El 10 de diciembre asumió el gobierno de Milei-Villarruel. Señalamos que su llegada a la presidencia es un duro golpe al movimiento popular, nacional y democrático, del que forma parte nuestro Partido y las organizaciones que integramos, porque llegan al gobierno como representantes del sector más reaccionario y fascista del bloque de las clases dominantes.
En La Libertad Avanza anidan y dirigen sectores reaccionarios y fascistas. Reivindican la dictadura de Videla, reniegan de Malvinas, rechazan las conquistas obreras y populares, los derechos de las mujeres y están contra todos los derechos que conquistó el pueblo. Las medidas que impulsa desde que asumió, profundizan la situación de hambre y pobreza de las masas, rechazan los derechos laborales conquistados con años de lucha, avanzan en la entrega de la soberanía nacional, y se burlan de las libertades democráticas.
En el plano internacional jerarquizan la relación con el imperialismo yanqui, principalmente con el sector de Trump, con la camarilla fascista que dirige el Estado de Israel, y avanzan en las relaciones con Inglaterra y sectores de la derecha europea, principalmente italiana y española. Y en América Latina se referencian con Bolsonaro.
Como definimos en el Comité Central del 25 y 26 de noviembre de 2023: “nos pronunciamos en contra de la política que anuncian y la vamos a enfrentar. A partir de tomar esta decisión vemos el ‘cómo’. Lo haremos peleando la más amplia unidad de los sectores populares, llenándonos de razones y peleando por ganar a todos para la lucha, también a aquellos que votaron a Milei y son golpeados por su política”.
Cómo ganó Milei
Milei ganó el balotaje del 19 de noviembre con el 55,59% de los votos válidos (algo más de 14 millones de votos) frente al 44,31% que sacó Massa (alrededor de 11 millones y medio).
Las ideas fascistas y las medidas anti-obreras y entreguistas que impulsa este gobierno no son compartidas por esa mayoría de la sociedad argentina que lo votó. Los sectores fascistas y reaccionarios son una minoría. Entonces la pregunta es ¿cómo pudieron ganar?
En primer lugar, es necesario ubicar que la sociedad argentina está dividida social, política y culturalmente. Importantes sectores obreros, campesinos y populares arrastraban un profundo enojo con los sectores que expresaba el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, con Sergio Massa como ministro de Economía. Algunos vienen arrastrando ese enojo desde los gobiernos kirchneristas anteriores a Macri. Otros lo fueron acumulando en los cuatro años de gobierno de Alberto Fernández. Esa bronca se juntó con la desesperación a la que los llevó la política de ese gobierno, que no resolvió las emergencias populares, lo que agravó la situación de millones que pasan hambre, que no pueden pagar el alquiler, que trabajan precarizados y sin derechos, etc.
En la historia del pueblo argentino la oligarquía y los sectores más reaccionarios pudieron avanzar cuando lograron dividir a la clase obrera y al pueblo. Así triunfó el golpe de Estado de 1955 que derrocó a Perón. Así pudo pasar luego el golpe de Estado con Onganía a la cabeza en 1966, y así, sobre la base de la división del pueblo, se impuso en 1976 el golpe videlista, la dictadura más sangrienta y asesina que conociera nuestra patria.
Milei no hubiera podido ganar sin el respaldo de Macri y su sector, que con su apoyo le dio la estructura necesaria para el triunfo.
Dicen muchos compañeros y compañeras que en el balotaje optaron por Milei. “No sé qué va a hacer, pero así no podíamos seguir”, “Algo había que hacer”.
Esta derecha reaccionaria aprovechó el descontento y esa necesidad de cambio, ofreciendo a Milei como quién iba a producir ese cambio.
En sectores juveniles, donde hay miles que trabajan sin derechos, que no tienen futuro, metieron la idea que eran “algo nuevo” y que estaban contra la “casta política que nos llevó a esta situación”.
En la lucha diaria, sobre la base de impulsar la lucha por los problemas concretos de las masas, confrontamos con ideas de derecha y reaccionarias que han penetrado y plantean la división entre los distintos sectores populares. Son ideas que han crecido con la pandemia y con la crisis, y que esta derecha promueve.
