1. La más amplia unidad contra la reforma antiobrera
El gobierno presentó en el Congreso su proyecto de ley al que hipócritamente llama de “modernización laboral”, que no es otra cosa que un brutal ataque a los derechos y conquistas ganados con décadas de lucha de las y los trabajadores, y es una continuidad del Decreto 70/23 y la Ley Bases.
Quieren volver cien años atrás, cuando no estaban garantizadas ni las ocho horas de trabajo, ni la libre agremiación, los convenios colectivos, no había indemnizaciones, derecho de huelga y vacaciones, y hasta pretenden aprobar el pago “en especie” de los salarios. Quieren legalizar las condiciones en que hoy están muchos compañeros y compañeras que trabajan en negro.
Es falso el argumento de que con este paquete de leyes va a haber más trabajo. Leyes parecidas en otros momentos de la historia ya mostraron que esto no es cierto. Milei y los sectores de las clases dominantes que lo sostienen pretenden imponer condiciones esclavistas y aumentar las ganancias de los grandes monopolios y terratenientes.
El verso de que esta ley beneficiará a los millones de precarizados y en negro se cae leyendo el proyecto, que excluye a los trabajadores de plataformas (Rappi, Uber, etc.) de la Ley de Contrato de Trabajo y los mantiene como “prestadores independientes”. La ley pretende blindar a las grandes empresas para que el compañero que hoy está en negro pierda el derecho a cuestionar judicialmente su situación por ilegal.
Además, el gobierno quiere reducir los aportes patronales, fomentar los sindicatos por empresa y los contratos “individuales” entre patrones y trabajadores, así como derogar conquistas históricas como el Estatuto del Periodista y seguir ahogando la cultura y la ciencia.
Coherentes con todas las medidas que viene tomando a favor de los poderosos, esta “modernización laboral” establece un “Fondo de Asistencia Laboral (FAL)” con plata de la Anses para subsidiar a las empresas en el pago de indemnizaciones. Dicho en criollo: usar la plata de trabajadores y jubilados para que las empresas puedan despedir sin costo.
Dicen que es una ley para que haya más trabajo cuando en realidad abarata y facilita los despidos. Plantean que es para “salvar a las pymes” cuando es la política de Milei la que cierra 29 empresas y despide 394 trabajadores por día de promedio (lapoliticaonline.com, 14/12).
Crece en las empresas y en los gremios el repudio a este ataque a los derechos de las y los trabajadores. El jueves 18 las centrales sindicales convocan a una movilización en Plaza de Mayo y en todo el país contra esta “reforma laboral”. Causó gran repudio el atentado contra la sede del Sindicato de Empleados de la Industria del Vidrio (Seivara) que lidera Cristian Jerónimo, uno de los secretarios de la CGT, en una clara amenaza. Gremios como ATE han lanzado un paro nacional para ese 18, y crecen los pronunciamientos de comisiones internas, gremios, organizaciones campesinas, de originarios, estudiantiles y de derechos humanos, para ganar las calles ese día.
Peleamos en todo el país, denunciando la complicidad de gobernadores y legisladores, para desarrollar la más amplia unidad multisectorial que una la pelea contra la reforma con el combate contra el hambre y la entrega, y construir un paro activo nacional que derrote este proyecto antiobrero.
2. El pirata Trump se roba el petróleo de Venezuela
El gobierno yanqui continúa con sus provocaciones contra Venezuela. Mostrándose como los piratas que son, Trump, que venía usando de excusa atacar “el narcotráfico”, ordenó a sus tropas la “incautación” un buque petrolero venezolano y dijo muy suelto de cuerpo que se quedarían con el petróleo. Este hecho muestra que detrás de la ofensiva contra el gobierno de Maduro están las inmensas reservas petroleras del país hermano.
El gobierno yanqui acelera su disputa por recuperar posiciones en América Latina, como parte de su pelea global contra otras potencias imperialistas, en particular con China. Esta potencia socialimperialista, como analiza con preocupación el periódico The New York Times, “ha tenido un superávit comercial anual con el mundo que supera el billón de dólares” y “exporta sus propias fábricas”.
En nuestro país vemos como crece esta disputa. Pese al alineamiento incondicional del gobierno con Trump, “Las importaciones desde el gigante asiático crecieron 61% en los primeros 10 meses de 2025”, dice el sitio económico Bloomberg.
Los yanquis festejaron el triunfo del derechista Kast en el balotaje del domingo 14 en Chile. Kast sacó el 58% de los votos, y la exministra de Gabriel Boric, Jeannette Jara obtuvo 41%.
Milei, como buen perrito faldero de Trump, los piratas ingleses y el fascista gobierno de Israel, también salió rápido a decir que “Estoy seguro de que vamos a trabajar juntos para que América abrace las ideas de la libertad”.
El domingo pasado cientos de miles de brasileños salieron a las calles en más de 50 ciudades para repudiar las decisiones del Congreso de este país, que reducen penas a Bolsonaro y otros golpistas.
El 2025 cierra con varios conflictos militares en curso por el aumento de la disputa interimperialista y preanuncia un 2026 en el que los peligros de una nueva guerra mundial crecerán.
