21 de enero de 2013
El gobierno promueve una nueva Ley de Semillas, pactada con Monsanto, que avanza sobre la soberanía de la producción y los alimentos. Con este acuerdo también se benefician los chinos, principales compradores de soja. De la mano de estos negociados crecen la extranjerización de la tierra, desaparecen pequeños y medianos productores y se sigue desplazando a las comunidades originarias.