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03 de octubre de 2010

Charla del 6 de junio, cierre del seminario sobre el Che en Rosario a 80 años de su nacimiento.

Che: un coloso de la revolución

Intervención de Otto Vargas en el panel

Parto de la base que ustedes han participado de otras reuniones del seminario, que por ejemplo han escuchado la intervención de Rosa Nassif que hace una historia detallada del pensamiento del Che y sobre cuestiones que están muy en debate, por ejemplo las contradicciones que tuvo en el último período de su vida, antes de ir a Bolivia, dando opiniones consensuadas por nuestro Parido, con las opiniones que tenemos.
Yo voy a hacer una charla con muchos recuerdos personales y pido que no se entienda esto como una estúpida vanidad personal, sino que lo hago porque me parece que es muy importante, cuando se ha transformado al Che en un ícono. Esta semana el Corriere della sera, publicó fotos mostrando cómo jóvenes de izquierda, cualquiera sea su filiación política, en Italia, usan el tatuaje del Che. Así como todos los de derecha usan el ícono nazista, el Che se a ha convertido en un ícono, que se tatúan los jóvenes de izquierda.
Esto desde ya tiene una significado que se habrá discutido en las otras sesiones que ha habido. Yo lo que digo, y que se me interprete bien, es que el Che fue un protagonista revolucionario de otro mundo, el mundo que conocimos nosotros en mi juventud, en la juventud del Che, que no era este mundo. Es muy difícil para un joven hoy entender ese mundo. Había mil millones de personas viviendo en países socialistas, donde se había terminado con la explotación del hombre por el hombre, se había terminado con la desocupación, el analfabetismo, la miseria. En países como China, donde morían millones de personas por año, por las inundaciones, las epidemias y el hambre, se terminó con eso. Existía ese mundo socialista.
Sin entender ese mundo es absolutamente imposible entender la revolución cubana. Pero ya en ese momento, cuando triunfó la revolución cubana -aunque nosotros, incluso el Che, no éramos conscientes, y durante muchos años nos atormentamos con la idea de qué era lo que sucedía- ya se había producido el hecho fundamental de la restauración capitalista en la Unión Soviética, que se concluyó en 1957, aunque colapsó en 1991, y era el inicio de este mundo que ven ustedes hoy, porque después de diez años de resistencia, de 1966 a 1976, también se restauró en China, y vemos este mundo que tenemos hoy, por lo tanto cosas como las que estaba diciendo el Che en el video, pertenecen a otro mundo.
Lo hemos dicho el otro día en el acto que hizo nuestro partido en el Luna Park. Esta es la dialéctica de la historia, decía Mao. Luchar, fracasar, para volver a luchar, volver a fracasar, y así hasta triunfar. Después de dos oleadas revolucionarias en el mundo, de resultas de las que se liberaron más de mil millones de la sociedad capitalista, vendrá una tercera oleada. Será muy diferente a las anteriores; los jóvenes la conocerán.
Pero tiene mucha importancia estudiar, no para copiar, pero sí estudiar, la experiencia de esas oleadas anteriores. Cuando se habla del icono del Che, yo quiero aclarar cuatro cuestiones muy importantes. Acá lo veo a Perelman que estuvo en un acto que se hizo en el aniversario del asesinato del Che, en Bolivia el año pasado -digamos de paso que el Partido Comunista, por ejemplo, conmemora el aniversario de la muerte de Tosco, el aniversario del asesinato de Jorge Calvo, pero del Che conmemora el nacimiento, porque tienen las manos sucias por lo que hicieron ante su muerte- y en ese acto a la locutora, que era cubana, se le escapó y dijo "aventurero".
 
El Che fue un comunista
El Che no fue un aventurero, no fue a Bolivia o a Cuba porque fue aventurero. El Che fue un comunista, desde el momento, como dice en esa carta que le manda a su tía "hoy, delante del retrato de Pepe (por Stalin) he jurado dar mi vida al triunfo de la revolución", desde ese momento el Che fue comunista toda su vida, hasta el día de su muerte. Después pudo haber tenido ideas acertadas o equivocadas, como todos. Y su más hermosa virtud es que él sintió como propia la lucha de cualquier pueblo de América Latina y del mundo. Como ahora, a la lucha del pueblo boliviano, o venezolano, hay que sentirla como propia, porque es nuestra. Por eso con ese desprendimiento fue a ayudar a la lucha allí donde era necesaria su presencia.
La tercera cuestión. No fue un utópico. El Che luchó por hacer parir, en los países donde estuvo, la revolución de liberación nacional y social que está preñando esos países. No luchó por una utopía, luchó por una revolución necesaria para destrabar el avance de esos pueblos.
Y estamos hablando aquí en un día que tenemos que abstraernos de lo que está pasando en las rutas, de lo que está pasando en La Quiaca, que demuestra que mientras en este país no haya una reforma agraria profunda y no se realicen las transformaciones revolucionarias, va a seguir pasando esta realidad de personas, incluso chicos, que son baleados cuando salen a pedir para tener un poco más de pan, o lo que está pasando en el Impenetrable.