No hay cheque en blanco a la política del gobierno de Milei
Nosotros planteamos el 20 de noviembre en nuestra declaración que “No tenemos que perder de vista que este voto a Milei no significa un cheque en blanco, y que muchos de las y los que lo votaron serán parte de las luchas que se avecinan”. También hemos planteado que ubicar bien esto es clave para avanzar en la lucha, en las nuevas y difíciles condiciones. Porque si pensáramos que ese 55% es de derecha y comparte las ideas de Milei tendríamos que cambiar la táctica, guardarnos y pasar a la resistencia, como ya han planteado algunos sectores.
Partimos también de valorar mucho los 11 millones que votaron a Unión por la Patria porque expresan una decisión política avanzada de amplios sectores de las masas. Allí también hay una mayoría que tiene bronca por la situación que vivimos, con el acuerdo con el Fondo, los acuerdos con China, la actitud con Vicentin, etc. En esos 11 millones también estuvo el reclamo por la política de los cuatro años al gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa por la no resolución de las emergencias populares, la bronca por la inflación galopante de 120% anual, la inseguridad, etc.
Nuestra línea de encabezar la lucha por las necesidades populares y hacer campaña a fondo por Unión por la Patria, peleando la unidad del frente y a la vez actuando con independencia, con nuestras Diez Medidas, fue un gran acierto. Esto sigue en discusión.
Haber acertado en la ubicación de los distintos momentos políticos, sus cambios, y el trabajo de miles de camaradas y compañeras/os en todo el país nos deja en mejores condiciones para abordar el nuevo momento. Debemos valorar mucho el papel que ha jugado nuestro Partido, la JCR y todos los movimientos en los que participamos, como la CCC, la FNC, Ni Un Pibe Menos por la Droga, Originarios en Lucha, etc.
La disputa imperialista se expresa en nuestro país
Todo esto se da en un mundo que no puede salir de la crisis económica y en un marco donde la disputa imperialista se agudiza cada vez más. Se van delineando bloques que preanuncian el peligro de una nueva guerra imperialista.
El imperialismo yanqui sigue siendo la principal superpotencia económica y militar, y se coloca a la cabeza de uno de los agrupamientos imperialistas, en alianza con Gran Bretaña, y Japón en primer lugar, y desde allí arrastra a los países europeos de la OTAN, Corea del Sur, Australia y otros países. El imperialismo chino, como superpotencia económica disputa en todo el mundo, mientras acelera su carrera armamentista preparándose para la guerra. A la par va avanzando en su relación con los rusos y va conformando un bloque que enfrente a los yanquis.
La invasión imperialista de los rusos en Ucrania va a llegar a los dos años. La heroica resistencia del pueblo ucraniano ha evitado el triunfo imperialista al altísimo costo de un país devastado y cientos de miles de muertos. El genocidio que está produciendo la camarilla fascista que dirige el Estado de Israel en Gaza, con más de 20 mil muertos (muchos de ellos niños). El conflicto entre China y Taiwán con el apoyo de Estados Unidos que pone como potencial foco de conflicto el Mar de la China, por donde pasa el 60% del comercio mundial. Estos son los principales conflictos de muchos que recorren los cinco continentes y que tienen detrás la mano de uno u otro imperialismo.
Frente a la crisis y los preparativos de guerra crece la lucha de los pueblos en todo el mundo. También han crecido en el mundo corrientes de derecha de corte fascista.
En América Latina una oleada de gobiernos socialdemócratas fracasó en resolver los problemas de las masas al no tocar ni el latifundio ni la dependencia.
Este fracaso le abrió paso a esa oleada de derecha fascista, que llegó al gobierno en su momento con Bolsonaro en Brasil, con Lasso en Ecuador, y facilitó la llegada de Milei en Argentina, por tomar algunos ejemplos.
Milei llega al gobierno representando los intereses de un sector del bloque de las clases dominantes que en lo internacional se define “dentro de Occidente”, alineado con los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel.
