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19 de marzo de 2025

La lucha por los derechos democráticos está ligada a la lucha social y política

24 de marzo: Ayer y hoy

El 24 de marzo es la fecha paradigmática en la que nuestro pueblo se une en las calles y plazas para hacer un ejercicio activo de memoria y decir ¡No! a la represión y a la impunidad de ayer y de hoy.

A su vez, cada año asume una significación particular, de acuerdo a las condiciones sociales y políticas del momento.

En este complejo presente cargado de angustia, de dolor, de incertidumbre, en el que nos preguntamos por el futuro de nuestra patria y de nuestro pueblo, adquiere especial importancia recuperar experiencias de nuestra historia, y, en ese sentido, redimensionar en su profundidad y amplitud los logros conquistados en la lucha contra la impunidad de los genocidas, que en su momento parecían una utopía, un imposible.

Así, la ocupación de la plaza pública por las Madres de Plaza de Mayo en plena dictadura, reclamando aparición con vida de los detenidos – desaparecidos, y posteriormente, exigiendo juicio y castigo a los culpables, se transformó en un ejemplo que convocó a nuestro pueblo en su conjunto a asumir esa lucha y conquistar, en un hecho sin precedentes en el mundo, los históricos juicios a los genocidas. Del mismo modo que el accionar sostenido de las Abuelas hizo posible la recuperación de numerosos hijos apropiados por los genocidas.

Sin duda todavía hay mucho camino para recorrer, pero hay una profunda huella abierta de conquistas democráticas que están inscriptas en la memoria colectiva, y que, como sucedió en el 2001 con el intento de implantar el estado de sitio, o cuando se pretendió imponer el dos por uno a los genocidas, nuestro pueblo está decidido a defender.

El pasado y el presente están profundamente entrelazados y la construcción de la memoria histórica del campo popular es un tema de absoluta vigencia, en el camino de abrir una perspectiva emancipadora hacia el futuro.

La lucha por los derechos democráticos está indisolublemente ligada a la lucha social y política.

En el pasado como en el presente, las clases dominantes, oligárquicas y proimperialistas, para poder dar curso al saqueo de nuestra patria y la liquidación de derechos conquistados en todos los ámbitos, para frenar la lucha del movimiento popular, apelan, junto a otros instrumentos, a la violación de los derechos humanos. Sin duda, la dictadura fascista fue su expresión máxima.

Los logros de todos estos años en cuanto a Memoria, Verdad y Justicia no lo son de una vez y para siempre, sino que configuran un terreno de disputa sostenida. El Nunca Más, efectivamente, es una expresión, una bandera, que sintetiza un objetivo que requiere ser defendido en forma permanente.

El gobierno de Milei muestra claramente la relación entre la historia y el presente. Desde el comienzo de su mandato asumió una posición negacionista respecto de los crímenes de la dictadura.

Su accionar, en correlato con su discurso, se expresa en múltiples hechos que avanzan en el deterioro de las conquistas democráticas.

Acompañando su política de alineamiento con Trump, política que arrasa con nuestra soberanía nacional y con la defensa de nuestros recursos naturales, así como de liquidación de derechos populares (derecho a la protesta, derechos de las y los trabajadores, derecho a la salud y a la educación, derechos de las mujeres, del movimiento LGTB+, del matrimonio igualitario, de los pueblos originarios), este gobierno avanza aceleradamente en un camino represivo y en el avasallamiento de instituciones del Estado responsables de garantizar derechos democráticos conquistados.

Desde comienzos de este año, en particular, se está destruyendo la Secretaría de Derechos Humanos, con el despido de centenares de trabajadores, en un clima de persecución y amenazas.

La direccionalidad antidemocrática de Milei se expresa también en el avance sobre la Corte Suprema, con el nombramiento por DNU de dos de sus miembros, así como en los proyectos y leyes de carácter represivo que impulsa.

Pero la feroz represión desatada el miércoles 12 de este mes, en ocasión del acompañamiento de hinchas de fútbol y otros sectores a la marcha de jubilados, marca ya un cambio cualitativo en la política represiva. No solo reprimieron ferozmente, mostrándose ellos como verdadera “barra brava”, sino que los discursos de Milei y Bullrich defendieron públicamente ese brutal accionar. Y amenazan con profundizar ese camino represivo, avanzando en la fascistizacion de su gobierno.

Por eso este 24 de marzo es imprescindible marchar en unidad de todos los sectores para pararle la mano. Estaremos en las plazas de todo el país para repudiar a la dictadura. rindiendo homenaje a los 30.000 compañeros y compañeras detenidxs desaparecidxs, y a los mártires de la lucha antigolpista y de todas las luchas populares.

Y estaremos también para defender nuestro derecho a luchar y exigir ¡Basta de represión! al gobierno de Milei.

Nuestra historia rebelde, que fue transmitida a través de generaciones, que está en la matriz de la lucha por nuestra independencia, es la que tenemos que sostener y multiplicar para dar batalla en el plano político, social, cultural y de los derechos humanos.

Escribe Diana Kordon

hoy N° 2051 19/03/2025