Lo cuarto, que hemos descubierto hace poco, porque durante 40 años se ocultaron los escritos del Che en Praga, antes de ir a Bolivia. ¡Cuarenta años la dirección del gobierno cubano ocultó los escritos del Che! Recién cuando colapsó la URSS los dieron a conocer, como diciendo "el Che ya lo predijo", en cuarto lugar, el Che fue un coloso del pensamiento revolucionario, y ese libro Apuntes críticos a la economía política es necesario leerlo porque allí se refleja lo que vivió toda nuestra generación. La razón por la que fundamos hace cuarenta años el Partido Comunista Revolucionario, pero en búsqueda, extraviados. Hasta que un día encontramos a Mao Tsetung. Hay un libro de Mao que se llama los Inéditos, que publicó nuestro partido, que sigue el mismo hilo de análisis del Che, en la crítica al Manual de Economía política de la URSS, y ahí uno comprende que el Che estaba allí, como estábamos nosotros cuando fundamos este partido. Comprendíamos que la revolución había sido traicionada, comprendíamos que esos viejos partidos comunistas se habían transformado en una carcaza de partidos reformistas, pero no sabíamos el por qué. Y ahí se ve como el Che indaga, busca, y va encontrando los nudos de lo que había sido la restauración capitalista en la Unión Soviética y en los países socialistas. Entonces uno descubre un coloso del pensamiento. Un hombre que hace una biografía de Marx y de Engels que debería ser material de estudio, porque es una biografía que no tiene nada de dogmática ni apologética, sino que es verdaderamente un análisis de en qué se equivocó Marx, en que acertó, lo mismo Engels, y Lenin.
Y entonces uno se pregunta ¿por qué nos ocultaron esos escritos, a nosotros que rompimos con el PC por la traición que hicieron a la lucha del Che Guevara en Bolivia? Haber conocido estos escritos hace cuarenta años, nos hubieran ahorrado tantos sufrimientos y tantas búsquedas, hasta que encontramos en la China comunista de Mao Tsetung respuesta a esos interrogantes, porque Mao ya había llegado a una respuesta a esos interrogantes.
 
La Revolución Cubana
La Revolución Cubana fue la única revolución de liberación nacional triunfante en América Latina. ¿Por qué? Porque destruyó el Estado oligárquico-imperialista. No quedó un policía, un juez, un funcionario, del viejo Estado oligárquico-imperialista. Fue una revolución por etapas. Hay ahora varios partidos que se llaman comunista que desde una reunión de partidos comunistas en La Habana en 1975, plantean que la revolución es socialista de inicio en América Latina.
Ahora que se ha desplegado la vastedad de este mundo que es la Argentina en este conflicto agrario, imagínense ustedes lo que sería una revolución socialista de inicio, que implica la nacionalización de la tierra, la expropiación de esos productores agropecuarios de 30 o 40 hectáreas que están haciendo piquetes. Pavadas.
La revolución cubana fue una revolución por etapas, no fue una revolución socialista. Y por eso fue la única revolución que triunfó. Yo en el año 1959 tuve la suerte de estar en Cuba, a la semana del triunfo de la revolución. Ni siquiera se hablaba de imperialismo yanqui. Había triunfado la lucha contra Batista, la lucha democrática, y el Che, que estaba en La Cabaña, estaba dirigiendo los procesos que terminaban en el paredón para los torturadores y asesinos de la dictadura de Batista. Un año después, tuve la suerte de estar allí cuando se anunciaron las nacionalizaciones que concretaron la revolución agraria y antiimperialista en Cuba. Fue una revolución por etapas, y cuando se produjo la invasión de Playa Girón, la revolución Cubana se proclamó socialista. Esto es muy importante tenerlo en cuenta. No se pueden saltar las etapas, con todas las complicaciones que esto tiene. Como hay algunos que andan diciendo que estamos junto con Luciano Miguens. Vieron que complicada que es la historia. Yo también estuve comiendo un cochinillo en la casa de un terrateniente en Las Villas, cuando la recorrí junto con el Che en 1959. Es un poco complicada la revolución.
Ahí hemos publicado en el hoy -aprovecho para hacer propaganda- un artículo que es una conversación de Mao con dirigentes latinoamericanos, donde les explica la importancia de la alianza con los campesinos y las contradicciones que tienen con los terratenientes, los campesinos ricos, etc.
Yo tuve la suerte de viajar a Cuba en 1958, cuando estaba Batista. Yo trabajaba en la Federación Mundial de Juventudes Democráticas, porque, también fui joven, en su momento. En enero de 1958 viajé clandestinamente a Cuba. Caían dictaduras. Pasé por el Perú donde había caído la dictadura de Odría. Allí me encontré con Chan, uno de los peruanos que acompañó al Che en Bolivia y murió con él. Lo habían echado de Panamá. Algunos viejos recordarán que hicimos una gran lucha por él en el gobierno de Perón, porque Perón lo deportó de la Argentina. Fue una huelga general del movimiento estudiantil por Chan y Navarra, que logró que el gobierno chileno les diera refugio y no fueran a parar a Perú, bajo la dictadura de Odría.