En la asunción de Javier Milei estuvieron presentes el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, Jair Bolsonaro (ex presidente de Brasil), el primer ministro de Hungría, el ultraderechista Víctor Orban, y el presidente de Armenia Vahagn Khachaturyan. También hubo dirigentes de partidos de derecha de Chile y de España.
Estados Unidos, China, Inglaterra, Rusia y otros imperialismos se enfrentan entre ellos por el control de la Argentina al ritmo de la disputa mundial.
Somos un país donde la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) tiene la principal base militar del Atlántico Sur en nuestras usurpadas Islas Malvinas y el imperialismo chino una base militar en Neuquén. Esto grafica el grado de disputa en el bloque de las clases dominantes argentinas que disputan la hegemonía subordinados a uno u otro imperialismo.
Gabinete y primeras medidas
El gobierno de Milei tiene detrás sectores poderosos de las clases dominantes que participan abiertamente en la composición de su gobierno. Tiene un peso importante el grupo del empresario de origen armenio Eduardo Eurnekian, dueño de Corporación América, Aeropuertos Argentina 2000 y otras empresas aquí y en Armenia. El propio Milei fue empleado de Corporación América y en el gabinete están el ministro de Interior, Guillermo Francos, el de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, en la Jefatura de gabinete Nicolás Posse, que son las más importantes designaciones en una larga lista de nuevos funcionarios que vienen de allí.
Al grupo Techint de Paolo Rocca se le concedió la presidencia de YPF con la designación de Horacio Marín, y el control de las principales gerencias, con lo que este monopolio, que actúa en el negocio petrolero a través de Tecpetrol, pasó a tener un peso clave en el sector energético.
Además, Rocca presionó públicamente para liquidar las conquistas obreras y para eso colocó en la estructura del Ministerio de Trabajo al jefe histórico de “Recursos Humanos” de este monopolio, Miguel Ponte, y al jefe del departamento jurídico del grupo, el abogado Julio Cordero, en la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales.
En Economía designó a Luis “Toto” Caputo, que fuera secretario de Finanzas durante el gobierno de Macri, jugando un papel clave en la fuga de miles de millones de dólares tras el préstamo del FMI. Es recordado por ser el creador del “bono a 100 años”. A su vez, violando cualquier indicio de independencia del Banco Central, se designó como presidente a su socio Santiago Bausili.
Diana Mondino, una economista del grupo CEMA pasó a ser ministra de Relaciones Exteriores, donde se apoya en Jorge Faurie, aquel que como canciller de Macri avaló acuerdos favorables a los británicos en Malvinas.
En Seguridad designó a Patricia Bullrich, que como ministra de Seguridad de Macri fue responsable política de los asesinatos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. Bullrich negoció con Milei también por el mendocino Luis Petri como ministro de Defensa. Esto agudizó diferencias de Milei con la vicepresidenta, ya que, durante la campaña, este había anunciado que, en el área de Seguridad, Defensa y la AFI (Agencia Federal de Inteligencia) iba a decidir Villarruel. En la AFI fue designado Santiago Sívori, un abogado que trabajó para el macrismo y hoy reporta a Nicolás Posse, jefe de gabinete de Milei.
En “Capital Humano” (ministerio que agrupa las secretarías de Educación, Trabajo, Desarrollo Social, y Cultura) está la ex vicepresidenta de la Ucedé, Sandra Pettovello. En el Ministerio de Infraestructura asumió Guillermo Ferraro, ex director de la filial argentina de la firma de asesoría financiera KPGM, una de las cuatro más importantes en el mundo, con sede en Holanda.
Milei también negoció con el exgobernador cordobés Schiaretti y sumó a Osvaldo Giordano, como titular de la Anses, a Franco Mogetta, su secretario de Transporte provincial, como secretario de Transporte de la Nación y a Daniel Tillar como presidente del Banco Nación.
