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03 de octubre de 2010

La CCC participó el sábado 23 de la Asamblea Nacional Ganadera realizada en Olavarría, que nucleó a cerca de 5.000 personas.

Hoy 1231 / La CCC en la Asamblea Ganadera Nacional

Allí la Corriente, como dice en el documento que presentó su Mesa Federal “participa por invitación de distintos sectores de Autoconvocados y de la Federación Agraria Argentina…
“Hemos confluido activamente en esta histórica lucha trayendo las posiciones y puntos de vista de la clase obrera en sus tres afluentes: ocupados, desocupados y jubilados, en la lucha contra la política del gobierno de los Kirchner, que con su mentira de ‘defensa de los pobres’, trabaja solo para un selecto grupo de monopolios imperialistas: exportadores de cereales, cuatro o cinco grandes frigoríficos, proveedores de insumos, un núcleo selecto de feed lot, y grandes terratenientes como Elstain, Soros, Blaquier, Benetton, amigos del gobierno. Gobierno que ayudó a extranjerizar 17 millones de hectáreas”.

Una propuesta integral
La CCC hizo una propuesta concreta para la ganadería, que parte de la pelea por llevar los salarios de los trabajadores rurales a $ 3.200, de acuerdo a la canasta familiar: “hay que reabrir la paritaria nuevamente, porque los $ 1.400 acordados por las cuatro entidades y la Uatre nacional, están en la línea de pobreza. Luchamos por la ley de corresponsabilidad gremial que permite terminar con el trabajo en negro. Por la derogación de la ley de trabajo agrario de dictadura, para que los rurales sean incluidos en la Ley de Contrato de Trabajo”.
Frente a la política oficial, que ha llevado a que al productor se le pague $ 3,50 el kg de carne, mientras el mismo se vende al pueblo a 18 o 20 pesos, la CCC plantea:
1) Se necesita un Estándar Sanitario único en el país para la ganadería, tanto en la producción como en la industrialización. Para esto el Estado tiene que ayudar crediticiamente a largo plazo y a bajo interés para fortalecer en todos los aspectos (sanitario, genético, alimenticio) los rodeos de los productores pequeños y medianos, y lo mismo para las 488 pequeñas y medianas industrias frigoríficas de ciclo 1 en el país.
2) Dividir la res. El cuarto trasero sin la nalga, para la exportación; cuarto delantero, asado y matambre para mercado interno. Tengamos en cuenta que la tonelada de cuarto trasero vale 19.000 dólares en el mercado internacional, y con esta división se puede garantizar al pueblo argentino por lo menos 12 cortes –los de mayor consumo– a precios populares, con valores promedios no superiores a $ 10. 
3) Garantizar un precio sostén de $ 5 el kilo vivo para los productores y medianos.
 Se debe gravar la actividad sobre la base de “el que más tiene más paga”, en forma diferencial, teniendo en cuenta la cercanía o lejanía de los lugares de venta.
Sacar el regresivo impuesto del 21% (IVA) –que pagamos todos los trabajadores– de los productos de la canasta básica alimentaria.
Los desocupados que estamos en la lucha contra el hambre y queremos trabajo comunitario con una remuneración de $ 500, luchamos contra la inflación y peleamos para garantizar precios populares en la carne y los productos agropecuarios. Estamos convencidos de que hay que desarrollar un plan integral, que contemple la creación de la Junta Nacional de Carnes.
Los trabajadores tenemos en nuestras manos, entre las empresas recuperadas, a varios frigoríficos como el Yaguané. Con la ayuda del Estado estas recuperadas podrían ser parte de este plan, con el objetivo de llegar a tener el doble de vacas en nuestro país, exportar todo lo que podamos, y garantizar al pueblo, particularmente a los 12 millones de argentinos bajo la línea de pobreza, carne barata, de buena calidad y en cantidad suficiente para cubrir la necesidad de proteínas.
Esta política permitiría pagar los salarios que necesitamos, que se hagan los aportes previsionales y se termine con la flexibilidad laboral.
Es necesario seguir la lucha, uniendo a la mayoría para lograr políticas a favor del pueblo, y cambiar esta política kirchnerista, cerrando el paso a cualquier tipo de golpe, sea abierto, institucional o autogolpe de Estado.