Desde el primer día los productores chaqueños fueron a los cortes de ruta, convocados por APROCHA, FAA y autoconvocados. La mayor concentración se produjo en Sáenz Peña zona de mayor concentración de campesinos medios. Mayoritariamente históricos productores algodoneros que fueron empujados a la soja. Se mantuvieron durante Semana Santa y crecieron en participación y en número, llegando a 9 cortes en la provincia.
Al decir de Daniel Karvan, uno de los principales dirigentes del corte de Sáenz Peña y presidente de APROCHA, los productores salen a la ruta en muchos casos pasando por arriba de las organizaciones. La bronca después del primer discurso de la presidenta fue muy grande y se produjeron marchas en la mayoría de las localidades con participación de miles que expresaban su solidaridad con la lucha y repudio al mensaje provocativo.
La marcha a Resistencia
Desde ahí, en masivas asambleas se resolvió marchar sobre Resistencia el viernes 29. Desde temprano se fueron sumando los pueblos aledaños a Sáenz Peña. La policía informó que había más de 600 vehículos que habían partido. En el peaje de Makallé, a 40 Km. de la capital, después de pasar la cabeza de la marcha, se cruza un camión y un automóvil cortando la misma. Personajes vinculados a los servicios y otros contratados para eso, con remeras del Sindicato de Camioneros provocaban para un enfrentamiento. El despliegue policial miraba hacia la caravana. Hubo enfrentamiento con este grupo que crecía en número y estaba armado. Piedrazos y piñas y dar vuelta el auto de los servicios fue la respuesta popular a la provocación de quienes decían defender al gobierno nacional y provincial. Hubo confusión, estaban los que decían regresar y los que decían pasar. Para unificar se resolvió regresar con mucha bronca y determinación para continuar los cortes, indignados no sólo con la presidenta, sino también con el gobernador Capitanich que estuvo a su derecha y por esta provocación.
En Resistencia, pasando el nutrido vallado policial de Infantería y Caballería, esperaban solidarios la CCC, el Centro de Estudiantes de Arquitectura y Diseño Gráfico, la CEPA de Humanidades y Artes, gente que espontáneamente llegó, delegaciones de la Sociedad Rural y una nutrida concurrencia de diputados y dirigentes radicales. Este sector era repudiado por un grupo de punteros del PJ desde la explanada de la Casa de Gobierno al grito de oligarcas.
En ese momento llegó la delegación de aborígenes de la Unión Campesina y de la Comisión Zonal de Tierras de Pampa del Indio con un cartel que decía: Reforma agraria, subsidio y precio sostén para algodoneros y otro que decía; ¡Tierra! para los pueblos originarios que al pasar fueron silbados por el grupito del PJ.
La delegación se niega a compartir el micrófono con la Sociedad Rural y desde el mismo se dice que al no llegar la caravana se desconcentren en paz. Se grita a viva voz que los campesinos pobres tenían cosas que decir y muchos dicen que le den el micrófono. Se van los del SRA y dejan el micrófono.
Mártires López de la Unión Campesina dice: "somos los que caminamos 120 km en 3 días para hacer conocer el hambre de nuestro pueblo, los que acampamos 34 días en defensa del precio del algodón, luchamos antes y luchamos ahora". Un grupo de los más reconocidos radicales también se retira. La gente aplaude reconociendo la larga y consecuente lucha de la organización, los del PJ cambian silbidos por aplausos y muchos radicales también lo hacen.
Continua: "venimos a unir nuestra lucha con los hermanos campesinos medios que fueron empujados a la soja y hoy están mal. Nos dicen oligarcas a nosotros. Nosotros estamos contra los terratenientes que como los Eurnekian hoy tienen las tierras que eran de nuestros ancestros y luchamos por recuperarlas".
Mártires termina reafirmando el camino de la unidad y la lucha para volver a los campos a organizar un corte de ruta conjunto, levantando retenciones diferenciales, coparticipables y para precio sostén para pequeños y medianos productores, salario acorde a la canasta para el trabajador rural y aumento para los planes de desocupados hasta que haya trabajo genuino.
Con aplausos y abrazos se terminó la frustrada confluencia reafirmando un camino de unidad de pobres y medios en el Chaco, lo que requiere un arduo, fundamentado y profundo debate.