En la AFIP fue designada Florencia Misrahi, que trabajó 15 años en la cerealera Cargill como experta tributarista. Fue una de las arquitectas del esquema de triangulación que implementa la empresa para pagar menos impuestos y fugar divisas del país, creando empresas ficticias en Uruguay a pesar de que la cerealera produce en Argentina. Así, mediante maniobras fraudulentas, entre 2017 y 2021 el 67% de la facturación de Cargill corresponde a su filial uruguaya. En estos últimos años Misrahi fue socia del estudio Lisicki & Litvin, que concentró las presentaciones judiciales contra el impuesto a las grandes fortunas.
Es decir que es un gabinete que concentra la verdadera casta del poder en Argentina.
También hubo cambios en las Fuerza Armadas. Como jefe del Estado Mayor Conjunto se designó al brigadier Xavier Julián Isaac, dando este puesto a la aeronáutica, fuerza en la que tiene influencia Eurnekian a través del brigadier retirado Antelo, que trabajó en Corporación América y hoy es asesor con amplias facultades en el gobierno.
Se realizó una barrida de mandos designando jefes jóvenes, principalmente en el ejército donde pasaron a retiro 22 oficiales superiores con la designación como comandante en jefe al general Alberto Presti (hijo del genocida Roque Presti que durante la dictadura dirigió la represión del “área operacional 113” en La Plata).
Como jefe de la Armada quedó el contralmirante Carlos Allievi y como jefe de la Fuerza Aérea el brigadier mayor Fernando Luis Mengo.
Las primeras medidas del gobierno de Milei confirmaron que su política no era un ajuste gradual, sino un brutal shock de ajuste.
En medio de una fenomenal corrida inflacionaria que aumentó los precios, en especial de alimentos, uno de los primeros anuncios fue la devaluación del dólar oficial. Caputo anunció una mega devaluación de más del 120% que profundizó el brutal aumento de precios, paralizaron la obra pública causando miles de despidos en la construcción, anuncian el cese de contratos de miles de estatales, congelamiento del monto de los planes Potenciar Trabajo, lo que lleva a que millones de personas más queden debajo de la línea de pobreza, y cientos de miles bajo la línea de indigencia.
Millones ya no pueden comprar pan, ni leche, ni harina. Millones no tienen donde vivir porque no pueden pagar un alquiler. Para ellos la situación es desesperante.
La mayoría del pueblo atraviesa momentos difíciles, la creciente inflación, la inseguridad, el aumento de los femicidios, el crecimiento de la droga en los barrios. Hay despidos, bajos salarios, trabajo precario, jubilaciones de miseria.
Se suman situaciones dramáticas como las del temporal en Bahía Blanca y zonas vecinas. Lejos de llevar soluciones desde el gobierno nacional, dejó claro que este no iba a aportar nada cuando Milei dijo “ustedes van a poder lograr resolver esta situación de la mejor manera posible, con los recursos existentes”.
Milei, que llegó al gobierno prometiendo que iba a bajar la inflación, que el ajuste lo iba a pagar la casta política y que antes de subir impuestos se cortaba un brazo, hizo todo lo contrario. Los precios se dispararon por las nubes, sin que tome ninguna medida a favor del pueblo mientras que sacó un bono para que las grandes empresas privadas que tienen una gigantesca deuda comercial en dólares accedan a divisas.
Dijeron que la causa de la inflación era la emisión, y en los primeros 15 días de gobierno emitieron 2 billones de pesos.
Tienen problemas para cumplir los pagos con el FMI. Se encuentra en el país una nueva misión del Fondo con la que están renegociando el acuerdo caído. Hasta ahora no le ha concedido nuevos aportes. Los vencimientos a pagar en el 2024 son más de 57 billones de pesos.
Milei, después que descalificó la relación con el imperialismo chino, terminó mandándole una carta a Xi Jiping pidiéndole activar el préstamo Swap concedido al gobierno anterior, cuestión que los chinos hasta ahora mantienen congelada.
A los vencimientos con el FMI y otros imperialismos se suman los 16 mil millones de dólares por la sentencia en contra realizada por una jueza norteamericana en una demanda por la expropiación de YPF. Para poder apelar el gobierno argentino tiene que presentar avales (fianza o activos en garantía) por 16.100 millones de dólares antes del 10 de enero, de no hacerlo el fondo buitre Burford podría comenzar a pedir embargos contra el Estado.
