miércoles 19 de septiembre de 2012
Crece la bronca
1. El cacerolazo 1. El cacerolazo El cacerolazo del jueves pasado sacudió el tablero político nacional.Una gran masa de jóvenes —los que mejor manejan las redes sociales de Internet— fue el centro de una marea muy heterogénea de asalariados, cuentapropistas, profesionales, y grupos de burguesía media y alta. Los unió el malhumor y la bronca contra la soberbia del gobierno kirchnerista, los discursos en cadena de la presidenta (que llamó a tenerle “un poquito” de miedo), la inflación y la inseguridad que “no existen” (“se puede comer con 6 pesos”), la re-reelección, la corrupción y la impunidad de Boudou y tantos otros funcionarios, etc. En ese contexto de reclamos diversos, también hubo expresiones de grupos reaccionarios y gorilas, que no fueron lo predominante. El gobierno, sorprendido por la masividad del cacerolazo, descalificó la protesta. El jefe de Gabinete, Abal Medina, sostuvo que era gente que “les importa más Miami que San Juan”, y Hebe de Bonafini afirmó que eran “herederos de la Libertadora y la dictadura del ‘76”. Abal Medina conoce los cacerolazos, y los odia, desde cuando era funcionario del gobierno de De la Rúa: presidía el INAP, el instituto que forma funcionarios. Bonafini, ahora publicista del gobierno K, no mira a su alrededor, donde pululan los jóvenes formados por el fusilador de la Libertadora, Alvaro Alsogaray: Boudou, Echegaray y otros salidos de las filas de la UCeDe y el UPAU; o los agentes de inteligencia militar de la dictadura, como Martínez, operador sindical de la presidenta.…