Esta movilización –convocada por el Centro de Estudiantes y por la FUBA, y aprobada en las asambleas de la Facultad- es un nuevo escalón en la lucha presupuestaria de Medicina y tendrá impacto en toda la UBA. Los estudiantes de esta facultad llevan 2 meses de lucha. Un proceso que en distintos momentos desbordó a la conducción del Centro de Estudiantes (QRS), con asambleas, corte de calles y movilizaciones al Consejo Directivo. El QRS, ante el peligro de quedar como co-responsable de la situación frente a los cientos de estudiantes movilizados (por su reiterada inacción ante tan grave problema, por ser parte desde hace muchos años del bloque de gobierno de la facultad, y por ser parte de los que votaron al actual rector de la UBA) finalmente impulsó la convocatoria desde el CECiM a esta movilización al Ministerio.
La delegación del CECiM, representantes electos en asamblea, FUBA y FUA que ingresó al Ministerio para formalizar los reclamos, no fue recibida por ningún funcionario y tuvo que dejar la nota con los pedidos presupuestarios en Mesa de Entradas.
Para solucionar el problema en la instalación de gas de la facultad se necesitan $ 7 millones. Es menos de lo que costaron los viajes de Cristina por el mundo promocionando su candidatura presidencial. Pero la plata para Medicina no aparece, el gas tampoco y se aproxima el invierno.
Esta movilización muestra la posibilidad de profundizar y masificar aún más la lucha por presupuesto. En unas semanas empiezan, además, los exámenes en primer año con los que dejan regularmente a unos 2.500 estudiantes en el camino.
El plan de lucha en la UBA continúa: el viernes 30 se realizará una movilización en Ciudad Universitaria convocada por el Centro de Estudiantes de Exactas y el Sábado 31 el Congreso Extraordinario de la FUBA.