Caían las dictaduras. Caía Rojas Pinilla, Caía Odría. Se había formado la Junta Patriótica en Venezuela, después de una huelga general y de una junta formada con un militar, Larrazabal. Se lanzaba la candidatura de Frondizi en Argentina, estaba Kubischek en Brasil. Siempre en Brasil, como ahora con Lula, muchos brasileños embalados, entonces con Kubischek. Pero también se había hecho el 20 Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética. Ahí comenzó la restauración capitalista en la Unión Soviética. Pasé por México, para entrar a Cuba. Ahí, en la casa de un dirigente comunista que se llamaba Ordoqui, me dijo, "pasá a esa pieza que está un conocido tuyo", y estaba Risquet Valdez, que fue comisario político de Raúl Castro en el frente guerrillero que abrió Raúl, y que era afiliado al Partido Socialista Popular. Yo había trabajado con él, y me dio las formas para entrar clandestino en Cuba. Casi no lo reconocí, porque él ya estaba en la Sierra, había bajado y salido en busca de apoyo, armas, para la guerrilla.
Esto no son pensamientos que desgrano por casualidad. Era el 28 de enero, aniversario de Martí, y yo estando en La Habana salí a dar una vuelta y de pronto un despiole en el centro, policías para aquí, policías para allá. Había habido una manifestación de jóvenes por el aniversario de Martí. ¿Por qué digo esto? Porque hubo una versión abreviada de la revolución cubana que la interpretó como un foco guerrillero que se instaló en la montaña, y triunfó. Incluso en algunos artículos del Che está esa visión. Porque el Che vivió la revolución desde la montaña. Pero Cuba estaba abrazada por una poderosa lucha de masas. Al poco tiempo, en abril se desató una huelga, que fue derrotada, aplastada por Batista.

¿Qué fue el foco?
Aquí viene un problema ¿qué fue el foco? El foco fue una base agraria. Por eso Mao Tsetung dijo que la revolución cubana fue una revolución del campo a la ciudad. Porque fue una base agraria. Si en otros lugares de América Latina se hubiese hecho esto se hubiese anticipado mucho la revolución. Era un foco, y era del campo a la ciudad. Después hubo algunos que estimaron esto, como dice el Che por ahí, "teníamos 200 fusiles". No es que tenían 200 combatientes en el momento en que Batista lanzó 3.000 hombres para aplastarlos. Tenían 200 fusiles. En vez del foco agrario, se sintetizó la revolución cubana en la idea que era un "foco agreste", que fue más o menos la conclusión de Masetti acá en Salta. Que 30 hombres, en una zona agreste, podían resistir, enfrentar y vencer a 3.000 o más hombres. Sin tener en cuenta que también el enemigo aprendió después de la Revolución Cubana, y aparecieron los infrarrojos, aparecieron los aparatos que miden las temperaturas de los cuerpos en el bosque, y los satélites, con lo que los yanquis tuvieron fotografiado el horno vietnamita que hizo el Che en Bolivia, desde el momento que se instaló.
Este Risquet Valdez, el comisario político que les hablé que había mandado el Partido Socialista Popular cuando se instaló el Segundo Frente en Oriene, había conocido la revolución china. Una de las cosas que aplicaron fue algo de lo que había visto Risquet en China. Por ejemplo, a diferencia de las FARC en Colombia, ellos tomaban prisioneros de Batista, y no los fusilaban ni los retenían, aunque fuera un torturador. Ellos los adoctrinaban y después los largaban de vuelta. Lógicamente, cuando volvían, los otros pensaban, "si a estos los largaron, mejor me rindo así salvo la vida".
El Che, en el discurso que dio en el Primer Congreso de Juventudes Latinoamericanas, del que después vamos a hablar, dice que ellos "habían madurado en la extraordinaria universidad de la experiencia y en contacto vivo con el pueblo, con sus necesidades y con sus anhelos. Todos nosotros pensábamos llegar a algún lugar de Cuba y tras algunos gritos y algunas acciones heroicas y tras de alguno muertos y algunos mitines radiales tomar el poder y expulsar a la dictadura de Batista. Pero poco a poco cambiaron nuestros conceptos. Y nosotros, hijos de las ciudades, aprendimos a respetar a los campesinos. A respetar su sentido de la independencia. A respetar su lealtad, a reconocer sus anhelos centenarios por las tierras que les habían sido arrebatadas, y a reconocer su experiencia en los mil caminos del monte. Y los campesinos aprendieron de nosotros el valor de un hombre cuando en sus manos hay un fusil, y cuando ese fusil está dispuesto a disparar contra otro hombre, por más fusiles que acompañen a este hombre". En otra parte dice, "y llegamos a tropezarnos con otra realidad cubana, el obrero, el trabajador, ya sea agrícola o de los centros industriales. Y aprendimos de él y también les enseñamos que en un momento dado era más fuerte y positivo que la más fuerte y positiva de las manifestaciones pacíficas, un tiro bien dado a quien se le debe dar". Dice, hablando en este Congreso que tuve la suerte de presidir, "si nosotros hacemos eso que se llama marxismo, es porque lo descubrimos aquí, porque en aquella época, después de derrotadas las fuerzas de la dictadura,… cayó en nuestras manos un pequeño folleto escrito por Mao Tsetung, y en ese folleto que trataba precisamente de los problemas estratégicos de la guerra revolucionaria en China, se describía incluso las campañas que Chiang Kai shek llevaba contra las fuerzas populares, y el dictador las llamaba como aquí, campañas de cerco y aniquilamiento".