Con la brutal devaluación lo que buscan es llevar los precios a valor dólar como primer paso para avanzar hacia la dolarización. La liberación del precio de los combustibles y la quita de subsidios a los servicios de luz, gas, transporte y otros a partir de enero, llevándolos también a valor dólar, aceleran la inflación ya que estos aumentos volverán a descargarse sobre los precios. Es decir que la situación se agravará mucho en el verano, donde quedaron totalmente retrasados los salarios de los ocupados. Para los beneficiarios de los planes sociales hay de hecho una rebaja salarial al congelarse los montos con una alta inflación. Ni hablar de la situación de los jubilados: es totalmente incierto cuánto van a cobrar y si el PAMI va a seguir entregando remedios.
En paralelo con esto Patricia Bullrich el 14 de diciembre anunció un protocolo represivo de corte fascista, que viola las propias leyes de este Estado, y con el que pretende mantener el control de la calle, al menos en la ciudad de Buenos Aires. Han montado un descomunal aparato represivo contra las organizaciones políticas, sindicales y sociales que va desde la utilización de los servicios de inteligencia, la justicia y las fuerzas represivas federales.
El Decreto Nacional de Urgencia y la Ley Ómnibus de Milei
El miércoles 20 de diciembre, momentos después que se estrenara el “protocolo” con un descomunal dispositivo represivo frente a la movilización de la Unidad Piquetera en Plaza de Mayo, el presidente Milei habló por cadena nacional, rodeado por sus ministros e incluso por personeros de las clases dominantes que aún no tienen cargos en el gobierno como Federico Sturzenegger.
Milei leyó 30 artículos, a modo de adelanto, de este superdecreto de 366 artículos, que deroga y modifica más de 300 leyes.
El gobierno de Milei tiene algunas debilidades institucionales. Es minoría en las dos cámaras nacionales: tiene 8 senadores y 38 diputados nacionales, a los que la alianza con Bullrich le agregaría 40 más. No ganó ninguna elección a gobernador.
Como dice el comunicado de nuestro Partido: “Milei con este decreto pretende consumar un golpe institucional, arrogándose la ‘suma del poder público’, pasando por encima del Parlamento, y violando las libertades democráticas… con este decreto pretende privatizar todo lo que pueda, eliminar el derecho de huelga y todos los derechos laborales, dejar en la calle a miles derogando la ley de alquileres, condenando a la muerte a los pacientes que no puedan pagar los medicamentos con precios liberados, entregando las tierras y los recursos a los imperialistas y grandes terratenientes, entre otras medidas antipopulares”.
Con ese paquete de medidas profundiza la dependencia y la entrega en nuestro país, favoreciendo a los grandes terratenientes, monopolios imperialistas y bancos que lo apoyan.
Es tan burdo el DNU que para simplificar le podríamos poner a cada artículo el nombre del monopolio al que beneficia. Como por ejemplo Lewis (viejo amigo de Macri), Eurnekian, Paolo Rocca, Galperin (Mercado Libre), Blaquier, Belocopitt (dueño de Swiss Medical Group y vocero del sector), Grupo Clarín, La Nación, Mondelez, Molinos, Arcor, etc.
Así podríamos seguir nombrando los beneficiarios, como lo hizo el propio Milei por cadena nacional cuando anunció que la desregulación de los servicios de Internet satelital se realiza “para permitir el ingreso de empresas como Starlink”, creada por el dueño de la principal fortuna del mundo, Elon Musk, dueño de la red X (antes Twiter), que también fabrica autos eléctricos y tiene interés en el litio para construir sus baterías.
Es un secreto a voces que la redacción del decreto no fue hecha por funcionarios del gobierno de Milei, sino que el punto de partida es un trabajo hecho por Federico Sturzenegger para un eventual gobierno de Patricia Bullrich, que fue corregido y redactado por estudios de abogados al servicio de los monopolios beneficiados, como por ejemplo el estudio Bruchou & Funes de Rioja (Funes de Rioja es a su vez presidente de la Unión Industrial Argentina, UIA).