Por otro lado, crecen las luchas nacionales contra la agresión imperialista y se despliegan grandes luchas obreras y populares en el mundo y en los propios países imperialistas.
3. Milei quiere más ajuste y entrega
Además del proyecto de “reforma laboral” antiobrera, el gobierno de Milei presentó un Presupuesto con grandes recortes en todos los niveles educativos (50% menos que en el 2023), en salud (desfinanciando programas), en gastos sociales (71% menos que en el 2023), en obra pública, especialmente en vivienda y urbanismo (-98%) y agua potable/alcantarillado (-85,6%). Es otra de las imposiciones del FMI, con el que el gobierno enfrenta pagos multimillonarios a partir de enero, por lo que el endeudador serial que tenemos de ministro de Economía sigue pidiendo créditos a intereses cada vez más altos.
Coherentes con este programa antipopular, la ahora senadora Patricia Bullrich propuso desmantelar el PAMI y dijo que es como “una compañía de seguros donde todos los autos chocan”.
Tenemos que redoblar la lucha de las y los jubilados en todo el país, desarrollando el MIJP-CCC, los centros y las multisectoriales de jubilados, para frenar este verdadero genocidio silencioso de nuestros mayores.
Todos los días aparecen nuevos informes que muestran la destrucción sistemática de la industria que provoca este programa de gobierno. Sólo en septiembre cerraron 970 empresas, y ya suman 20.134 desde que asumió Milei.
En medio de esta destrucción industrial, que incluye áreas de Fabricaciones Militares y con una reducción en el presupuesto de defensa, el gobierno hizo alharaca de la compra de viejos aviones de guerra a Dinamarca (de 40 a 45 años de antigüedad, por los que se pagaron 300 millones de dólares, y que no tienen garantizado ni armamento, ni combustible, ni entrenamiento para los pilotos, etc.). Nada que signifique una molestia para los piratas británicos que usurpan nuestras Malvinas e islas del Atlántico Sur.
4. 2026: Derrotar esta política en las calles
Como venimos reflejando en nuestro semanario, las luchas se extienden por todo el país. La semana pasada miles rechazaron en las calles de Mendoza el proyecto megaminero aprobado por la legislatura provincial. Una verdadera pueblada en curso, como dice nuestro PCR mendocino.
Fue de gran importancia la jornada de 9, cuando las organizaciones de desocupados y precarizados se movilizaron marchando y haciendo cortes en todo el país denunciando el hambre que crece con esta política.
Las y los trabajadores del Hospital Garrahan se unieron a familiares y prestadores de personas con discapacidad en Plaza de Mayo continuando la lucha contra el cruel ajuste del gobierno, que sigue con los recortes en la Andis, al tiempo que se revelan más detalles de los infames negociados con medicamentos y prestaciones, de los que la hermana de Milei se llevaba el 3%.
Miles acudieron a la convocatoria de los organismos de derechos humanos el 11 de diciembre, que volvieron a denunciar la política represiva y negacionista del gobierno, y volvieron a poner en el centro de la escena política la lucha por memoria, verdad y justicia a pocos meses de que se cumplan 50 años del golpe fascista que instauró la dictadura genocida de Videla-Viola.
Al día siguiente de la salida de esta edición, el 18 de diciembre, seremos decenas de miles en Plaza de Mayo y en todo el país rechazando la reforma antiobrera. Trabajaremos para darle continuidad a la pelea por frenar esta falsa “modernización laboral”, con la más amplia unidad multisectorial en camino a un paro nacional activo.
Vamos a un fin de año con movilizaciones y actos reivindicando el camino de la pueblada nacional del 2001 contra el gobierno de De la Rúa, y por una Navidad sin hambre y con derechos.
Todo indica que el año que viene se profundizarán las luchas contra este gobierno. Su política ataca no sólo a las y los trabajadores ocupados, desocupados y jubilados, sino también a campesinos pobres, pequeños y medianos productores agrarios, naciones y pueblos originarios, vastos sectores de la burguesía nacional, a las mujeres y diversidades, y al conjunto de los sectores populares. Vamos a apurar el paso para unir estas luchas contra el gobierno nacional y quienes lo sostengan.
Para eso tenemos que fortalecer las filas de nuestro PCR y la JCR, para que se transformen en vanguardia reconocida de las masas en la lucha por la revolución en la Argentina. Es el mejor homenaje que le podemos hacer al querido camarada Jacinto Roldán, nuestro secretario general fallecido el 30 de abril de este año.
¡Por un 2026 de unidad y lucha para derrotar la política reaccionaria y fascista de Milei, y poder avanzar en un camino liberador! ¡Por el crecimiento y fortalecimiento de nuestro PCR!
Escriben Ricardo Fierro y Germán Vidal
Foto de portada: El 18 de diciembre marchamos a Plaza de Mayo y en todo el país contra la “reforma laboral” del gobierno.
El 6 de enero nuestro Partido Comunista Revolucionario cumple 58 años, en un 2026 teñido
por el repudio al golpe de estado fascista de 1976 y el negacionismo del gobierno.