El Che, en su mochila, tenía dos folletos que yo le recomiendo a todos los jóvenes que traten de leer. Uno, sobre La guerra de guerrillas en China, el otro El Estado y la revolución de Lenin. Porque si hay un libro que es necesario leer, como dijo una y mil veces el Che, es El Estado y la revolución. Para estar claros, sobre algunos problemas que tenemos también acá en la Argentina.
Quiero contar una anécdota sobre este tema del foco. Cuando visité Cuba en el 58, fuimos una noche a bailar a un gran baile que se llamaba La Tropical, no confundir con El Tropicana, que era un cabaret para los bacanes. La Tropical era el nombre de una cerveza en Cuba, se juntaban como diez mil personas en ese baile. Estábamos charlando con un grupo de chicas, y un cubano con esa cosa típica de los cubanos dijo que él "era muy varón". Entonces una chica, muy humilde, le dijo "Oye chico, si tu fueras tan valiente estarías en la sierra, y no en este baile". Esto lo dijo bajo Batista. Tengan presente que un compañero de la dirección de la Juventud Comunista apareció días después en un zanjón lleno de balazos. En esas condiciones dijo eso la muchacha, sin saber quiénes éramos nosotros, extranjeros. Yo dije "la pucha".
Por eso a mí, cuando formamos el Partido, muchos me decían guevarista, foquista, porque yo eso lo vi. Es decir, yo ví que efectivamente ese fue un foco de atracción. Pero no que no pasaba nada. Sino que luchaban los obreros, los estudiantes, contra la dictadura. Pero sabían que allá en la sierra había como una lucecita, que era, como diría Mao, la base agraria, la base revolucionaria, armada, que iba a permitir el triunfo de la revolución.
Fue una revolución que reunió los tres elementos que para los marxistas son necesarios para el triunfo de la revolución: la huelga general revolucionaria. El Che, cuando ocupa Santa Clara primero hace volar el tren blindado con armas que manda Batista, y entonces toman el cuartel. Ahí los guerrilleros, que eran un puñado, y los que estaban adentro del cuartel debían ser diez veces más, daban vueltas alrededor del cuartel tirando tiros desde distintos lugares, y se rindieron los tipos. Se desmoronó la dictadura, y cuando se desmoronó la dictadura, se generó una huelga general que duró cuatro días. Donde el pueblo entró en todos los cuarteles de policía. Desarmó todos los cuarteles de policía. Esas fotos que ustedes ven cuando Fidel y el Che llegan a La Habana, La Habana estaba liberada. ¿Y quién la liberó? El pueblo de La Habana, como liberó Santiago de Cuba, Las Villas y las grandes ciudades.
En segundo lugar el alzamiento revolucionario. Porque no es que ocuparon las comisarías ofreciéndole chupetines a los policías.
Y en tercer lugar, el gobierno popular revolucionario. Porque cuando triunfa Fidel, instaura un gobierno revolucionario. Esto que dije antes, al ocupar las comisarías, no quedó un policía. Entraron a los cuarteles, no quedó un soldado del viejo régimen. Destruyeron la base del Estado oligárquico-imperialista.
Ese gobierno revolucionario lo presidía Urrutia. Acá un compañero agrario refiriéndose a una persona me decía "es un lagunero", ¿qué es un lagunero? Le pregunté, "esos que están en una laguna, van para acá, van para allá, pero no pueden salir". Nosotros diríamos, era tan vacilante que si tenía dos inodoros en la casa se hacía encima porque no sabía adónde ir a hacer. Ese era Urrutia. Fidel le tenía confianza porque era juez cuando lo procesaron a él, y se había portado bien. Un burgués de texto. Estaba Miró Cardona, que era de los yanquis, y Agramonte, que era de los yanquis.
Fidel, a quien tuve la suerte de conocer allí, funcionaba en lo que ahora es el Habana Libre, con Raúl, con el Che. Ahí funcionaban. Pero en el gobierno, inicialmente, no estaban ellos. Hubo todo un proceso. Establecieron un gobierno y se quedaron afuera, pero ¿quién tenía las armas? Las armas las tenían ellos. Había toda una campaña, porque estaban los barbudos. Los Neudstad, los Grondona de allá decían, "hay que terminar con esta situación", porque eran guajiros, campesinos, armados. Y decían, "cómo van a estar esos barbudos ahí".
Había una radio, que se llamaba "Radio Reloj", que daba la hora. Se le había escapado un tiro a un guajiro a la mañana. Entonces la radio decía "está en el hospital el guajiro al que se le escapó un tiro", y por la noche seguía "permanece en el hospital el guajiro que se le escapó un tiro". Por eso los barbudos se dejaban la barba. Lo que querían las clases dominantes es que se afeitaran las barbas. Pero ellos tenían las armas.
Eso es lo que no entendió Victorio Codovilla, que era el secretario del PC. Yo vine de allá con todo esto en la cabeza, y Victorio me decía: "¿quién dirige la clase obrera?", yo le decía: "la dirige David Salvador, que es proyanqui. El sindicato de obreros del azúcar lo dirigía otro proyanqui. Pero usted sabe que no quedó un policía del viejo Estado", le dije. "Pero la clave es quién va a dirigir la clase obrera", decía Victorio. Es para pensar. A partir de los fusiles después tuvieron a la clase obrera. Después Lázaro Peña dirigió la Central de trabajadores de Cuba. El problema es quién tenía el Estado. Estoy hablando de temas que tienen palpitante actualidad en América Latina hoy.
