaridad y el apoyo.
La lucha por el triunfo de CIVE tiene mucho que ver con cómo el conjunto de los trabajadores se preparan para enfrentar la crisis y hacer que la paguen los que la produjeron.
Este miércoles culmina el cuarto intermedio de la audiencia que vienen sosteniendo las partes en el Ministerio de Justicia de Schiaretti. Ese día también se vence el plazo en que el intendente Giacomino debe vetar o promulgar la ordenanza.