Posteriormente Milei convocó a sesiones extraordinarias en el Congreso y envió una “Ley Ómnibus” que contiene al decreto e incorpora decenas de leyes entreguistas y represivas que destruyen la industria nacional, regalan nuestra soberanía e instalan el estado de sitio de hecho a través de medidas represivas y la anulación del papel del Congreso.
Estas leyes están hechas a la medida de un puñado de terratenientes y monopolios imperialistas que están detrás de este gobierno. Si pasan golpearán con dureza a la clase trabajadora y al conjunto del pueblo, empujarán aún más a la pobreza y al hambre a millones, y entregará nuestra soberanía.
La respuesta estuvo en las calles
Con la resolución de nuestro último Comité Central de enfrentar la política de Milei, el PCR, la JCR y los movimientos en los que participamos seguimos a la cabeza de la lucha por las necesidades populares.
El 12 de diciembre, dos días después de la asunción de este gobierno, cientos de asambleas y ollas se hicieron sentir en todo el país, Participaron la CCC y otras organizaciones populares. Por tierra, techo y trabajo y reclamando por una Navidad sin hambre.
Se fueron desarrollando a lo largo y a lo ancho del país reuniones multisectoriales por lugar y también nacionalmente buscando puntos en común para coordinar la lucha.
Estuvo el plenario de delegados que se reunió el 15 de diciembre en Ensenada, impulsado por el Cuerpo de Delegados del Astillero Río Santiago y ATE Ensenada, en gran unidad con los trabajadores de la Destilería de YPF, gremios de la CGT y las CTA zonales, de organizaciones campesinas como el Asoma-FNC y organizaciones sociales.
Nuestro Partido estuvo a la cabeza de las asambleas populares, actos y distintas actividades el 19 y 20 de diciembre conmemorando los 22 años del Argentinazo que recorrieron todo el país, avanzando en la unidad de las fuerzas populares, patrióticas y democráticas, como la multisectorial de Rosario, que impulsó la gran marcha contra el decretazo al Monumento a la Bandera.
La política represiva de Bullrich se concentró en la marcha de la Unidad Piquetera queriendo dar un escarmiento y meter miedo. La campaña del miedo de la que tanto hablaba Milei y los periodistas de Clarín y La Nación fue realizada ahora abiertamente por el Estado en radio, en televisión, en los parlantes de las estaciones ferroviarias y terminales de ómnibus, extorsionando con que si un ciudadano ejerce el derecho constitucional a reclamar a las autoridades se le sacaba el plan social.
En respuesta a esa campaña del miedo, al decretazo de Milei y al aparato represivo montado, el 20 de diciembre comenzaron los cacerolazos en distintos barrios de Capital Federal y en decenas de ciudades de todo el país. En CABA las columnas de los barrios fueron marchando, cortando las principales avenidas, hacia el Congreso nacional. La respuesta del pueblo en las calles dejó de lado el protocolo de Bullrich.
El 21 de diciembre se realizó un feriazo de las organizaciones campesinas en Plaza Congreso; participaron entre ellas la FNC.
La jornada nacional de lucha del 22 de diciembre, que se realizó en más de 200 ciudades de todo el país también fue fortaleciendo el ánimo popular.
En Mondelez, las y los trabajadores con su Comisión Interna a la cabeza pudieron frenar momentáneamente la avanzada que intentaba la patronal contra los derechos adquiridos y obtener estabilidad laboral, un bono de fin de año, aumento salarial y otras conquistas.
A pesar de que los monopolios mediáticos tratan de silenciarlas, las luchas también son parte de la realidad y van calentando el ánimo popular.
No es la primera vez que Patricia Bullrich hace bravuconadas represivas contra la clase obrera y el pueblo al servicio de la oligarquía. Durante el gobierno de Fernando De la Rúa, un gran contingente de desocupados de la CCC y la FTV cortó la ruta 3 en La Matanza. Patricia Bullrich, ministra de Trabajo de ese gobierno, amenazó con meter presos a los que reclamaban comida. Pero no pudo imponerlo, yendo a la Municipalidad de La Matanza para firmar un acta concediendo los pedidos de los manifestantes. Renunció poco tiempo antes que De la Rúa tuviera que irse de la Casa Rosada en helicóptero el 20 de diciembre de 2001.