Los yanquis iban a intervenir. El Che me mostró un folleto que había distribuido la embajada yanqui, que decía todas verdades. Decía que Raúl Castro era afiliado al Partido Socialista Popular, que el Che Guevara era comunista, sin ser afiliado era comunista. Por eso ese chiste que se contaba, que el Che se había quedado dormido en una reunión de gabinete, y se decía ¿y acá quién es economista? y el Che entendió que preguntaba ¿quién es comunista? "Yo", dijo el Che.
Cuento una anécdota. Estaba con el Che, y me pregunta, "¿lo escuchaste anoche a Fidel?", que había ido a Estados Unidos y había hecho declaraciones. Estaba muy temeroso que lo presionaran. Y me dice "estábamos hablando con Raúl, cada vez está mejor Fidel". El era el que se asumía. Sabemos que Fidel ya era afiliado al Partido Socialista Popular, pero no público. Lo eran el hermano de Camilo Cienfuegos, Osmany, la compañera de Raúl, Vilma, ahí ya había una fuerza muy grande. Por eso los yanquis habían tenido la decisión de intervenir.
Por eso yo pude llegar a Cuba cuando triunfó la revolución. A mí me mandaron a Cuba a hacerle un reportaje a la guerrilla en la sierra. Estábamos preparados para partir, con Joel Domenech, un compañero que después fue ministro de Industrias Básicas de Cuba. El había ido a Europa, a buscar dinero, buscaban 250 dólares por cada hombre que mandaban a la sierra. Estaba haciendo una colecta para eso en los países socialistas. Y en ese momento cae Batista, estábamos festejando el año nuevo y nos enteramos que cayó Batista. Yo, como tenía todo listo, viajé igual, y ahí tuve la suerte de conocer.

Interpretaciones de la revolución cubana
Es muy difícil entender, para ustedes, que la Revolución Cubana rompió la idea del fatalismo geográfico. Porque aquí había la idea de que la revolución no podía triunfar en América Latina hasta que no triunfara en el resto del mundo. Porque este era el patio trasero, era el último lugar que se iba a liberar. Para entender lo que le pasó a nuestra generación hay que tener en cuenta esto. Yo recuerdo que un compañero obrero petrolero de Cutral-Co, Ortega, que hablaba en el XII Congreso del Partido Comunista, y mirando a Codovilla y a la dirección decía "porque nosotros nos quedamos allí". Y la gente no entendía. Yo sí porque había estado en Cutral-Co y Ortega, que fue parte de los que había dirigido una huelga histórica contra la Standard, me contó que Codovilla había desplegado un mapa y les dijo "Ustedes van a perder esa huelga. Porque los yanquis no van a ceder. Pero ustedes se tienen que quedar, porque más tarde o más temprano los yanquis van a venir por ese petróleo". Y años después, cuando volví a Cutral-Co, Ortega era verdulero. Otro compañero, Ríos, fue el que fundó el sindicato de embaladores de la fruta en Cipolletti; se habían quedado todos en la zona. Porque existía esa idea que lo último que se iba a liberar era América Latina. Y de pronto a 80 millas de Estados Unidos, se libera Cuba.
Si no se ve cómo era el mundo en ese entonces, no se entiende. En esos momentos la Unión Soviética tenía superioridad militar sobre los Estados Unidos. Habían puesto en el espacio el Sputnik, el primer satélite. Tiempo después lanzaron al primer hombre que dio la vuelta al mundo en el espacio, Gagarin. Cuando los yanquis amenazaron con meter la pezuña en Egipto, en el Canal de Suez, los soviéticos amenazaron con enviar los misiles. Eran los únicos que tenían misiles intercontinentales. Tuvieron que arreglar los europeos, principalmente los franceses y los ingleses, y tuvieron que terminar la guerra por el Canal de Suez. Esto explica esa revolución.
Por eso tiene mucha importancia estudiar, porque hubo muchas interpretaciones. Hubo una interpretación que llevó a la muerte a miles de jóvenes en América Latina, lo mejor de la generación de los 60 y los 70 en América Latina. Porque murieron centenares, miles. Y en nuestro país casi una generación fue arrasada. Era la idea que bastaba con un grupo de combatientes que diera el ejemplo para alzar a la lucha al pueblo y que triunfara la revolución. Esta era la idea. En una ocasión a Fidel le preguntaron ¿Y el foco dónde, en cualquier país?, y Fidel contestó "hasta en Berlín occidental". Es decir hubo quienes estimularon esta idea.
Hubo algunos, como el PC de la Argentina, que consideraron que la revolución cubana fue como "un gato ciego que cazó un ratón muerto". Estaba contento el gato con su ratoncito, pero fue una casualidad. Tampoco estudiaron lo que pasó allí. Cuando estuve con el Che, me mostró una carta que le había enviado Ricardo Rojo -aquel que junto a los otros muchachos de La Plata hicieron esa gira por América Latina y que escribió el libro "Mi amigo el Che"- y me dice "mirá lo que me escribió". Yo lo había conocido mucho a Ricardo Rojo porque habíamos trabajado juntos en una delegación a un festival cuando yo era muy purrete. Rojo era en ese momento -época de Frondizi- agregado comercial en la embajada de Japón, y decía en la carta, a una semana del triunfo de la revolución, que Cuba tenía que seguir el ejemplo de Frondizi. Muchas presiones había. Recuerdo que estábamos entrando un día al hotel La Habana Libre con el Che, y lo paró Conte Agüero, el Neustad de Cuba, y le dijo "lo estamos esperando a ver cuando viene a nuestro programa, porque se está diciendo cualquier cosa. Hay gente que cree que la revolución va a conceder cualquier cosa, están pidiendo aumento de salarios por todos lados". El Che lo miró y le dijo "¿Y a usted le parece que ganan bien los obreros?". Se cerró la puerta del ascensor y subimos.
