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12 de octubre de 2010

Miles son las que nos volvimos a encontrar. Miles las que llenamos los talleres con más de 50 temáticas diferentes. Miles las que gritamos por las calles de Paraná, Entre Ríos… ¡el Encuentro fue de todas!

25° Encuentro Nacional de Mujeres, 2010

Decididas a enfrentar

 

Cerca de 30.000 mujeres de distintas provincias y ciudades del país, se volvieron a dar cita, esta vez en Paraná, para realizar el Encuentro Nacional de Mujeres, su Encuentro.

 

Cerca de 30.000 mujeres de distintas provincias y ciudades del país, se volvieron a dar cita, esta vez en Paraná, para realizar el Encuentro Nacional de Mujeres, su Encuentro.

Son tres días en donde las mujeres dejan sus hogares y familias, viajan junto a sus compañeras, y se dedican a poner sobre la mesa sus problemas, sufrimientos y deseos, avanzando en descubrir quiénes son sus enemigos y cómo combatirlos. Conocen que no son las únicas, que compartir con otras y conocer otras realidades hace que el dolor se soporte más y se pueda  transformar en organización y lucha. El ejemplo de las casas de la Mujer y refugios que se abrieron a partir de los Encuentros, las secretarías de la mujer que se armaron en gremios e instituciones, son una clara muestra de lo que va cambiando en cada mujer que participa.

En este 25 Encuentro, la ciudad de Paraná se llenó de mujeres muy diferentes: los colores, las ideologías, las clases sociales, las edades, las consignas. Fue importante el número de organizaciones políticas, sindicales y sociales, de sectores muy diversos, que se hicieron presentes.

Las mujeres dieron muestra, tanto en las experiencias de lucha como en las nuevas organizaciones que nacen al calor de enfrentar su problemática específica, que están decididas a luchar por cambiar su realidad. Esa realidad ocultada por un gobierno que lejos de mejorar sus condiciones de vida, las empeora.

Escuchando las opiniones en los talleres, los cantitos y pintadas, quedó claro que este 25 Encuentro, fue una verdadera iniciativa de unidad contra la política de los K, un repudio generalizado a las ideas reaccionarias de la iglesia y un avance en la lucha por el derecho a un aborto legal, seguro y gratuito.

 

Columna vertebral del Encuentro: los talleres   
Desde el sábado después del mediodía, los talleres se fueron llenando de mujeres que buscaban debatir una temática específica frente a esta situación de crisis. El debate fue surgiendo a partir de que cada una contó su experiencia, contó su realidad y dio su opinión al respecto.

Fueron más de 50 temas para elegir, pero el número de talleres fue mucho más, ya que de una temática se abrían varios, según la cantidad de mujeres interesadas. Por ejemplo, se abrieron 18 talleres para debatir sobre la trata, un drama que crece en la Argentina K, que se lleva a nuestras jóvenes y niñas para hacerlas mercancía del negocio del sexo. A muchas de ellas todavía no las podemos encontrar…

Se abrieron 8 talleres de familia, 9 de juventud, 5 de violencia, 6 de estrategias para un aborto seguro, 3 de derechos humanos, 3 de medios, 3 de salud, 4 de mujeres mayores, 2 de trabajo, 2 de sindicatos, 2 de barrial, 1 grande de originarias (que deciden no desdoblarlo), etc.

Párrafo aparte merece lo sucedido en la escuela en donde funcionaron los 16 talleres de aborto. Allí el clima fue desde un primer momento tenso. La postura y el método de algunas mujeres preparadas por la iglesia para argumentar que las que estamos a favor del aborto legal somos asesinas hizo imposible que el debate se de en buenas condiciones. Ellas fueron las que llamaron a la policía, que  entró a la escuela, pero inmediatamente fue echada por las mujeres. Luego, un grupo de varones embistió violentamente a un cordón de decenas de encuentreras, a las que les costó impedir que siguieran avanzando. Ellos hablaron de “salvar a sus mujeres” (católicas que estaban en los talleres) con actitudes de servicio. A la tarde, las agrupaciones Pan y Rosas, Las Rojas y el Plenario de Trabajadoras (dirigidas por el PO, el PTS y el MAS) con métodos fascistas, realizaron “linchamientos” para sacar a las católicas de los talleres y de la escuela y para romper las conclusiones donde las habían redactado. Esto provocó que las mujeres sencillas que participaron de estos talleres para discutir de verdad se vayan; que haya talleres que no pudieran terminar; que existan situaciones de peligro para muchas compañeras. Con esto, lo que lograron es justamente lo que los reaccionarios de la Iglesia quieren: victimizarse ante la sociedad. Acciones de esta naturaleza no ayudan a la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito que necesitamos para que no sigan muriendo las mujeres pobres. Otra vez queda claro que a ciertas fuerzas políticas el debate democrático no les interesa, no acuerdan con los Encuentros porque se sienten más cómodos creando instancias solo de activo político, en donde “discursean” unos pocos y los demás van de arrastre.

 

Cantamos, gritamos, marchamos     
Encabezada por la Comisión Organizadora que ha conseguido que las 30.000 mujeres podamos participar y funcionar en Paraná, la marcha fue multitudinaria.

Más de diez cuadras compactas de mujeres con carteles y pancartas, muchísima juventud, estremeció el centro de la ciudad. La gente miraba con asombro la cantidad, el colorido y la diversidad de grupos políticos y sociales que protagonizaban la movilización. Mujeres feministas, mujeres del Gen, Proyecto Sur, Cta, PTS, PO, CS, CI, Nuevo Encuentro, mujeres kirchneristas, FTV, Izquierda Socialista, PC, Libres del sur, MST, PSA, UCR y el PCR, entre otras. También secretarías de la mujer de sindicatos, de municipios e instituciones y organizaciones que toman los problemas específicos como la Campaña Nacional por el Derecho al aborto.
Se escucharon cantos contra Kristina, por el aborto legal, seguro y gratuito en todos los hospitales, por otros problemas específicos de las mujeres, contra los violadores y golpeadores, por la libertad de Romina, etc.
La catedral estuvo vallada completamente y defendida directamente por la policía de la provincia, lo que generó la bronca y chiflidos en las que iban pasando por allí.

Después de mucho caminar, la marcha llegó al monumento a Urquiza, y la Comisión Organizadora, con emoción y venciendo el cansancio acumulado, subió al mismo cantando el ya tradicional ¡Qué momento, qué momento, a pesar de todo les hicimos el Encuentro! Acompañadas por la multitud que las aplaudía entusiasmada. Luego invitaron a cantar el himno nacional y cerraron la marcha con 1, 2, 3… ¡el Encuentro somos todas!