Durante el gobierno de Macri, Bullrich también anunció con mucha pompa un “protocolo anti piquetes”, pero la lucha popular, con “los Cayetanos” a la cabeza la derrotó en las calles y le impuso al gobierno de Macri la Ley de Emergencia Social.
No debemos subestimar al aparato represivo del gobierno. Esta política no pasa sin represión. Hechos como la represión a los manifestantes en Córdoba, los allanamientos a locales y casas de dirigentes como en La Pampa, amenazas a dirigentes estudiantiles como en Mendoza y San Nicolás , el montaje realizado el 20 de diciembre en CABA con Milei y Bullrich monitoreando desde la central de la Policía Federal o hechos como la irrupción de la policía en una asamblea de trabajadores de ATE Quilmes muestran que es necesaria la unidad para la lucha, prepararse para defender las libertades democráticas y enfrentar la violencia del gobierno en todos los terrenos.
Rumbo al paro nacional del 24 de enero
A solo 17 días de asumido este gobierno tuvo su primera jornada de lucha nacional convocada por la CGT, CTA Autónoma, CTA de los Trabajadores, los movimientos sociales como la CCC, movimientos campesinos como la FNC, agrupaciones estudiantiles como la CEPA y el MUS, partidos políticos como nuestro PCR.
La multitudinaria convocatoria del 27 de diciembre en la Plaza de Tribunales y las marchas en todo el país, en las que jugamos un importante papel, fueron creando las condiciones para el paro.
El 28 de diciembre el Confederal de la CGT anunció y votó por unanimidad “Paro nacional para el 24 de enero y movilización al Congreso nacional”. Las dos CTA y las organizaciones sociales realizaron el mismo día un plenario llamando a confluir con la CGT. En ambas reuniones participamos.
Las medidas del gobierno de Milei cortaron ancho. Golpean a vastos sectores y es posible unirlos para la lucha. Aprendiendo de los mejores ejemplos, impulsamos las multisectoriales en todo el país, con iniciativas de lucha que vayan a una gran confluencia el 24 de enero. Peleamos que todos los organismos de masas, cuerpos de delegados, comisiones internas, sindicatos se pronuncien por el paro activo y preparen la movilización.
Pelearemos en todo el país coordinar y participar de los plenarios regionales junto a los distintos sindicatos nucleados en la CGT, y de todas las actividades que se vienen impulsando desde las dos CTA, movimientos sociales, sectores de la Iglesia, de la pequeña y mediana empresa, comerciantes, organizaciones estudiantiles, organizaciones de campesinos pobres, originarios, intelectuales, organizaciones de lucha por la soberanía nacional, etc.
Impulsamos la lucha de todos los sectores afectados, los cacerolazos, las movilizaciones de inquilinos, las movidas culturales, etc. Ante el aumento brutal del hambre y la indiferencia del gobierno, la jornada nacional de lucha del 16 de enero convocada por la CCC y otras organizaciones será parte de las actividades de las masas para confluir en el paro del 24 de enero.
Peleamos conformar multisectoriales para avanzar en enfrentar la política de Milei, y proponer un centro coordinador para que las masas avancen en la pelea por otra política y otro gobierno.
Fortalecer al PCR y a la JCR para los tiempos que se vienen
En la actual situación internacional y nacional se van produciendo cambios bruscos.
La agudización de la crisis económica, el crecimiento de la disputa y la decisión de lucha de las masas son tres elementos que pueden llevarnos a una situación revolucionaria objetiva. Como planteó Lenin: cuando los de abajo ya no pueden vivir bajo el hambre, la desocupación y demás consecuencias de la crisis, y los de arriba ya no pueden imponer pacíficamente su política de hambre, entrega y represión.