Otra anécdota es cuando el Che me invitó a Las Villas, recorriendo toda la zona donde estuvo la guerrilla allí. Este tema tuvo gran importancia después en América Latina. Se hizo un gran acto, el Che andaba con muchos problemas con el asma, estaban los campesinos, armados, con carteles que decían "queremos los títulos de propiedad de las tierras", "reforma agraria", porque todavía no se había hecho la reforma agraria. El Che les dijo "¿ustedes ocupan las tierras?" "¡Sí!", contestaron. "¿Ustedes tienen las armas?", "¡Sí!". "¿Y entonces para qué quieren los títulos?". Pero no los convenció a los campesinos. Ellos querían los títulos de propiedad de las tierras. Esto es muy importante, porque no es lo que hizo Salvador Allende en Chile. Allende expropió la tierra, pero no les daba los títulos de propiedad a los campesinos. Camino que también siguió el sandinismo en Nicaragua, con la idea de formar cooperativas, o no sé que cosa. Incluso acá en nuestro país los originarios quieren la propiedad de la tierra, y como tienen siglos de explotación y saben, como los del Impenetrable, que Irigoyen y Alvear les dieron la tierra por un decreto, y esas tierras las ocupan los Eurnekian y los Bunge y Born. Resulta que no aparece el decreto. Nosotros hemos ayudado a buscar en los archivos el decreto que firmó Irigoyen, y no aparece. Ellos saben que hasta que no tengan firmados el título de propiedad no están seguros con ningún Estado.
El Che me dio una gran lección en ese momento. Yo venía de Europa, era el momento del 20 Congreso del PCUS, y yo venía muy confundido, muy equivocado. Creía que el 20 Congreso era una medida justa contra el dogmatismo de Stalin. El Che se rió de mí. "¿A vos te parece lo de la vía pacífica y lo que dicen de Stalin, los ataques que le hacen?". Yo no lo pude entender en ese momento pensando que "el viene de la sierra…", pero la verdad que tenía razón el Che, tenía mucha razón.
En otra ocasión que estuve en Cuba, fue en julio de 1960, cuando se desarrolló el Primer Congreso Latinoamericano de Juventudes. Se había aprobado la reforma agraria. Se le dio la tierra en propiedad a todos los que trabajaban menos de cinco caballerías. Se habían formado las milicias nacionales revolucionarias, estaban en campaña de alfabetización. Y el Che hizo, en la inauguración ese discurso del que leí un fragmento antes. Al mismo tiempo, se había aprobado una ley que autorizaba al presidente y al primer ministro la nacionalización de empresas con expropiación forzosa, a los bienes y propiedades de ciudadanos o empresas yanquis. Los yanquis amenazaron con sacar la cuota de azúcar de Cuba. Y Fidel contestó, vamos a cambiar cuota, por nacionalización. Se clausuró el Congreso. Fidel leyó el discurso de nacionalización. Se quedó sin voz, tuvo que subir Raúl. Estaban el Che, Raúl, estaban todos en el palco, era la clausura del Congreso Latinoamericano. Nacionalizaron las refinerías de petróleo, las compañías de electricidad y teléfono. Ciento cinco ingenios azucareros, etc., etc. No sé si ustedes se pueden imaginar lo que era para nosotros, jóvenes latinoamericanos, ver eso. Era el sueño por el que luchábamos.
Arrancó Fidel "a partir de hoy se nacionaliza la refinería de petróleo…" y estaba todo el estadio rodeado de milicianas armadas, en los techos. Se puso todo el estadio de pie y empezaron con "Fidel, Fidel, qué tiene Fidel, que los americanos no pueden con él". Y no terminaban. Arrancaban con el himno, terminaban con el himno y volvían con el "Fidel, Fidel…", tardaron como una hora en leer el decreto.
