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19 de septiembre de 2012

Miles en Madrid contra el ajuste. La crisis acelera ambiciones independentistas en Cataluña. Octubre: una nueva huelga general.

España convulsionada

Hoy 1437 / “¡Quieren arruinar el país, hay que impedirlo!”

Mientras el gobierno de Mariano Rajoy del Partido Popular avan-za en la aplicación de un feroz ajuste, se multiplican las convo-catorias de protestas por parte de distintas organizaciones y movi-mientos sociales.

Mientras el gobierno de Mariano Rajoy del Partido Popular avan-za en la aplicación de un feroz ajuste, se multiplican las convo-catorias de protestas por parte de distintas organizaciones y movi-mientos sociales.


El sábado 15/9, cerca de 200 organizaciones sociales y los principales sindicatos de España convocaron en Madrid a decenas de miles de manifestantes bajo el lema “Vamos ¡Quieren arruinar el país, hay que impedirlo!”. Otra expresión de la convulsión social fue la gigantesca manifestación independentista en Cataluña, el pasado 11 de septiembre, donde se reunieron entre un millón y medio y dos millones de catalanes.

 

Marea social en Madrid
El 15/9, en Madrid, confluyeron ocho columnas, “mareas”, formadas por personas llegadas desde todo el país. Marcharon la “marea naranja” contra los recortes sociales, la “verde” del sector de la educación, la “marea blanca” de la sanidad, la “violeta” de las feministas, entre otras. El reclamo común fue que el gobierno someta a un referéndum sus políticas económicas de ajuste. Una parte de los convocantes, nucleado en el “Bloque antideuda” planteó un programa más avanzado (ver recuadro). En el acto de cierre, hablaron los dirigentes de las centrales obreras, y de Izquierda Unida, que coincidieron en criticar la sordera y la soberbia del PP, y advirtieron sobre la convocatoria a una nueva huelga general para el 31 de octubre.


El mismo 11/9, la Falange española y otros grupos de ultraderecha convocaron a una manifestación también en Madrid bajo el lema “la crisis se llama democracia”.

 

¿Cataluña independiente?
Uno de los efectos de la crisis y el ajuste en España, es el recorte en las economías regionales. Esto en Cataluña, poderoso centro industrial del norte español, ha reavivado reclamos independentistas, en el que tratan de imponer su programa sectores de la burguesía catalana.


El 11 de septiembre, Barcelona vivió la movilización más grande de su historia –coinciden distintos sectores-. Cerca de dos millones de personas reivindicaron el derecho a separarse de España bajo el lema “Cataluña, nuevo Estado de Europa”, denunciando al sistema fiscal vigente. Es que Cataluña, al tiempo que tiene 42.000 millones de euros de deuda pública (21% de su PBI), aporta al resto de regiones españolas más de 16.000 millones de euros (unos 20.500 millones de dólares) anuales.


Sectores catalanes de izquierda, bajo el lema “Ni pacto fiscal, ni pacto social. Independencia y socialismo. Países Catalanes”, se movilizaron en Tarragona para “combatir las agresiones contra los derechos sociales y nacionales que sufre la clase trabajadora catalana a manos de la derecha catalana y española”.

 

Una agenda cargada
No pasa día sin que distintos sectores realicen marcha, paros, ocupaciones, etc. Sólo en lo que resta de septiembre se esperan movilizaciones de estudiantes, trabajadores precarizados, estatales, asociaciones de profesionales y pacientes, entre otros.


Para el 25 de septiembre, distintas organizaciones sociales y de izquierda están convocando a “ocupar, tomar, rodear, rescatar el Congreso”. “La idea de ‘Rescata el Congreso’ es que nos han secuestrado la soberanía entre el gobierno, los mercados y Troika. Nuestra función [con esta protesta] es airearlo, para conseguir un modelo participativo”, dice uno de los convocantes.


El 28 de septiembre, los trabajadores mineros preparan una nueva marcha nocturna a la localidad de Santa Bárbara. “Aquí no se ha solucionado nada”, dicen, pues se mantienen los despidos en las minas, y en otras, si bien mantienen el trabajo, no cobran.


La política de ajuste, en función de “rescatar” a los bancos, está hundiendo a la mayoría de la población. Según datos de Unicef, el 40% de españoles dice haber recortado los gastos en alimentación, “medida que siempre afecta más a los menores”. Unicef asegura que casi 2.200.000 niños españoles (26%), viven por debajo del umbral de la pobreza, y en algunas regiones, como las Canarias, esta cifra llega al 38% del total de niños de esas islas, lo que se ha comprobado al comenzar el nuevo ciclo lectivo, por el notable aumento de los precios de los libros, el transporte, y el comedor que muchos padres no pueden pagar, en una región donde la desocupación supera el 33%.