1. La “fiesta oficial” de la democracia
Mientras más de una decena de muertes enluta al país, la presidenta, Cristina Fernández, bailotea y toca un tamboril junto a Moria Casán. Lo cruel y grotesco de las imágenes oficiales, que esta vez al menos no tuvieron la cadena nacional, mostró hasta que punto puede llegar la impudicia del “relato” de la cúpula kirchnerista en el gobierno nacional.
1. La “fiesta oficial” de la democracia
Mientras más de una decena de muertes enluta al país, la presidenta, Cristina Fernández, bailotea y toca un tamboril junto a Moria Casán. Lo cruel y grotesco de las imágenes oficiales, que esta vez al menos no tuvieron la cadena nacional, mostró hasta que punto puede llegar la impudicia del “relato” de la cúpula kirchnerista en el gobierno nacional.
Como analizó el camarada Ricardo Fierro en la nota de nuestra edición anterior, y reiteró en un comunicado el Partido Comunista Revolucionario de la Argentina en su página web (http://www.pcr.org.ar/) el miércoles 11: “La rebelión policial hizo emergerproblemas de fondo de la Argentina de hoy, las brutales consecuencias sociales y políticas de la inflación y de la inseguridad asociada a la droga”.
Ninguno de estos problemas estuvo en el discurso de la señora presidenta, comenzando por la erosión inflacionaria de los ingresos de la mayoría de la población trabajadora (salarios, jubilaciones, planes y asignación por hijo, etc.), que descarga la crisis sobre el trabajo y la producción nacional, el deterioro del empleo público, la postergación de las provincias, el déficit educacional, los negocios impúdicos de su gobierno, etc. Tampoco hubo una mención al narcotráfico ni a la complicidad de sectores de las fuerzas represivas, con el delito y la política, particularmente en las propias filas de su partido y las de sus gobernadores e intendentes “amigos”. Aunque, después, en su vuelo a Santa Cruz, para dar sustento a sus tesis conspirativas, comenzó a twitear sobre las complicidades de sectores de policías provinciales con el delito.
Como había ocurrido en Córdoba una semana antes, se agudizaron las “internas” entre los de arriba en casi todo el país, lo que generó hechos que dejaron al pueblo como rehén, con su saldo de saqueos y muertos. Hubo provincias, como Tucumán, donde los vecinos tomaron la seguridad en sus manos.
2. Reconocimiento de los atrasos salariales
Empujada por la fuerza de los hechos, la Casa Rosada, tuvo que reconocer el descomunal retraso de los salarios en las provincias, aunque sea sólo para los policías, dando vía libre a los gobernadores para que negocien subas de hasta 8.500 pesos de salario básico.
Pero este reajuste en los salarios de las policías provinciales, en lo inmediato producía un desfasaje salarial con las fuerzas nacionales, que cobran sueldos en mano desde 5.500 pesos y podían levantarse en protestas en cualquier momento para reclamar los 8.500 pesos de las fuerzas distritales. Por esto el viernes 13, Capitanich anunció un "reconocimiento económico" para las fuerzas de seguridad. El "reconocimiento" alcanzará a la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportuaria, que son las fuerzas que dependen de la Nación.
3. El mismo collar, distintos perros
Cada día va quedando más claro que el supuesto “remozamiento” del gobierno kirchnerista, con los cambios producidos en el gabinete tras el contundente cachetazo electoral, no fue más que una lavada de cara y que dichos cambios son mera cosmética para que todo siga igual. Tanto en lo político como en lo económico.
El gobierno kirchnerista no solo sigue sin reconocer la inflación sino que insiste en su política de parches sobre algunas variables de la economía, que empeoran el desfasaje de precios de otras. Así, por ejemplo ha acelerado la devaluación del peso supuestamente para frenar el drenaje de reservas, pero al no tomar medidas para acabar con la inflación lo único que ha logrado es acelerar la carrera de precios, con el consiguiente mayor “desfasaje” entre los precios controlados y entre los que tienen posibilidad de aumentarlos y los que no. En particular queda retrasado el precio de la fuerza de trabajo, que es sobre la que termina cayendo el peso principal del ajuste inflacionario en una economía capitalista como la nuestra.
Esta realidad, y no supuestas conspiraciones “destituyentes”, es la que está tras los crecientes reclamos de un plus de fin de año para todos los trabajadores, como compensación de la escalada inflacionaria, la inmediata reapertura de paritarias con un sueldo inicial básico de 8.500 pesos, el 82% móvil para los jubilados, la exención del impuesto a las ganancias sobre el aguinaldo y ni un solo despido, ni suspensiones,etc., como plantean las organizaciones gremiales, políticas y sociales que convocan a una Jornada Nacional de lucha multisectorial para el 19 de diciembre, a 12 años del Argentinazo. Este 19 en la ciudad de Buenos Aires se marchará a Plaza de Mayo, mientras que en el resto del país habrá paros, movilizaciones y cortes.
4. Es necesaria otra política
Es posible satisfacer estas demandas sin provocar mayor inflación, como termina haciendo el gobierno kirchnerista, con su política de parches para tapar las pústulas que estallan, abriendo más y mayores agujeros, por no tomar medidas para hacer que la crisis la paguen los que la juntaron con la pala. Medidas como las que proponen el PTP y el PCR para la emergencia, resumidas en 10 puntos, entre las que planteamos en primer lugar la defensa del peso argentino, con una reforma monetaria que junto a eliminar la especulación inflacionaria, oriente el uso del dinero y las monedas extranjeras hacia el mejoramiento de los salarios y las jubilaciones, precios sostén a las producciones regionales, créditos accesibles a las Pymes y pequeños y medianos chacareros, etc., así como fondos para la recuperación de los ferrocarriles, una YPF 100% estatal, una industria naval nacional, etc.
Al calor de la jornada nacional de lucha y preparándonos para un año más difícil, por un gobierno que insiste en continuar, y “profundizar”, su política de ajuste inflacionario hambreador, es necesario ampliar todos los ámbitos de acuerdos multisectoriales, avanzando en la formación de comités de emergencia, tanto a nivel nacional, como provinciales y locales, en condiciones de exigir medidas inmediatas en todos los ámbitos del gobierno, al que hay que arrancarle respuestas a favor de los trabajadores y el pueblo y la producción nacional, con medidas antiimperialistas y antilatifundistas de fondo.
2014 nos espera con nuevos desafíos para avanzar en la unidad multisectorial contra la política inflacionaria, hambreadora y entreguista del gobierno kirchnerista, y para concretar la personería nacional del PTP, que nos permita ser el motor de ese reagrupamiento de fuerzas obreras y populares, patrióticas, democráticas y antiimperialistas, en las calles y en las elecciones, profundizando el camino del Argentinazo y la Rebelión Agraria y Federal, que permita imponer un gobierno popular, patriótico, democrático y antiimperialista dirigido por la clase obrera.