La revolución cubana, en esa época, era la revolución de la rumba, de la alegría. De todo hacían una rumba. Al triunfar la revolución, en el primer discurso de Fidel, se da vuelta y le pregunta a Camilo Cienfuegos "¿Voy bien Camilo?", "Vas bien Fidel". Al rato ya estaba la rumba "¿Voy bien Camilo? Vas bien Fidel". Era una revolución alegre. Era la alegría de todos los pueblos latinoamericanos que veíamos realizado el sueño por el que habíamos luchado, por el que estábamos luchando, y por el que seguiríamos luchando en América Latina. Yo digo esto para que veamos las diferencias que tenemos actualmente con los procesos encabezados por Chavez y por Evo Morales. Que todavía no destruyeron el viejo Estado, que hicieron algunas nacionalizaciones y no hicieron aún la reforma agraria. Hay esta teoría que vino avanzando, del neodesarrollismo. Algunos dicen que es lo que están haciendo los Kirchner en la Argentina. La verdad que se parece mucho al desarrollismo de Frondizi, que entregó el petróleo, que entregó la industria automotriz, que entregó todo. Ellos "argentinizan" el petróleo. Y algunos hablan de la línea de Fidel, Evo, Chavez, Correa. Yo no niego las diferencias entre lo que están haciendo Chávez, Morales o Correa, que están haciendo reformas importantes, y lo que están haciendo los Kirchner acá. Lo único que quiero decir es que mientras no liquiden al viejo Estado oligárquico-imperialista no estará garantizada la transformación en ninguno de esos países. Nosotros los más viejos, conocimos la década del 70. Con Salvador Allende, con Velasco Alvarado en Perú, Joao Goulart en Brasil. En tiempos de Joao Goulart, el PC y la izquierda nacionalista brasileña tenían una gran parte del ejército. Hay un libro de Arnoldo Piñera, que era el responsable de relaciones internacionales del PC que cuenta una entrevista con el Che, Piñera viene de Chile, y le cuenta al Che que se ha constituido la Unidad Popular, y que van a ganar las elecciones. El Che lo miró y le dijo "los van a cagar a tiros. El poder no se lo van a dar nunca". Y el Che tuvo razón.

Al Che lo dejaron solo
Había superioridad militar soviética. Era otro mundo. Ahora conocemos bien la posición del PC con la lucha del Che en Bolivia, cuando lo dejaron solo. Hay muchos elementos que muestran como lo abandonaron. Hemos estado en Bolivia en la conmemoración de su asesinato.
Yo lo que quiero decir es lo siguiente. El Che entra en contradicción con Fidel. En realidad entra en contradicción con la Unión Soviética. En el año 1964 hace una conferencia sobre el Manual de economía soviética en el Ministerio de Industria, y va a la crítica de eso. También en el 64, en febrero, pronuncia su discurso de Argel, donde dice "¿qué países socialistas son estos que aprovechan las ventajas de las tijeras del intercambio?", como hicieron los checoslovacos que cuando los cubanos quisieron comprar máquinas barredoras les mandaron máquinas para la nieve. Así los trataban "fraternalmente" los llamados países socialistas.
El 15 de marzo regresa a Cuba, tiene una discusión con Fidel y con Raúl, y el 2 de abril sale para el Congo. Cuando el Che ha sido derrotado en el Congo, Fidel lee la carta que había dejado el Che, tomando en cuenta que ahí hace una larga cita de elogios de Fidel, con lo que el Che no puede volver más a Cuba. Entonces viene a Bolivia. Yo tengo un seguidor, Sergio Ortiz, del Partido de la Liberación, que se especializa en escribir sobre mí en Indymedia. Se indigna por lo que yo digo, pero fue así. Los cubanos se apoyaron en el Partido Comunista de Bolivia para ayudarlo al Che. Nosotros todavía estábamos en el PC. Yo soy testigo cuando vino Arnedo Alvarez a una reunión de la Provincia de Buenos Aires y dijo "pasó por aquí Monje", antes de verlo al Che. Monje venía de Moscú con las instrucciones. Yo digo lo que conversé con Zamora, dirigente entonces de un partido maoísta en Bolivia. "Decime Motete, ¿quién lo mató al Che?". "Al Che lo mató la CIA", me dijo. "¿Y la KGB?", "la KGB lo puso en Bolivia para que lo mate la CIA". Es exacto.
Se indigna Sergio Ortiz, porque yo hago referencia a Tania (Tamara Bunke). Tamara trabajó conmigo un año en Viena. Ahí están las fotos de Tamara en mi casa, en el libro "¿Ha muerto el comunismo?". Cuando yo digo que Tamara era una agente de la República Democrática Alemana, yo no lo deduzco. Tamara era una muchacha de 20 años, que me mostró el carnet, era del Ministerio del Interior de Alemania Oriental. Después fue enviada por Alemania Oriental a Cuba, para ayudar a la inteligencia cubana. Después la manda el Che a Bolivia para preparar la misión del Che. Llega a ser maestra de idiomas de los hijos del presidente de Bolivia. Y tenía una audición de radio en la que leía horóscopos, para pasar mensajes a la guerrilla. Yo la conocía a Tamara. Un año trabajamos juntos. Se hizo un Festival en Viena, y los yanquis armaron un contrafestival. Tamara se ocupaba de las tareas de inteligencia. Se instalaban tablados en toda la ciudad donde actuaban conjuntos folclóricos argentinos, y de otros países, y todas las mañanas el responsable de seguridad del Festival venía y decía "en el tablado que se va a levantar hoy en la calle tal y tal, van a ir 150 militantes estélicos a romper el acto". Nosotros, aparte de los 15.000 delegados que teníamos, habíamos traído a "turistas", que eran la seguridad. Entonces se discutía que había que mandar 300 "turistas" franceses e italianos a ese lugar. Quiere decir que la inteligencia soviética tenía a la mañana el programa de la inteligencia del Vaticano y la CIA para ese día. Sergio Ortiz se enoja, porque yo digo quien era Tamara. ¿Porqué se enoja? Cipe Linkovsky, la actriz, ha contado en un diario que cuando estuvo en Berlín estudiando en el teatro de Bertold Brecht, estuvo conviviendo con Tamara, a la que se la había puesto la inteligencia alemana para controlarla. Obvio que era agente. Una gran muchacha. Una comunista, que era de los servicios de inteligencia de Alemania oriental porque era comunista dispuesta a dar la vida como la dio por la revolución. A ella la mandaron para que estuviera al lado del Che. Y entonces ella, que estaba en La Paz, y tenía todo ese grado de relaciones, resulta que va a llevar a Debray y a Ciro Bustos para contactarse con el Che, que está en medio del monte, y deja en el jeep que queda en el pueblo de Camiri, su chaqueta, con una agenda con todos los contactos. El Che escribe en su diario, "se han perdido años de trabajo" ¿Ustedes qué quieren, compañeros. Que yo crea que Tamara pudo cometer ese error? A partir de que Tamara hace eso, se tiene que quedar con el Che, allí arriba en la montaña. Y murió como murió Tamara, cumpliendo su misión. Pero hete aquí que había dos personas cubriendo el área de protección civil del Che. Una era Tamara, y el otro era su jefe, un jefe de la inteligencia cubana llamado Sánchez. Apenas pasa esto con Tamara, Sánchez se va. Pero Sánchez, años después, pasa a ser el jefe de la inteligencia del gobierno sandinista de Nicaragua, el jefe de Gorriarán Merlo y otros. Y Cuba no mandó a nadie en su reemplazo. Y entonces el Che va a escribir en su diario "Manila (por La Habana) no contesta".