La crisis económica tiende a agudizarse. La salida que ensaya Milei es, en el mejor de los casos para 20 millones de habitantes, el resto sobramos. No le será fácil a su gobierno consolidarse en un país como el nuestro, donde la clase obrera y el pueblo tienen una profunda reserva democrática y de lucha.
En el último periodo, en particular en la campaña electoral, el trabajo hecho por el Partido y su JCR en todo el país, con aciertos y errores, ha sido extraordinario. Tuvimos grandes aciertos en línea y nunca habíamos llegado con nuestras propuestas a las masas como en esta campaña. En general crecimos, creció nuestra influencia, el Partido pasó a ser más conocido y estrechamos lazos con aliados importantes, principalmente con el peronismo. Nos ganamos un gran respeto.
Donde encabezamos las luchas y desde ahí realizamos una gran campaña, peleando el voto y la unidad de Unión por la Patria desde nuestras propuestas, estamos en muchas mejores condiciones para abordar este cambio de situación. Donde nos diluimos y caímos en una campaña electoralista, el golpe ha sido grande y nos cuesta más salir. Donde no hicimos suficiente campaña pensando que gane quien gane era lo mismo quedamos ahora neutralizados ante la ferocidad de esta derecha.
Es necesario discutir mucho en todos los planos, entre las grandes masas, en los movimientos en los que participamos y en los organismos del Partido y de la Juventud. Son discusiones distintas pero necesarias para poder unirnos en un nivel superior.
Es responsabilidad del Comité Central, de las comisiones colaboradoras y de cada uno de los comités provinciales y regionales garantizar esto para poder abordar los tiempos que vienen.
En nuestro 13° Congreso discutimos autocríticamente sobre el “corrimiento estratégico”. Ha pasado un año; ¿qué pasos dimos? ¿Avanzamos en los centros de concentración? ¿Avanzó el Partido en número y en lo organizativo? ¿Avanzamos en designar responsables para las tareas que requieren la preparación necesaria en momentos donde la situación se precipita?
Si la situación se precipita ¿Dónde estamos parados en cada lugar? A pesar de los avances todavía estamos lejos de estar en condiciones de ser vanguardia reconocida de las grandes masas obreras campesinas y populares. Seguimos siendo pocos para los objetivos que tenemos.
Cuando hablamos de preparar a las masas y preparar al Partido nos referimos a estas cuestiones.
Hemos aprobado en nuestro último Comité Central realizar nuestra Conferencia Nacional. Planteándonos la realización de asambleas provinciales y zonales del Partido para discutir colectivamente la situación política, cómo seguimos y dónde estamos parados.
Es importante que se discuta colectivamente, pelear el funcionamiento político de cada dirección y planificar como vamos al paro del 24 de enero y las luchas que se avecinan.
Si nosotros partimos de las necesidades de las masas y acertamos en la valoración del momento político, seguiremos avanzando.
Vamos a un 2024 de grandes confrontaciones en la lucha de clases. Los sectores más reaccionarios que hoy dirigen el gobierno tratan de descargar con ferocidad la crisis sobre el pueblo. Nosotros seguiremos encabezando las luchas tratando de unir todo lo posible de ser unido contra esta derecha reaccionaria y también golpearemos juntos cada vez que sea necesario con los sectores de las clases dominantes que disputan con esta rosca que expresan Milei – Macri.
Hoy más que nunca es necesario defender lo conquistado, seguir peleando por lo que falta y, al calor de la lucha, acumular fuerzas y forjar un amplio frente único para impedir los planes de esta derecha reaccionaria y poder avanzar en un camino liberador.
Al realizarse esta reunión de Comité Central nuestro Partido está cumpliendo 56 años. Como reafirmamos en nuestro 13° Congreso, seguimos luchando por los mismos objetivos revolucionarios por los que nacimos en 1968. Para poder jugar con independencia y avanzar en ese camino revolucionario, es fundamental que el PCR y su Juventud sigan creciendo y se fortalezcan.
Un Partido que arraigue en los centros de concentración obreros, campesinos y populares; y que se prepare y prepare a las masas para abordar la lucha en todos los terrenos.
Foto: El PCR y la CCC en la marcha a Tribunales el 27 de diciembre