Un coloso del pensamiento revolucionario
Lo mataron al Che. Lo mataron porque el Che se mofa de las conclusiones del Manual de Economía Política soviético. Dice el Manual, "las guerras no son ya fatalmente inevitables". Y dice el Che: "A qué es a lo que llaman guerra estas gentes". ¿Cómo es esto que las guerras no son inevitables? Se mofa sobre la imposibilidad de la quiebra del mundo socialista, si ya estaban quebrados, estaban divididos Rusia y China. Se mofa del llamado camino parlamentarista. Dice el Che "no lo creen ni los italianos, que no tienen otro Dios", el Partido Comunista italiano, que era más parlamentarista que el más parlamentarista de los partidos burgueses. Dice que las últimas medidas económicas de la URSS son semejantes a las que llevaron a Yugoslavia a un "retorno gradual hacia el capitalismo". Coincide con Mao en la necesidad de la crítica a ese manual.
Los chinos decían del dogmatismo (del dogmatismo stalinista) al revisionismo. Del revisionismo (el 20 Congreso del PCUS) a la traición. Y de la traición al socialimperialismo. El Che no llegó al concepto de socialimperialismo al que ya había llegado Mao. Pero sí dice "del dogmatismo intransigente de la época de Stalin al pragmatismo inconsistente actual". Afirma que se está regresando al capitalismo. Se manifiesta contra la interpretación del 20 Congreso de una frase de Lenin sobre la posibilidad de tomar el poder por vía pacífica. Se manifiesta contra la posibilidad de conjurar una nueva guerra mundial, dice, "una de las más peligrosas tesis de la Unión Soviética".
El Banco de la Unión Soviética había abierto sucursales en París y en Londres. Y decía el Manual que el Banco estatal soviético era "el Banco más poderoso del mundo". Dice el Che "Puede preguntarse si esto no influirá en los métodos y concepciones de la Rusia soviética. Así como las instituciones crediticias pertenecientes al Partido argentino, influyen en su línea de acción política". O sea el Credicoop. Como dijo un viejo dirigente del PC que no ocultó nunca que estaba relacionado a los servicios soviéticos, Oscar Arévalo, antes teníamos un partido que tenía un banco, ahora hay un banco que tiene un partido. Habría que aclarar, un Banco que tiene dos partidos: el PC de Echegaray, y el de Pereyra, que se unió en un momento con Libres del Sur, y ahora se separó porque dice que Patria Libre ya está pensando en el poskirchnerismo, y ellos son tan kirchneristas que no piensan en el poskirchnerismo. Uno entiende porqué Echegaray fue a la plaza el otro día. Porque el jefe de Echegaray es el mismo jefe que el del Partido de Pereyra.
Dice el Che sobre Stalin "En los pretendidos errores de Stalin está la diferencia entre una actitud revolucionaria y una revisionista. Stalin sale al paso de las relaciones mercantiles, mientras que la nueva dirección acentúa la dirección mercantil". Y dice "Pocas voces se le oponen (a lo que dice el Manual) demostrando así el tremendo crimen de Stalin. El haber despreciado la educación comunista e instaurado el culto irrestricto a la autoridad". Vieron en el video, recién, lo que dice el Che a los jóvenes sobre la actitud ante la autoridad: nada de chupamedias.
En definitiva, compañeros, el Che, no era un utópico, era un comunista, es un ejemplo para todos los revolucionarios, porque el Che hacía lo que decía, y llevaba la revolución en la sangre, y era capaz de dar su sangre por el triunfo de la revolución. Eso fue el Che Guevara, y por eso hoy se ha transformado en la imagen del revolucionario modelo, independientemente de que pudo haberse equivocado, porque cualquiera que está en la acción se equivoca, el problema son los que se quedan mirando por televisión como pasan las cosas. Lógicamente que se equivocó, pero fue un genio, un coloso de la revolución. Eso fue el Che Guevara.